Gris muy Gris

El pacto PSOE Ciudadanos no convence ni a tirios ni troyanos‎, los dos líderes ocultan sus cartas y se cubren las espaldas. El chico sensato de Hospitalet, el regerador, el hombre joven que se sueña un renacido Adolfo Suárez que protagoniza una segunda transición con renovados pactos de la Moncloa en su mochila, intenta terminar la guerra fría entre populares y socialistas y laminar la antipatía visceral entre Pedro Sánchez y Mariano Rajoy.

Albert sabe que una parte muy grande de sus votos proceden del Partido Popular, aunque su corazón simpatiza con la izquierda, por una cuestión generacional, a Mariano el padrastro nacional desde su insultante juventud lo ve como si fuera su abuelo, que le cuenta sus interminables batallitas y anécdotas mil, en cambio con Pedro y Pablo se encuentra muy a gusto, son sus coetáneos, puede entenderse.

En esta España tan atea, que desea revisar el Concordato con la Santa Sede, los nombre de Pedro y Pablo son muy apropiados, aunque les falten las gigantescas llaves y la espada que empuñan las estatuas de ambos apóstoles en la Plaza San Pedro, de Roma.

Albert tampoco es religioso, pero se refugia en el burladero del silencio en la cuestión religiosa. El divino Pedro trata de afirmar su liderazgo en el partido e intentar justificar un acuerdo con Podemos, pero que le deje las manos libres, sin interferencias ni controles. Su ambición es llegar a la Moncloa como sea. Se desenvuelve muy bien en las distancias cortas con sus partidarios y el público en general, pero su punto debil es que no sabe improvisar, lleva su guión preparado como si fuera un mantra que repite hasta la saciedad como un seguidor de Haré Krishna, aunque no lleve túnicas naranjas. Todo es reformista y progresista, una y otra vez.

La pregunta que fórmula a sus sufridos militantes es ambigua, habla de pactos sin especificar cuales y tiene la mano tendida hacia Podemos, espera que al final del plazo sus barones acepten el inevitable pacto de izquierdas muy reformista y muy progresista, ante el miedo de perder el poder y verse superar en las urnas por los indignados de Pablo. Gris muy gris.

(Joaquin Antuña es Presidente de Paz y Cooperación).