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El soporte de las cuentas públicas

jueves, 21 de mayo de 2015
Mi anterior artículo “La Falsificación de las Cuentas Públicas”, provocó multitud de intervenciones y comentarios interesantes , sobre las facturas en los cajones, la responsabilidad civil de los administradores públicos , la auditoria y el Registro de las Cuentas Públicas, temas sobre los que pretendo reflexionar en este nuevo artículo.

A pesar de que recientemente se implementó el Registro de Facturas, como instrumento necesario para terminar con el cachondeo de las facturas, que, al no entrar de facto por el Registro General, no existían hasta que se iniciaba el expediente de pago , por lo que daban lugar a amiguismos en el orden de meterlas en el procedimiento o postergarlas, por lo menos ahora se conoce la fecha y la demora injustificada en el pago, da lugar a indemnizaciones, el problema está en las facturas que no entran por ningún Registro. En las Corporaciones Locales se ve más nitidamente el problema, pero se da en las demás instituciones.

Como consecuencia del altísimo grado de politización de las entidades locales , en las que prolifera las delegaciones y políticos con dedicaciones, exclusivas o no, los asesores y toda una prole de inútiles monigotes y mentecatos, cuyo número y función depende de compromisos políticos, ajenos totalmente al interés organizativo de gestionar, de forma coordinada, económica, eficaz y eficientemente, generalmente sin conocimiento alguno de lo se traen en las manos, que se sienten todopoderosos, y en realidad lo son por que las leyes ad hoc les otorgan ese poder omnímodo, esta nube de pazguatos inútiles, que están por encima, física, organizativa y políticamente hablando, de los funcionarios, en esa nube, repito, está la madre de la corrupción y la que con sus actuaciones antireglamentarias originan gran parte de las llamadas “ facturas en los cajones”, además de las mordidas, abusos con el personal funcionario, etc.

El eufemístico concepto de facturas en los cajones, normalmente no son facturas que entran por Registro , sino que son procedentes de gastos realizados por fuera del procedimiento reglamentario, sin aprobación previa del gasto, ni toma de razón, ni reserva de crédito por la intervención, ni procedimiento de adjudicación, por tanto cuando llega la factura, no se puede verificar, por un funcionario, que corresponde a un gasto en la cantidad , calidad y precio aprobado, y de que hay partida presupuestaria reservada y por tanto no se puede e pagar, salvo que esa ausencia de procedimiento se convalide, siguiendo un procedimiento de excepción, complicado y políticamente digamos que aparatoso e incluso escandaloso,ya que se trata de convertir en legal , lo que es ilegal. Por tanto el político de turno que instó la realización del gasto, sin seguir ningún procedimiento, es el que recibe la factura del proveedor o contratista y se encarga de gestionar su pago en el momento oportuno, que algunas veces no se produce, y mientras tanto las guarda en un cajón de su despacho a la espera de una ocasión oportuna.

Lo de menos , por tanto es que estas facturas no consten en el Registro de Facturas, recientemente implementado. La casuística de estas facturas es infinita y esconden muchas veces gastos inconfesables , comilonas, gastos de representación exagerados o impropios , derroches inauditos, alcaldadas, adjudicaciones vergonzosas, compras innecesarias, facturas falsas, etc,etc, porque lo normal es que, por los funcionarios, se inicien los procedimientos reglamentarios, se verifique la ejecución del gasto y se pague.

Otro grupo son las facturas en las que se paraliza el expediente de pago por falta de liquidez o bien por excederse de las partidas presupuestarias y se pasan a via muerta para ocultar la superación de un nivel de déficit permitido. En todo caso son prácticas que alteran sustancialmente el resultado de las cuentas públicas y que se realizan sin que afecten lo más mínimo al prestigio del político “ ordenador de pagos” , que es el obligado a rendir cuentas, y sobre el que debe de caer todo el duro peso de la Ley, por alterar unas cuentas públicas. Claro que si se falsifican o manipulan las facturas, se manipulan o falsifican las Cuentas Públicas.

Que se asegure la responsabilidad civil de los políticos es una buena idea , de hecho es muy corriente este tipo de seguros en las empresas. De todas formas son más necesarias las responsabilidades penales y administrativas

Hay que reestablecer, urgentemente, los controles jurídico y económicos, especialmente la función interventora y para ello hay que empezar por volver a los concursos serios para la provisión de las plazas reservadas a los cuerpos de habilitación nacional en las administraciones locales, hoy practica y escandalosamente a dedo, ya que de facto, el político intervenido, nombra a su interventor y secretario , les paga una animalada , y así pasa lo que pasa .

Todos los nuevos partidos exigen hacer auditorias de las cuentas públicas , por que ya no dan por sentado su fiabilidad. Yo como Economista Auditor de Cuentas ya jubilado también lo defiendo , desde siempre, y así lo predico en mis artículos. Creo que todos los entes públicos han de tener auditadas sus cuentas, consolidadas con las cuentas auditadas de sus entes participados, por Auditores externos, antes de ser aprobadas y antes de aprobar sus presupuestos para el próximo ejercicio, con las mismas obligaciones que se les exige a las cuentas de las empresas y para Autonomías, las corporaciones provinciales y las de los municipios de más de 10.000-20.000 habitantes se les pueden exigir las que se les exige a las empresas que cotizan en bolsa. ¡ que menos! . Con la informática no hay disculpa alguna.

Cuando me dicen que eso sería una exageración,les hago una pregunta ¿ es que es más difícil presentar las cuentas consolidadas auditadas en enero del grupo Santander, BBVA, Repsol, etc que las de un ayuntamiento como Lugo, Valladolid o Madrid, o las cuentas de la propia Administración del Estado? Con la diferencia de que los informes de auditoria no pueden contener excepciones ni salvedades, para que las empresas continuen cotizando en bolsa. Esto es con independencia de la rendición de cuentas, consolidadas , auditadas y aprobadas al Tribunal de Cuentas y demás órganos de control autonómico, para su fiscalización.

Es vergonzoso que, a estas alturas, tengamos aún como un problemón a resolver, la veracidad, credibilidad, accesibilidad , publicidad y oportunidad de las cuentas de las administraciones públicas, que representan alrededor de la mitad de nuestro PIB. No tiene sentido que si quiero ver las cuentas de la sociedad titular del taller, cafetería, comercio etc , de la esquina , puedo acceder a sus cuentas anuales , pero no dispongamos de las cuentas de nuestro ayuntamiento. Por eso sostengo la necesidad de tener un Registro de Cuentas Públicas único para todas las administraciones y entes dependientes. En este sentido he aportado,
profesionalmente mi granito de arena, por lo menos en lo que se refiere a las cuentas públicas, que se rinden en Galicia.

Pero esta preocupación es casi personal , a ningún partido ni político le interesa, ni siquiera a los emergentes que tienen por bandera la lucha contra la corrupción, solo inciden en lo aparente , nunca van al meollo de la cuestión : la forma tan absurda de gobernar, sin controles internos y externos, y con un único objetivo: la maximización predadora de los fondos públicos, en beneficio de los políticos y de los partidos que gobiernan las diferentes administraciones. O despolitizamos al máximo las instituciones y las tecnificamos , o nos vamos al carajo.
Figueroa, Rosendo
Figueroa, Rosendo


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


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