Las pezoneras

Con un grupo de alumnas traté de explicarlas el significado de la palabra pudor que la Real Academia‎ asocia a recato y honestidad y me sentí como un hombre de las cavernas.

Las garridas mozas reinvindicaban el enseñar los pezones, a lo que en tono de humor que no fue bien entendido, les repliqué que había que seguir los criterios de la estética y que el despelote generalizado puede llegar a ser un horror para la vista.

Las mozas, erre que erre, que podían disponer de su cuerpo como les diera la gana y no me lo dijeron pero les leí la palabra retrógrado en los labios.

En la prensa se lee que a un profesor de Matemáticas le incomodaba y distraia el escote de una alumna. Al igual que en Las Cortes se ha perdido el sentido de la etiqueta y del buen gusto, en un aula escolar, no por moral, sino por reglas de comportamiento se debe respetar un sentido del decoro. Es una cuestión de sentido comun. En el Casino de Madrid los caballeros tienen que llevar corbata y chaqueta. No se habla de moral, sino de etiqueta. Las pezoneras estan en su derecho de enseñar su cuerpo como quieran, pero tienen que respetar las formas.

De ahora en adelante esconderé bajo siete llaves y cerrojos la palabra pudor y me dedicaré al voyerismo, eso sí con mucho respeto.

(Joaquin Antuña es Presidente de Paz y Cooperación).