La cumbre del clima

En un París enrarecido por los atentados terroristas va el no va más por el clima. En muchas ciudades del mundo ha habido un calentamiento efectivo de muchos activistas ecologistas, que demandan a los gobernantes que adopten las medidas pertinentes para reducir y eliminar la amenaza que se cierne sobre el clima el calentamiento global, la desertificación, la polución ambiental, el riesgo sobre las especies y la fauna y flora de este Planeta Azul. ‎El cambio climatico, que afecta sobre todo a los más pobres como sanciona preocupado el Papa Francisco, el tenebroso efecto invernadero motivado por los gases de óxido carbónico que enrarecen el aire que respiramos y traen consigo enfermedades pulmonares y dificultan el normal desenvolver de la vida natural con la lluvia ácida y los mares y ríos contaminados que llevan muerte y deterioro. Los escenarios más catastrofistas proyectan inundaciones y tsusnamis. Contra todo esto hay una movilización mundial de la sociedad civil, que percibe un grave peligro y una alarma, que preocupa a la opinión pública de los países más avanzados. Naciones Unidas ha convocado diversas conferencias internacionales y promovido el protocolo de Kyoto, que no ha contado con el apoyo de las grandes potencias industriales de Estados Unidos, Rusia, China e India. La razón que aducen es la dificultad de cambiar el modelo de desarrollo, de sustituir las fuentes de energía del carbón y del petróleo, que contaminan, por energías alternativas, limpias como la solar, la eólica, la biomasa, los residuos y la acuatica. El problema es su elevado costo económico y la necesidad de cambiar las pautas de consumo y de transporte, que choca contra el modelo de vida de los países más avanzados.
En la Cumbre del clima de París se van a afrontar estos vitales temas que afectarán la vida actual y de las generaciones futuras. Madrid se ha sumado a las marchas mundiales con unas veinte mil personas muy festivas llevando carteles muchos de ellos en inglés denunciando el actual caos, la crisis ambiental, la deforestacion y el deshielo motivados por un sistemas económico que busca ciegamente el interés económico y cierra los ojos ante sus efectos deletereos. Son gente joven, familias enteras y muchas mujeres, el día en Madrid es muy soleado y luminoso la Puerta del Sol baila a los sones de una banda de jazz al estilo de Nueva Orleans. La actriz Iciar Bollain lee un sesudo manifiesto que demanda un nuevo tipo de economía que promueva un mundo diverso que impida el calentamiento global. "Cambia tu vida para cambiar el mundo". Se canta y se baila el famoso "when the Saints go marching in I want to be in their number" que invoca esta marcha de los ángeles por un mundo mejor en la que hay que participar. Ingenuos puede. Quijotescos también, pero quienes se creen en posesión de la verdad y esgrimen sus armas no violentas merecen todo el respeto, aunque sean muy pintorescos y folclóricos. Es la comunión de los ángeles pasada por California que impregna a los ecologistas. Los mandatarios tienen que escuchar el clamor por un Planeta limpio que se ha elevado en muchísimas ciudades del ancho mundo y todo ello en un París armado hasta los dientes. La paradoja humana.