Quieren pagarles con latas de conservas

La patronal de las empresas conserveras, ANFACO, en su nueva propuesta de convenio, quiere que una parte del salario de sus trabajadoras se sustituya “por productos”.

Por lo visto, la oferta se basa en que, las empresas encuadradas en la asociación nacional, puedan aplicar a sus empleadas “planes de retribución flexible” que permitan sustituir el pago en dinero por “productos valorados en igual importe a dicha cuantía de retribución”.

O sea… Lo que propone este convenio colectivo es que las trabajadoras cobren el salario mínimo, 648 euros mensuales; y el resto, incluido el posible aumento interanual que nunca es superior al IPC, en latas de conservas.

Como lo lees.

Las empleadas han respondido a los patronos que ellas no están dispuestas a ponerse a vender las latas, ni casa por casa ni en la puerta de los supermercados, única solución que tendrían para no comer todos los días y a todas horas sardinas en aceite, mejillones en escabeche, berberechos en su salsa, o bonito aunque sea del norte…

—– No estamos dispuestas a que además nos conviertan en vendedoras de la empresa sin que nos paguen por ello.

Claro, con toda la razón. Los empresarios pretenden aumentar las ventas, como por otra parte resulta lógico. Pero no deben hacerlo a costa de que, con algo menos de la mitad del sueldo, las trabajadoras, les compren la mercancía.

Si quieren convertir en vendedoras a la totalidad de la plantilla pues que les paguen también el sueldo y comisión de vendedoras. Lo otro no deja de ser una bajada salarial a lo Rajoy.

Yo estoy seguro de que algún listillo echó las cuentas de la lechera:

—– A ver, tengo 150 de plantilla. Si les pago con latas no solo me ahorro al mes 45.000 euros sino que además vendo mercancía por ese importe.

El maromo que tuvo tal ocurrencia debe de ser economista aspirante a comisario de la UE, de esos que añaden al currículo máster en Harvard.

Yo supongo que ni siquiera Rajoy presidente les consentirá tal escarnio. También quiero creer que los sindicatos, aunque solo sea por una vez, recuerden el significado de la palabra compañerismo y se vuelquen con estas mujeres a las que una patronal sin sentido común quiere convertir en sus esclavas, como ya hicieron sus abuelos en tiempos olvidados.

Y apelo al buen nombre de algunos de los miembros de esta asociación empresarial para que pongan sensatez en sus propuestas; antes de que, a los iluminados, se les ocurra que estas mujeres trabajadoras de la conserva, tengan también que pescar el atún…

(www.galiciaunica.com)