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'Gracias'

viernes, 22 de enero de 2016
“No habéis sufrido tentación superior a la medida humana; y fiel es Dios, que no permitirá que seáis tentados por encima de vuestras fuerzas. Antes bien, junto con la tentación os proporcionará el modo de poderla resistir con éxito” (1Co 10,13). La escritura dice que no se te dará una carga que no puedas soportar y que juntamente con la prueba está la salida. El tiempo me demostró que esta cita se hizo realidad.

No soy muy de celebraciones de calendario, ni de alegrías o regalos porque toca, porque es el “día de…”. Después de las fechas ruidosas, consumistas… llega ¡un nuevo año! Aparentemente todo sigue igual. Los días se suceden, el mismo sol, el mismo aire… La diferencia no es perceptible, si acaso el cambio del 5 por el 6. Pero el final del 2015, quiero que tenga una significación especial, que tenga su parte entrañable y más intimista. Desde el agradecimiento todo puede verse diferente.

La vida está llena de retos, a veces hasta nos golpea fuertemente. De nosotros depende vivirla en clave positiva y disfrutando cada momento porque nunca habrá un día igual a otro. Me tocó vivir tiempos duros, tiempos en que la incomprensión y la falta de apoyos eran una constante para una persona con diversidad funcional (discapacidad). Mi vida no ha sido fácil, pero aprendí a ser feliz con lo que tenía y también con lo que no tenía. Simplemente se trata de aceptar que hay límites, que no podemos tenerlo todo. Descubrí que la felicidad no llega cuando conseguimos lo que deseamos, sino cuando sabemos disfrutar de lo que tenemos, cuando vivimos el hoy sin soñar el mañana. Se puede perder mucha vida esperando por algo mejor.

Hice mío el lema de que “nadie sabe de lo que es capaz hasta que lo intenta”. El trabajo como maestra representó algo más que una manera de ganarse la vida. Estoy convencida de que los valores no se enseñan, hay que vivirlos; por eso intenté educar ayudando al otro a sacar fuera lo mejor de sí. Ponerse en su lugar, considero que es el mejor ejercicio de respeto hacia la singularidad que tiene cada niño/a. Por experiencia sé lo que implica cuando no cuentan con uno.

Un cambio de domicilio me obligó a reorganizar el material. Conservo en lugar preferente la relación de alumnas y alumnos que tuve desde mi primera escuela en Fonteita (Corgo) hasta mi último curso en el CEIP Menéndez Pelayo (Lugo) pasando por Román (Villalba), Bretoña (Pastoriza), Centro Base, Colegio Público de Alfoz, EPAPU Albeiros y CEIP Veleiro Docampo (Castro Ribeiras de Lea). Fueron 37 años alrededor de la escuela enseñando y aprendiendo. Se amontonan los recuerdos de viajes, colegios, compañeros, alumnos, padres… 37 años llenos de momentos inolvidables y de mucho cariño. Seguro que también hubo momentos difíciles, pero no quedaron grabados. Ha sido un largo camino que hoy se me antoja corto; como dice el tópico “el tiempo pasa volando”.



Se cierra un capítulo y es tiempo de hacer balances. Me invita a reflexionar sobre el trabajo que pude realizar, las cosas que pasaron por mis manos, tantas personas con las que conviví, los errores cometidos, las metas de superación personal que he conseguido… Mi agradecimiento es doble porque, como venimos de escuchar en algún pasaje del Adviento, se fue “allanando” mi camino. Un camino con dificultades añadidas por la visita del virus de la polio cuando tenía 3 años. Consecuencia toda una vida acompañada de dos bastones. Ahora doy por terminada mi vida laboral acogiéndome a una jubilación voluntaria. Me siento afortunada por lo mucho que disfruté y tengo la firme convicción de que es una tarea que merece la pena. Quizá todo esto se entienda mejor sabiendo que por mi diversidad funcional apenas pude ir a la escuela porque no me admitían de buena gana, que me enseñaron mis padres a leer y a escribir, que hice mi carrera de Magisterio con un certificado de subnormalidad, etc. etc. y ¡paradojas del destino! trabajé en la enseñanza.

Termina mi ciclo escolar y se me presenta una nueva etapa con un libro en blanco donde continuar escribiendo la historia día a día. El trabajo fue una experiencia maravillosa, pero llegó el momento de tomar un nuevo rumbo. Los cambios son necesarios en nuestra vida para madurar y adquirir otras experiencias. Una página que llega a su fin y con ella la oportunidad de un comenzar de nuevo. Por todo, simplemente “GRACIAS”.
Bravos, Marisol
Bravos, Marisol


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


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