Sr. Santiago: te quieren desahuciar

‎Desde la Ilustración del siglo XVIII surge una corriente de anticlericalismo que durante la Revolución francesa rebana cuellos e incluso desentierra a frailes y monjas. Como dice Monseñor Amigo, cardenal emérito de Sevilla, la Revolución proclama la Libertad,Igualdad y Fraternidad y después instala la guillotina.

Esta furia se incrementa en los siglos XIX y XX con momentos culminantes de esta furia antireligiosa en España como la Semana Trágica de Barcelona, la quema de iglesias y conventos en Madrid, la dinamita en la Cámara Santa de Oviedo, el exterminio de más de once mil curas y monjas e incluso se fusila al Cristo del Cerro de los Ángeles de Getafe. Se tiende a interpretar el laicismo como odio a la Iglesia Católica y se desatan las pasiones con derramamiento de sangre y destrucción de símbolos y conventos. Es decir estamos ante una ideología vieja, arcaica, casposa, primitiva e irracional incompatible con un país moderno y progresista, quienes comparten estas ideas son claramente reaccionarios y retrogrados.

La paradoja española es que desde los tiempos de José Luis Rodríguez Zapatero se postula un laicismo beligerante contra la Iglesia Católica y esta idea arcaica y retrógrada se presenta como progresista. Los reaccionarios se envuelven en pieles de cordero. En las últimas elecciones municipales de mayo resurgen estas voces y los llamados líderes del cambio vuelven sus ojos al pasado tratando de avivar los rescoldos de viejos prejuicios y resquemores primarios. Asi la Sra. Colau prescinde de la ceremonia religiosa en la Fiesta de la Merced y la alcaldesa Carmena no irá a las fiestas de la Virgen de la Paloma de gran arraigo en Madrid y el alcalde de Santiago no asiste a la consagración de España al Sr. Santiago en la Catedral del Santo.

Estos dos botones de muestra se presentan como una manifestación rupturista cuando no innovan nada y se limitan a volver a un pasado de confrontación. A falta de ideas y de plantear un legítimo laicismo del Estado que reconoce y respeta el hecho religioso se apela a los viejos moldes y a los odres rancios. La flamante diputada de Podemos en la Junta de Andalucía Teresa Rodríguez luego consorte sentimental del alcalde carnavalero Kichi propuso someter a votación entre sus militantes a la Semana Santa y sus procesiones. Me imagino que el sueño de estos municipes seria ser regidores en California donde tendrían muchisima labor quitando nombres de Santos y rebautizando a Los Angeles, San Francisco, San Diego y convirtiendo en discotecas las famosas misiones de Fray Junipero Serra. Eso si promoviendo las bicicletas, los patines y los patinetes como innovación progresista.

‎Estos indicios de anticlericalismo coinciden con un momento trágico para los cristianos a los que se persigue y asesina a decir de Papa Francisco como en los tiempos del Imperio romano. Ante nuestros ojos se está practicando un exterminio sistemático un genocidio de cristianos en Irak, Pakistan, Siria sin olvidar a Egipto y Libia. Los profesionales de las manifestaciones, pancartas y camisetas callan y no levantan ni un dedo de protesta, ni de solidaridad. No son sus muertos, ni sus victimas. Tampoco nuestro gobierno hace nada a diferencia de los gobiernos de Francia e Italia que se preocupan y ponen este asunto en su agenda de política exterior. En el laberinto español repleto de colorido, de esperpento y de irredentismo solo nos faltaba que despuntaran las viejas ideas de la caverna anticlerical. Cosas veredes Sancho.

(Joaquin Antuña es Presidente de Paz y Cooperación).