Farsantes

La huelga ‎del metro de Barcelona y un escrache al director de seguridad en Madrid han puesto de manifiesto el talante democrático de la nueva caverna.

Agitadores, pandilleros, acosadores de la peor ralea, que cuando a ellos les suministran la misma medicina que ellos prodigaban a la casta dominante protestan airados y tildan de "fascistas" a quienes atacan a la autoridad. La Sra Colau en sus comienzos invitó a unos huelguistas a subir al Ayuntamiento para solidarizarse con ellos, ahora después de catar el dulce líquido que mana de las ubres suculentas del poder reniega de sindicatos y huelguistas.

El gran mentor de Podemos que es el más inteligente de todos ellos reclama la creación de una Secretaría Anticorrupción con -a sus órdenes- los guardias porque comprende que sin coacción, multas, amedrentamientos y cárceles no se pueden imponer sus ideas.

Los fascistas marcharon sobre Roma y una vez conseguido el poder impusieron un férreo orden manu militari con abundante delicioso aceite de ricino para sus opositores, a quienes desterraron e incluso asesinaron. El nacionalsocialismo hizo lo propio y sus primos los comunistas otro tanto empezando por machacar a los libertarios. El problema que tienen estos farsantes es como saltarse y eliminar las leyes, hacer enmudecer a los hombres de leyes con toga y sin ella e imponer su anarquismo, su odio por el progreso e imponer prohibiciones a siniestro y sobre todo a diestro. La mayoría no conocen ni el trabajo, ni el jabón en famosa metáfora de Andreotti, son alborotadores de profesión, garrulos y malencarados. Se dicen defensores de los oprimidos y de los humildes, pero lo que desean es el estallido social, son conscientes de su incapacidad para crear empleo y quieren propiciar un aquelarre verbenero y ahí está su punto débil, los okupas del equipo de Carmena adolecen de preparacion, no basta como la delegada de cultura querer "tomar las plazas" hay que saber como hacerlo.

En el Quijote ya se hablaba de ellos y ya que estamos en año de efemérides cervantino permitase una cita que bien los retrata: "Tengo por costumbre querido Sancho que, en viendo el burro venir, ya de lejos me apercibo sin confundirme, de las patadas que pudiera propinarme, por tanto mi fiel escudero fijate en los andares y si viéndolo retorcido y mal encarado vieres que arranca sin compostura hazte a un lado, que de estos con mala idea, sucios y desaliñados mejor no tener contacto"

"Y hay que tener cuidado con tal calaña,que de ser menester utilizan a las más tiernas criaturas y hasta pretenden adoctrinarlas y que salgan de su mala hueste con títeres y cabalgatas. Y cuidado amigo Sancho que son los mismos que luego cobran de berberiscos y de otros que más allá someten a sus pueblos y ello,tanto mal vestidos cuando procede el buen hábito,como vestidos de la más cursi casta,cuando no es tan menester." Esta última línea se aplica a quienes se ven ya investidos de la púrpura y arman un cisco de muy señor mio al no permiterseles el acceso a salas de autoridades y otros privilegios. Cosas veredes Sancho.

( Joaquin Antuña ‎ es Presidente de Paz y Cooperación)