Visto lo visto, pidiendo mil perdones a los señores y señoras juezas, te diré que no sé yo si se estarán pasando con tanta imputación
A ver
Es que esta gente es muy suya; y por acusar, en cuanto pueden, acusan de todo lo que está escrito en un código penal del que entresacan la letra más pequeña, la que no entendemos los comunes mortales.

Da la impresión de que, algunos y algunas, persiguen un protagonismo social para que se les reconozca como los nuevos héroes del Estado. Algunos columnistas dicen que ya son el primer poder, el que mete en la cárcel a los que mandan o mandaban; aunque, a mí modesto entender, a pocos de esos conoce la población reclusa española en la actualidad.
¿Qué quieres decir con esto?
Digo que los actuales procesos judiciales, tal como se inician y vistos los plazos que agotan, resultan poco eficaces para la aplicación de la Justicia. Las decisiones de las juezas y los jueces corren el riesgo de perderse en el tiempo a medida que se amontonan los miles de folios de un sumario interminable.
Cuando aún están en la calle los chorizos más reconocibles y a un joven que roba una bicicleta municipal le quieren meter entre rejas con sello de urgencia, algo grave está pasando en la justicia española.