Galicia es un país tocado por la fortuna, ya que la piedra se encuentra en cantidad y calidad, tiene cordones montañosos y en un monte emblemático como el Pindo, encontramos cuevas y restos de vidas anteriores, con altares, castros (esqueletos del pasado), mámoas...
La cultura es saber copiar, relacionarse, se ve reflejada en fiestas y enterramientos, alegría y tristeza, con las religiones que también daban normas de convivencia, de comunicación y solidaridad, las piedras se colocaban en tumbas, como en los tronos que es el caso de Inglaterra, en ellas se efectuaron hace cinco mil años, dibujos que en mayoría nacen de un círculo, del cual parten diversos recorridos como si fueran un laberinto, pero también sobre ellas se dibujaron ídolos, animales, armas, sol, luna, barcos, casas, reflejando lo que veían y se vivía día a día.
Hay muchas formas de ver las cosas, Vicente Risco decía: "Las cosas son como son", las vicisitudes, los golpes de la vida, nos hacen ver las cosas de forma distinta; por eso también la creencia en las meigas tan arraigada en Galicia, que se representaban dibujando cruces o colocando muñecas en piedras o casas. O la costumbre de pasar por debajo de las piedras, de soportales , como dar vueltas a una iglesia; de tener relaciones sobre la tumba de un ermitaño o buscar la novena ola en la Lanzada para quedar embarazada.
Algo por lo que se destacó Galicia en su momento fue por la existencia de oro, los romanos fueron especialistas en su explotación y se pueden encontrar en los distintos museos piezas de un valor incalculable, históricamente, como candelabros, cascos, peinetas, cacharros o pecuniariamente como el torque de Lugo de dos kilos de peso. En un momento aunque parezca paradójico, Galicia se destacó por el oro y las ostras.
Y merecen una atención especial los extraordinarios canteros, que transformaban esa materia prima noble que es la piedra, en cruceiros, en hórreos, en iglesias, en catedrales, en pazos, en palacios, en esculturas... y que en su momento fueron solicitados en Portugal, Francia e Inglaterra, por comentar algunos de sus destinos.
La piedra de distintas formas y colores, fueron la base para la construcción de las casas, donde vive mucha gente en esta región (yo soy uno de ellos) y en su mayoría están cercanas o superan los cien años, montadas sobre barro han superados inclemencias y en nuestra zona hasta terremotos, con su centro en Becerreá.
También comentar algo que se ha perdido quizás por estética, quizás por ignorancia es el pintar con cal la piedra exterior, que evitaría la erosión que el agua y el viento hacen en el mismo, o supongo de algún producto moderno que cumpliera con ese propósito; aunque soy de la idea que el peor enemigo de muchas obras de arte es el propio hombre o mejor dicho algunos energúmenos, que solo piensan en destruir que es más fácil que construir. Quizás por casos como éste, mi padre tenía un refrán: "El que nace para pito, nunca llega a corneta".
Una vez más gracias a la UNED Senior y a quienes nos posibilitan acrecentar martes a martes más conocimientos, como relacionarnos con nuestros compañeros, a nuestra edad algo indispensable.
Alberto Balbona é alumno da Uned Senior, aula Paderne.
