Un volapié magistral

El diestro francés Sebastián Castella ha dirigido una carta abierta a la opinión pública española en la que denuncia la persecución ideológica y la vulneración de derechos en nombre de la " presunta corriente animalista".

En efecto estamos asistiendo a una oleada virulenta de mociones antitaurinas. Se quiere acabar con la fiesta nacional alegando la crueldad contra los animales y, detestando todo lo que tenga olor y sabor de tradición española. Se está llegando a momentos de sublime ridículo. Las manifestaciones de protesta de los animalistas, se podría llamarles sin ofender animales ya que los adoran, son muy violentas incluso ha habido casos de "terrorismo light".

Castella se queja de sentirse llamar asesino junto a sus colegas. Estamos contemplando una humanización de los animales. Los cómics han hecho furror. Walt Disney haciendo hablar a todos los animalitos del mundo ha hecho escuela. Yo mismo hablo con mi cocodrilo de Ikea!

Es curioso que quienes así defienden los derechos de los animales - un diputado del PSOE ha pugnado por los derechos de los grandes simios - no muestren ni la más leve perplejidad ante un tema que debería ser de rabiosa actualidad como es el aborto. La eliminación de los fetos en las madres no preocupa en absoluto a éstos sensibles espíritus movidos por las lágrimas ante la muerte de un león en Zimbabwe. Ni siquiera por un instante se preguntan éstas damas vociferantes si impedir que un embrión tenga vida es algo por lo menos lamentable. La piedad y la moral incluso la ética de los sabios a la moda no se turba ante la hecatombe de más de cien mil abortos en España.

Éstos son pellilos a la mar, asuntos insignificantes. Lo que importa es salvar la vida de los toros y acabar con sus torturas. Se ve que no han visitado nunca un matadero. Deberían de hacerlo sobre todo si consumen carne. Es cierto que pueden ser muy "cool", es decir super pijos y ser veganos y, naturalmente ir siempre en bicicleta. Es el Zeitgeist, el espíritu de los tiempos, de los hombres robots a la moda, del pensamiento único que aboga por los derechos de los animales sin interrogarse ni un solo momento por los derechos de su propia especie.

Castella desmonta también otra de las afirmaciones del momento " el toreo no es de izquierdas ni de derechas, no es político. Es de poetas, pintores y genios. De Lorca y de Picasso, dos artistas poco sospechosos de fascistas ni asesinos. Es del pueblo." Su carta que recomiendo leer a todas las personas que deseen seriamente plantearse el tema de los toros está muy motivada, se apoya en la Constitución Española en los artículos 14, 18, 20 y 35 y en los artículos de la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea 6, 10, 11, 13 y 21, quienes persigan con saña a la fiesta de los toros deben tomarse el trabajo de leerlos y rumiarlos.

El diestro francés reclama también que se respeten los derechos de "los que les gustan los toros, que somos unos cuantos millones en toda España" e invita a movilizarse a los aficionados para afirmar sus derechos.

Queridos lectores: hay que protestar contra ésta falsa progresía retrógrada y liberticida. Desde que han llegado al poder se han dedicado a prohibir, no a crear espacios de nuevas libertades. Es verdad que no saben qué hacer con el problema del paro y tienen que dedicar su tiempo a algo. A falta de ideas creativas que hagan avanzar a la sociedad, bueno está volver a la garrota y a la caverna. Son los nuevos cavernícolas reaccionarios que tienen una gran nostalgia de su instrumento favorito, la guillotina.