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Suspenso para Rajoy

viernes, 25 de septiembre de 2015
Pese a que nada más terminar Derecho Mariano Rajoy aprobó la oposición más dura en España, que suele exigir entre seis y diez años de preparación, esta semana suspendió en conocimientos fundamentales de la Constitución.

Había olvidado que ningún catalán perderá la nacionalidad española aunque la Generalidad declare la independencia.

Entrevistado en Onda Cero, Rajoy contestó dudoso cuando el periodista Carlos Alsina recordó que los ciudadanos de Cataluña nunca perderán su nacionalidad actual:

- ¡Ah!, no lo sé, es decir, ¿por qué no la perderían? ¿Y la europea tampoco?

- Porque la ley dice que el ciudadano nacido en España no pierde la nacionalidad aunque resida en un país extranjero si manifiesta su voluntad de conservarla.

- Pues... eh... ¿Y la europea?

- Y la europea la tiene porque tiene la nacionalidad española.

- Me parece que estamos en una disquisición que no conduce a parte alguna…

Rajoy había olvidado que el Art. 11 de la Constitución señala que “la nacionalidad española se adquiere, se conserva y se pierde de acuerdo con lo establecido por la ley”, y que “ningún español de origen podrá ser privado de su nacionalidad”.

La pierde, según los Art. 24 y 25 del Código Civil, si toma otra nacionalidad extranjera, excepto las de países iberoamericanos, Andorra, Filipinas, Guinea Ecuatorial o Portugal, por renuncia, o por sanción si es naturalizado.

Pero nunca existirá la nacionalidad catalana sin reconocimiento de la ONU, luego los catalanes siempre estarán bajo la Constitución, Art. 2, que consagra “la unidad de la Nación Española”.

Aplíquense sin concesiones la Constitución y los códigos civil, penal y demás leyes que supo de memoria Rajoy con 24 años para ser Registrador de la Propiedad, y remitirá la epidemia separatista altamente contagiosa del nazionalcomunismo.

Un problema para España como Estado es que Mariano Rajoy y su gobierno han tomado tan displicentemente el desvarío separatista, precisamente por ser un desvarío, que no han preparado las innumerables armas dialécticas y legales que existen para derrotarlo.

Los secesionistas, sin embargo, han buscado miles de vericuetos legales, ilegales y de "astucia", para atacar sin rigos ni vergüenzaa los constitucionalistas estimulando los instintos más egoístas y chulescos de sus militantes.

Así han convertido en perros de presa quizás rabiosos, imitadores de las S.A. del nazionalsocialismo, hoy nazionalcomunismo catalán, a muchos de sus conciudadanos.
Molares do Val, Manuel
Molares do Val, Manuel


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


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