El Papa Francisco y Siria

Francisco, el Santo Padre de la acción política, ha levantado esa voz que se expresa en un susurro de forma contundente denunciando la situación en Siria y la persecución de los cristianos en Oriente Medio. Ha hablado incluso de que ha estallado una tercera guerra mundial, en varios frentes, o dicho en otras palabras de un comentarista "a trozos".

El Papa repite que la persecución que padecen los cristianos no tiene precedentes desde los lejanos tiempos del Imperio Romano. Su voz ha clamado en el desierto cuando se refería al drama humanitario que se estaba viviendo en Siria e Irak con el éxodo de quienes huían de la guera y veían sus aldeas y ciudadades devastadas.

Ha tenido que agravarse la situación y su visibilidad por la llegada en masa de los refugiados para que los países europeos abrieran de golpe los ojos y sus ciudadanos se dieran cuenta de la magnitude de la tragedia.

Cuando Francisco visita Lampedusa donde se agolpan los refugiados en esta pequeña isla en el Canal de Sicilia, sus palabras‎ de "despertar las conciencias", de condena "de la cultura del bienestar"que nos lleva "a la globalizacion de la indiferencia", que se refiere a la cultura del hermano, de un Cain y Abel enfrentados, nos dice citando a Lope de Vega y a Fuenteovejuna, que la responsabilidad es de todos "Fuenteovejuna, Señor", sus palabras cayeron pronto en el olvido. Era un problema de los italianos y no del resto de los europeos.

Fueron lágrimas de cocodrilo vertidas antes las imágenes de naufragios y de socorro a los refugiados. Cuando la crisis, la situación de emergencia humanitaria se ha hecho patente ha quedado claro que Francisco ha sido un Adelantado en alertar a Europa y al mundo sobre la situación real de millones de seres humanos. Desde la ventana del Ángelus de Piazza San Pietro el Papa ha multiplicado sus llamamientos a la caridad, esta preciosa palabra injustamente devaluada, que quiere decir amor al otro, al hermano.

En Estados Unidos se evita hablar de solidaridad y se dice charity. Solidaridad les suena a las mismas ONGs americanas como radicalismo y utilizan la mencionada "charity" y sobretodo "global compassion", "togetherness", en una palabra amor al prójimo.

Al Papa Pío XII se le acusó de tibieza respecto al holocausto y la persecución a los judios. Del Papa Francisco nadie podrá decir que no se ha puesto al frente de quienes denuncian una tremenda hecatombe de seres humanos enfrentados al genocido y a los cuatros jinetes del Apocalipsis y que no nos haya invitado a pasar de la conmoción a la acción en feliz slogan del premier italiano Renzi.

La tabla de salvación del frente popular

‎Los nuevos Ayuntamientos del cambio, fruto de coaliciones de unidad popular y de podemos, los "indignados", pueden encontrar su tabla de salvación en la crisis humanitaria que se cierne sobre Europa. Sus primeros pasos en las alcaldías han sido titubeantes y han demostrado que no tienen propuestas ni para mejorar a las ciudades,ni para cuidarlas,ni mucho menos para encontrar soluciones a la desocupacion,al paro.

Algunas ocurrencias, como que las madres limpien los colegios o limitemos el turismo o pongamos trabas a los proyectos de crecimiento de las ciudades empezaron a desilusionar a sus seguidores y a la ciudadanía en general. Desgraciadamente para Europa y afortunadamente para ellos la crisis humanitaria les permite mostrar su espíritu solidario y movilizar a sus bases y conectar con la opinion publica, lo suyo no es la competencia tecnica, de mejorar los servicios ciudadanos, lo suyo es saber administrar y agitar sentimientos, como hicieron magistralmente con la guerra de Irak y anteriormente con Vietnam.

Si a falta de ideas se hacen portavoces de las desgracias que afligen a inmigrantes y refugiados habrán encontrado su tabla de salvación para justificar su presencia al frente de sus alcaldias. Por ello Ada Colau, puesta contra las cuerdas por sus iniciativas de bajo calado y muy polémicas ha lanzado la idea de crear una red de ciudadades solidarias y rápidamente la desorientada alcaldesa de Madrid, Carmena y sus ocurrencias ha destinado diez millones para los refugiados y solicitado el apoyo de sus conciudadanos y el órgano de la progresia española El País anuncia a toda página que la sociedad civil se organiza ante la parálisis del gobierno.

Imitando a las organizaciones de "socorro rojo" de la guerra civil se quieren poner en marcha nuevas Caritas que proporcionen asistencia a algunos de los miles de refugiados, que huyen despavoridos del genocidio y del fantasma del hambre. Se trata de iniciativas muy generosas, que para no quedar en agua de borrajas deben coordinarse con las estructuras del Estado y las directrices de Bruselas.

Harian mal los partidos, que tiene experiencia de gobierno y de resolver los problemas reales que aquejan a los ciudadanos, en desoir el clamor popular que suscitan las imágenes de un niño muerto en Bodrum o las escenas de la estación de Budapest, si se muestran tibios y no saben reaccionar ante esta emergencia ciudadana pueden de nuevo verse superados e incluso vapuleado en las urnas.

Los profesionales de agitar las emociones y servirlas bien calientes están ya trabajando y tienen razones para ello. Resolver esta emergencia humanitaria exige competencia, saber gestionar y seria lamentable que quienes tienen la capacidad de resolver o aliviar los sufrimientos de tantas personas dejarán vía libre a los indignados, a los expertos en nadar a río revuelto y pescar peces en rio revuelto. Este tema es demasiado serio y exige una política de estado pues afecta a la condición humana y debe ser la causa común de todos y tiene que llevarse a cabo con coordinación y buena administracion. Y no agitarse como bandera política electoral.

(Joaquín Antuña es Presidente de Paz y Cooperación).