Hartos de tonterías

Estamos tan de elecciones que mi gente ha vuelto a las andadas. Aquí ya no nos sirve ninguno porque los políticos son todos iguales. No se trata de un slogan imaginativo, claro, pero define muy bien la “fartura” que hay de discursos por estos predios.

Vaya por delante que no soy un gran especialista en comunicación, pero algo se me pegó cuando tuve el placer de trabajar al lado de algunos genios que incluso estaban especializados en el asunto político.

Es que, joder, anoche me he dormido con Mariano hablando del Real Madrid… después de chuparme una partida de pingpong entre Bertín y Pedro… mientras los fachas de la 13 le daban caña otra vez a Pablo… y Albert, ese chico guapo que quiere ser Suárez, hacía de copiloto de Calleja en un rally imaginario que celebraba uno de los canales de Mediaset.

A quien no vi por ningún lado es a ese otro Alberto, el Garzón, con su cara de bueno; de él pasan todos los medios. Igual que de ese señor con apellido raro que sustituye a Rosa.

Se ve que este asunto de las elecciones es cosa de cuatro, porque este próximo apocalipsis solo tiene cuatro jinetes a los que las teles hacen carantoñas, que hay que ganarse al que gane más al socio.

A ver; no es que me importe demasiado el asunto este de la frivolización del político, pero sí que se hable de lo bien que juega Bale por la izquierda y no de la financiación ilegal del PP. O de si la cerveza está infame con tabasco y no de los ere de Andalucía. O del miedo del copiloto y no de que estos Ciudadanos no tienen copilotos.

A mi gente le importa poco lo que opina Mariano del Madrid porque además aquí, salvo él, somos todos del Celta o del Depor. Le trae sin cuidado la vida privada de todos esos chicos jóvenes…. Pero sí tiene mucho interés en que nos hablen de la sanidad pública, la mejora de la educación, de si alguna vez nos subirán las pensiones, de si van a ahorrar dinero bajándose el salario y cerrando las instituciones innecesarias, de si vamos camino de un Estado federal o van a suspender las “autonosuyas”, de si van a revocar una reforma laboral injusta, de si seguirán permitiendo que nos roben las eléctricas, las telefónicas, los bancos y esas señoras y señores del IBEX que cuando se cabrean le dan la vuelta económica A España y nos montan una crisis…

Es decir, mis amigos. Lo que mi gente quiere es que no le hurten el verdadero debate político y sobre la mesa se ponga lo importante, no la paja. Ni siquiera dejan que les distraigáis con la que montó el Dash y la respuesta de Hollande.

Así que, señores políticos… Para que no les digan mis paisanos que son todos iguales, permítanles que distingan sus planteamientos. Sean serios y hablen de lo que importa.

Y por supuesto, no se nieguen a debatir como hizo esta semana el señor presidente en funciones.