En el marco del Patio de Esculturas de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando se celebró el pasado 5 de mayo, una recepción ofrecida por el embajador de la República de Polonia en España don Tomasz Arabski y su señora doña Dorota Arabska, con motivo de la Fiesta Nacional del país y teniendo como invitada de honor a doña Hanna Zdanowska, alcaldesa de la ciudad polaca de Lodz.
El anfitrión polaco después de haber recibido el saludo protocolario de sus invitados, celebró un acto solemne en el que se escucharon los himnos nacionales de España y de Polonia, a continuación el embajador dirigió unas emotivas palabras ante el Cuerpo Diplomático acreditado en España con motivo de la Fiesta Mayor de su Patria celebrada en la emblemática Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y en recuerdo del 224º Aniversario de la Constitución de su País, la segunda del Mundo sólo precedida por la estadounidense. Manifestando asimismo, que la Constitución del 3 de Mayo tenía un objetivo supremo; fortalecer y unir su Nación frente a las ambiciones de los Estados vecinos.
Desgraciadamente esta Constitución fracasó, como también lo hizo la española de 1812, en un mar de vientos y tempestades que arrasaron Europa. España pervivió, pero Polonia desapareció como entidad política soberana durante 120 años y providencialmente poco antes de esta vuelta a su Ser propio e independiente en 1918, se celebró en Madrid una exposición de arte polaco de vanguardia, como anticipo de que Polonia brotaría de nuevo como los rosales en Primavera. Aquel arte volverá de nuevo a España, a refundir los lazos eternos de Polonia y España, en una nueva exposición a celebrar en la mencionada Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Aseveró.
En la recepción: Una gran bandera polaca muy simbólica, rescatada y custodiada por un español, Don Juan Pando, presidió el acto de hermanamiento hispano-polaco mencionado, en el que los miembros de la Asociación Poland «First to Fight» la velaron con respeto y orgullo. Polonia brilló con fuerza en el corazón de España, evocando su Pasado de sufrimiento y mirando con esperanza su Futuro.
A este acto asistieron el Secretario de Estado de España para la Unión Europea, don Íñigo Méndez de Vigo; el Nuncio Apostólico en España y Andorra, Renzo Fratini, así como los embajadores extranjeros acreditados en España de Alemania, Andorra, Austria, Bélgica, Bulgaria, Chipre, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Finlandia, Holanda, Hungría, Irlanda, Lithuania, Letonia, Republica Checa, Rusia, Serbia, Suecia, Indonesia, Kenia, Arabia Saudí y el Encargado de Negocios de Haití, entre otros, y una destacada representación de la nobleza española, y además de numerosos miembros de la comunidad polaca residentes en España.
