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Los gendarmes de la Derecha

martes, 18 de agosto de 2015
La muerte de Juan Manuel Contreras Sepúlveda, el máximo asesino, torturador y criminal galonado de Chile, pone sobre el tapete la vieja cuestión del triste papel histórico de las fuerzas armadas chilenas, al servicio de los intereses económicos y del patrimonio financiero de la Derecha oligárquica. Salvo honrosas excepciones, como los generales Prats y Bachelet, como el comandante Eugenio Cantuarias, y algunos otros, golondrinas que no hacen verano, la actitud permanente de los institutos armados, incluyendo el cuerpo de carabineros, ha sido cumplir la tarea de gendarmes de los poderosos y represores del pueblo y de quienes asumieron posiciones progresistas ante las inquietudes y justas demandas sociales.

Hoy, la Derecha política guarda silencio, discreto y rastrero, ante la muerte de uno de sus más eficaces mercenarios, con quien brindaran muchas veces... El incontrarrestable desprestigio del siniestro "Mamo" hace políticamente incorrecto que los jerarcas de la UDI y RN le rindan homenaje público, como hicieran, con total desparpajo, cuando Augusto Pinochet cruzó la frontera hacia el averno… No obstante la condena y las pruebas concluyentes, nacionales e internacionales, de sus crímenes y felonías, el Ejército no degradó a Contreras, permitiendo que su rango de alto oficial quedara incólume, en las apariencias... Esto confirma la ignominia de ese "pacto de silencio" que no hace sino reafirmar el aberrante y curioso concepto de "lealtad" que asiste a los uniformados, como individuos ubicados por sobre la ley y la Constitución, rémora que se fortaleció luego de diecisiete años de dictadura militar y que veinticinco años de feble democracia no han conseguido revertir.

Desde Cornelio Saavedra, general que comandó, a fines del siglo XIX, la tristemente célebre "pacificación de la Araucanía", hasta hoy, el currículo interno de las Fuerzas Armadas chilenas ostenta cometidos y acciones propios de un prontuario genocida, a considerar en esa "Historia Universal de la Infamia" que escribiera Borges. Los tibios intentos de democratizar sus instituciones han fracasado rotundamente. Sus llamados principios no son sino la adopción de una ideología de cuño fascista, cuyo arraigo y alcance pueden ser comprobados en cualquier conversación "abierta" con altos oficiales. De ahí que hechos como la traición de esos comandantes golpistas, que juraron en su momento lealtad al poder civil, o los asesinatos de generales y comandantes en jefe, casos de Schneider y Prats, sean parte de ese ominoso silencio de infranqueables conjurados, entre quienes ha sobresalido el ex comandante Cheyre, dejando en claro que la justicia civil no les preocupa en absoluto.

Otra de las facetas de este proceso es la militarización del cuerpo de Carabineros, hoy fuerza de ocupación territorial en esa sufrida Araucanía (Territorio Mapuche) que no logró "pacificar" Cornelio Saavedra, cuyos policías, premunidos de armamento de guerra, actúan contra los comuneros indígenas bajo un virtual estado de sitio, que la autoridad civil -cómplice por cobardía y omisión- permite y apoya con un doble discurso que ya nadie cree.

Discrepo de quienes opinan que con la muerte del Mamo Contreras se cierra una página negra de nuestra historia y de sus fuerzas armadas. No lo creo. Esos poderes fácticos siguen al acecho, a la espera de una nueva oportunidad. Detrás de ellos están los gremios empresariales, descalificando a priori cualquier proceso de reformas que atenten contra sus intereses de clase, secundados por esa Derecha que se maquilla pero que no cambia, y aunque desprestigiada por sus latrocinios, está siempre dispuesta a jugarse por entero en la defensa de sus concepciones reaccionarias... Le sirven para ello, desde los tímidos cacerolazos, pasando por rumores de "paro de camioneros" y caos económico, hasta la directa instigación entre sus fieles aliados cuarteleros.

Ha muerto el Mamo. Quedó debiendo varios siglos de purgación de condenas... Algo es algo. Su principal mandante, Augusto Pinochet, murió en su casa, legando su mal habida fortuna a sus deudos... Muchos otros gendarmes y secuaces del dictador -incluyendo jerarcas y parlamentarios- continuarán gozando de impunidad... Como dijera Aylwin, como dice hoy la "socialista" Bachelet, "se hace lo que se puede, ciudadanos".

Aunque sea muy poco.
Moure Rojas, Edmundo
Moure Rojas, Edmundo


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


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