Las verdades del banquero

Hoy escuché la entrevista que el periodista de Onda Cero, Carlos Alsina, le realizó al presidente del BBVA, Francisco González, en la que abordaron diferentes asuntos de la actualidad económica y política de este país.

Dice en la misma, el Sr. González, que en sus manifestaciones está ausente la ideología. Pero uno, que conoce un poco la trayectoria profesional de este hombre, no puede quedarse de otra forma que, como mínimo, perplejo.

El Sr. González, que como todos sabemos, es un gallego de “pro”, nace en Chantada hace más de 70 años. De la vida y obra de este personaje podríamos escribir durante horas, pero solamente vamos a referirnos a los temas relacionados con la entrevista.

Se declara apolítico, pues dice hablar sin ideología. Manda güevos. El Sr. González, licenciado en Empresariales, se hizo agente de cambio y bolsa y en 1987 fundó, con otros socios, “FG Inversiones Bursátiles”. A principios de 1.996, a punto de llegar el PP al poder, este especulador vende la sociedad por él fundada a Merrill Lynch (banco de inversiones americano implicado en las mayores tramas de corrupción política) por 11.500 millones de las antiguas pesetas, de los cuales corresponde al chantadino la nada despreciable cifra de 3.450 millones. A los cuatro meses, ya con el Sr. Aznar y el Sr. Rato en el gobierno de la nación, este último, con el beneplácito del primero, lo nombra presidente de Argentaria (la banca pública de todos los españoles) con el fin de que la privatice, objetivo que logra en solo tres años, (estamos hablando de 1.999), malvendiéndola al BBV, que a partir de entonces pasa a denominarse BBVA, quedando compartida la presidencia del nuevo banco por el máximo responsable del BBV, Emilio Ybarra, y por el de Argentaria, Francisco González. Un escándalo ya previsto, referente a unas cuentas que el BBV mantenía en paraísos fiscales, hace dimitir al Sr. Ybarra, quedándose plenipotenciariamente el Sr. González como dueño y señor del nuevo banco. Hombre, parecería razonable pensar que la fundamental intervención del Partido Popular en su trayectoria profesional demostraría que: o el Sr. González es un desagradecido, o que no puede hablar carente de ideología.

Pero, por si pudiéramos albergar alguna duda, nos la disipa a lo largo de la entrevista: preguntado por la situación económica actual de España, afirma que en sus múltiples viajes internacionales, apenas le dejan hablar de su banco, pues todas las preguntas giran en torno al espectacular cambio que dio nuestro país, que pasó a ser: (sic) el espejo en el que se mira todo el mundo. ¿Cómo lo habéis hecho?, le preguntan. Y le sorprende enormemente la dispar opinión que existe entre cómo se ve nuestra situación económica fuera y cómo la vemos los españoles. Al final va a ser que los más de 12 millones de españoles que se encuentran bajo del umbral de la pobreza no tienen, ¿cómo diría yo?… visión económica.

Cuando le requieren su opinión acerca de los problemas de Grecia (de cuyo origen y causa se podría hablar largo y tendido), se despacha culpando a Syriza y a su populista programa. ¿Dónde habré oído yo eso?
En cuanto a los líderes políticos españoles, describe a Rajoy como un hombre honesto y como artífice del extraordinario cambio que está dando España y que los casos de corrupción, como los desahucios, son temas puntuales, eso sí, con mucho impacto mediático. Admite, no obstante, que el BBVA solicita, solamente en el Ayuntamiento de Madrid, 10 alzamientos semanales. Temas puntuales para los desahuciados.

A Pedro Sánchez lo tiene como una persona interesante, pero alberga muchas dudas sobre lo que, llegado el momento, pudiera hacer. Un caso aparte es el de Albert Rivera al que conoce, por increíble que parezca, merced a una entrevista surgida a iniciativa del banquero, y aquello, a juzgar por los elogios que le dirige, debió de ser amor a primera vista: una persona normal, un gran político, una dilatada experiencia, un gran amor por la patria. En fin, el presidente del BBVA también advierte los estertores del Partido Popular y prepara el advenimiento de Ciudadanos.

Por último se refiere a Pablo Iglesias, a quien no tiene interés en conocer personalmente, pero que bueno, si le pide una entrevista… pues que él no se la niega a nadie. Y ya sin tapujos “ni ideología” larga la letanía gubernamental: que no se pueden hacer promesas que no se pueden cumplir, que el populismo crea pobreza y destroza puestos de trabajo, que no tiene experiencia política, que es un extremista radical y que si tuviera una entrevista con él, le enseñaría a crear puestos de trabajo y riqueza. Así, con dos narices, el banquero que, en los casi veinte años que lleva de ejercicio, más trabajadores de banca españoles echó a la calle, está dispuesto a dar lecciones de creación de empleo.

Al final de su intervención el Sr. Ybarra dice, y repito sus palabras textuales, que “todos los españoles hemos hecho un esfuerzo extraordinario”. Y aunque parezca mentira, sus palabras no provocaron ninguna risa. Este individuo y su esposa poseen un inmenso patrimonio, pero solamente por hablar de él, desde que toma las riendas del BBVA habrá ingresado en concepto de salarios, bonus, acciones, beneficios, primas, etc, más de 100 millones de euros, y su fondo de pensiones, externalizado ya del BBVA, sobrepasa los 80 millones de euros. Hay frases que, además de vómito, producen ira.