¿No te fías ni de tu propia sombra?

La confianza es básica en una relación e implica estar dispuesto a ceder alguna vez.
Pensar que todo el mundo actúa de buena fe y de acuerdo a lo que necesitamos, es positivo. Confiar en los demás nos ayuda a ser más generosos y entregados. También consiste en creer en lo que nos dicen y que eso nos aporte tranquilidad.

Si desconfías siempre de las intenciones ajenas; te volverás inseguro, no creerás en la posibilidad de que puedas ser querido o aceptado por nadie, o creerás que cualquiera se puede aprovechar de ti, que pretenden hacerte daño o desean engañarte, volviéndote rencoroso, te dejaras llevar por juicios y suposiciones pensando en lo peor, siempre. Reaccionaras con ira, rabia o furia, analizándolo todo lo que te digan creyendo encontrar una doble intención en las palabras de quien sea y muchas veces, guiado por una falsa intuición, posiblemente seas así por haber sido engañado en el pasado.

No dudes siempre

Los obstáculos son parte de la vida, por lo tanto hay que estar preparados para soportarlos. Lo que indica si eres una persona madura es; si sabes tomar decisiones con positividad, coherencia y valentía. Si la vida te aprieta quizás sea porque llevas tiempo dejando para “más tarde” lo que hacer, si lo que se te plantea es muy difícil de abordar es porque debes espabilar de golpe, cualquier presión que la vida te añada será para traer a la superficie lo más escondido que poseas, ahí se medirán tus sentimientos y lo que te importan las cosas. El corazón es el lugar donde residen los auténticos motivos por los que luchar, ¡solo debes escucharlo!.

Una prueba de amor es saber dar, la codicia solo quiere tomar, en el camino del perdón. El saber esperar, te ayudará hacia la verdadera confianza en ti mismo.

¿Cómo confiar en otro?

Sin confianza no hay relación, tendrás un noviazgo a medias o un matrimonio cojo, ciego y sordo donde siempre te pasarán factura conflictos que nazcan de forma “tonta”. En las situaciones complicadas es cuando realmente ves como es el otro, sabes de qué palo va contigo y si ante la adversidad os unís, eso incrementará el amor pero si cualquier chorrada es capaz de generar una pelea es que no os involucráis ni os sentís parte uno del otro, ¡eso no es compartir!.

Confiar en la persona que quieres, significa mostrar tu “esencia”, volverte vulnerable, y estar dispuesto a sentir dolor o sufrir desengaños. Ese es el verdadero compromiso, el que surge de la propia confianza de amarte a ti para luego hacerlo con otro.

Reconstruye tu dolor

Cuando se rompe esa confianza solo vemos demonios por todas partes que nos quieren hacer daño. Si te han traicionado es complicado volver a creer en cualquiera, estarás a la defensiva, alejando toda posibilidad de entregarte de nuevo. Es injusto hacer pagar a personas nuevas que entran en tu vida de lo que te ha sucedido en el pasado con otra.

La primera confianza nacerá en ti, en donde tus capacidades y decisiones sean firmes e integras, donde te metas hasta el fondo en lo que sientes y apuestes por ello pese a quien le pese y suceda lo que sea porque eso es dar algo tuyo con toda el alma. Perdona el dolor y cree en la oportunidad que te da la vida y en las relaciones con los demás, con el tiempo puedes reconvertir y positivizarlo todo.

Volver a creer

El temor de que te traicionen solo atraerá la propia traición. Si sientes que te mereces lo mejor, eso vendrá a ti. Si eres honrado y honesto y eso lo ofreces, ¡lo recibirás tarde o temprano!. No puedes controlar las acciones de los demás, pero si las tuyas.

Poder confiar es una habilidad estupenda que no es justo que la pierdas por situaciones que no fueron dignas de ti. Solamente tienes que darte la oportunidad de demostrarte a ti primero que apuestas por lo que entregas, no dejes de creer en ti para saber cómo se confía en otro.