Saludas a la mañana
Ulloa García, José Carlos - viernes, 22 de septiembre de 2006
Saludas a la mañana, desde tu cama, cuando sonríes,
y el cielo clarea su penumbra en tus labios,
emerges de tu nido de amor preciosa y divina,
amada, consentida, bella, respetada, divina niña.
Continúa el sol calentando nuestros cuerpos,
cada rayo logra celarme al tocarte,
y tú sonríes y no entiendes tanto amor,
y tienes pánico ante la pregunta de la vida, niña bella.
No quiero sufrir niño, me dices cada mañana,
no hagas daño a mi pobre corazón lastimado,
sólo quiero que me mimes y me abraces eternamente,
porque voy a abrir mi corazón hacia ti, mi bello poeta.
Jamás te haré daño en mis días,
sólo te mimaré mientras exista en la vida,
y tanto amor se verá recompensado en tu alma de niña,
y en tu ansiolítica paz de tu corazón y de tu alma divina.
De su libro de poemas "El embrujo y la musa".
Ulloa García, José Carlos
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