Podemos y sus odios
Molares do Val, Manuel - miércoles, 17 de junio de 2015
La presión cívica sobre la nueva alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, representante de la lista local de Podemos, ha conseguido la dimisión de su concejal de Cultura y Deportes, Guillermo Zapata, por sus mensajes antisemitas y contra las víctimas de ETA publicados en Twitter en 2011.
Pero esta caída carece de valor porque sigue de concejal, y los 19 concejales de Carmena proceden de la misma filial de Podemos, Ganemos Madrid.
Todos piensan como Zapata y obedecen a Pablo Manuel Iglesias, estrella subvencionada por, entre otros, Hispan-TV, televisión islamista de Irán ferozmente antijudía y antiisraelí.
¿Cómo meterías a cinco millones de judíos en un 600? En el cenicero y Han tenido que cerrar el cementerio de las niñas de Alcáser para que no vaya Irene Villa a por repuestos fueron dos de los tuits del concejal, vinculado al movimiento de okupas más nutrido y perroflauta de Madrid, el de Patio Maravillas.
Pablo Soto, otro de los concejales de Carmena, que de momento no está sometido a presión como Zapata, envía mensajes en los que habla de asesinar al exalcalde y exministro Ruiz-Gallardón ametrallándolo o guillotinándolo.
Dice Carmena que son muestras de humor negro, pero eso no es humor: son agresiones que dulcifican actos terribles y anulan a sus víctimas, como hacían los nazis presentando como ratas a los judíos.
Estas chanzas y defensas de la furia y de actos violentos circulan entre quienes militan en Podemos y su engullida Izquierda Unida.
Esparcen desprecio contra toda víctima que consideran de derechas y siguen el ejemplo de Iglesias, que para limpiar el país de malvados recomendaba la violencia de los puños y la guillotina, como demuestran sus programas en Youtube.
Es un lenguaje y un espíritu revanchista, cargado de odio, que tras nacer, se expande como una epidemia quizás incontrolable.
¡Chusma
, la chusma!, diría hoy Marlow según Conrad en El corazón de las tinieblas, mientras la sucesora teórica de Zapata en Cultura y Deporte, Alba López Mendiola, que quería ahorcar a Botín en Twitter, se presentaba como Bollera, camionera, desviada, leñadora. Feminazi. Doctorada en el arte de quejarse. Intento de marxista - leninista. Proyecto de Socióloga. En las filas de @UJCE (Juventudes Comunistas)".

Molares do Val, Manuel
Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los
autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora