Visita a La Voz de Galicia

Esta es la crónica de un día especial pues iniciamos la visita a la Voz de Galicia por la mañana, en el comentario verán el porqué. Su fundación data del 4/1/1882 y la realizó Juan Fernández Latorre, con el objeto de servir de libertad y democracia, cosa que considero difícil de lograr por un medio de comunicación y menos en un régimen dictatorial. A nivel político a principios del siglo XXI mostró una línea editorial, volcada hacia un partido, influyendo incluso en alguna elección.

Su fundador fue un progresista y librepensador, amigo de Montero Ríos, de Manuel Murguía, ellos hablaron de separar la religión de los estudios y del divorcio. En 1885 creó la Biblioteca Gallega, una editorial con el objetivo de divulgar la obra de escritores gallegos.

Es cabecera de la Corporación Voz de Galicia, que tiene su sede en A Coruña y que es propietario además del periódico, de canales de radio, una productora de televisión, una empresa de estudios de sondeo de opinión y una televisión, pasamos por el plató donde se emite Vía V.

Quiero destacar que fuimos recibidos y atendidos en forma excelente por Nazareth (coordinadora de Voz Natura, trabajando en la Fundación Santiago Rey) y que nos dio una explicación clara, como precisa de todas las instalaciones, departamentos, maquinarias y materiales utilizados.

Pasaré a mostrar los horarios y los pasos, verán porque fuimos de mañana, comienzan a las 9,30hs. el trabajo de las secciones editoriales, los periodistas recaban información, van preparando los temas y a las 12,30 tienen todo perfilado ; sobre las 16hs. se trabaja para completar contenidos; a las 18hs. reunión con el director y gente de cierre; de 19,30 a 20hs. reunión de primera, se decide que irá en la portada y a las 23hs. cierre, pero hasta las 3hs. queda una guardia por cualquier noticia que merezca por su importancia ser metida. El personal actual es de aproximadamente setecientas cincuenta personas.

Todo se encuentra informatizado en los ordenadores y se vuelcan en tablas de aluminio, que pasan a las rotativas, donde se olfatea un olor a tinta especial, las impresoras son Mandoland de última generación, que permiten imprimir en color y distintos tamaños. Además del aVoz se imprimen ocho periódicos (para ahorrar, a saber: El País; La Razón; ABC; Cinco Días; Sport; AS y Mundo Deportivo.Además con antelación se imprimen los suplementos, que se ordenan en unas grandes rueda y luego pasan a la encastradora, las revistas viene de otros editores.

En una sala pegada a las impresoras hay pupitres con pantallas, para controlar que la impresión sea perfecta.

En cada rotativa se colocan dos bobinas de papel y en forma automática al acabar una comienza la otra; los tanques de tinta utilizan cuatro colores, negro, rojo, amarillo y azul.
Una vez que salen de impresión pasan a otra gran sala donde se cuelgan en un cadena de unos dos kilómetros y que permite el secado, antes del empaquetado, etiquetado y carga para su distribución, que llegan a unos cuatrocientos puntos de venta. El periódico edita catorce ediciones y se ha invertido mucho en información local, como en la edición digital.

Por último pasamos al almacén donde se encuentra el papel, para un período de ocho o nueve meses, con la característica que es ecológico y se encuentran en bobinas de seiscientos, ochocientos y mil quinientos kilos.

Se utilizan unas quince por día y la compra la realizan masivamente con otras editoriales y vienen desde Finlandia, Suecia, Canadá, etc.

Nos quedó pendiente de ver el Museo, que se encontraba preparado para una entrega de premios; resaltar unas instalaciones modernas, ordenadas y muy limpias.

De aquí nos trasladamos a Caión una preciosa villa marinera, durante el trayecto pudimos ver el puerto exterior de A Coruña, la playa de Balcobo, la de Barrañan (donde se han encontrado en lugares próximos restos del paleolítico).

En Caión se encuentra el monasterio Franciscano, el santuario Milagros de Caión, la iglesia restaurada sin mucha importancia a nivel artístico, con figuras modernas de yeso en su mayoría de Olot y un retablo de 1940 con escudos franquistas.También posee un museo con fotos y artes de pesca de la ballena.

Realizamos nuestra comida de confraternidad en Oza, donde como siempre fuimos muy bien atendidos. Para culminar el día con una visita a Adormideras, en particular al campo de la rata, donde pudimos apreciar el cementerio de los moros y el monumento a los caídos (fusilados por el régimen) de Díaz Pardo, donde se ven impactos de balas en las piedras adyacentes.

Un día muy bien aprovechado y que nos permite seguir acumulando conocimientos.