La cursi-fiesta de San Valentín

Celébralo sin imposiciones, no consumas con excesos, el amor se demuestra con pequeños detalles
¿Te da pereza acudir a la cena-baile del Día de los Enamorados?, si tu cuenta corriente está “tiesa” aún estas a tiempo de inventarte una gripe para librarte y no tener que ir, o ¿no sabes qué regalar porque, tu pareja y tu, ya tenéis de todo?, Navidad fue hace nada y ahora tener que sorprender porque si, ¡es un fastidio!. Por mucho que pases de esta fecha, los escaparates te dirán; “¡Haz un regalo a tu “churri”!”, puedes darle un gran disgusto a tu mujer si espera de ti, como mínimo, un ramo de rosas y no recibe ni una felicitación. No seas rata, ¡algún detalle tiene que caer!, sé original, ¡ráscate el bolsillo!, puedes añadir algo picante a vuestra vida y decir “te quiero” de diferentes formas: existen vibradores con forma de corazón entre muchos otros juguetes sexuales que puedes comprar para usar ambos. Será una cursi-fiesta, ¡pero que sea tu preferida!. Celebra San Valentín sin imposiciones de los grandes almacenes, el amor se demuestra con pequeños detalles y a diario, además puede ser una buena ocasión para tener sexo.

Etapas

Si estabas “colado” por alguien de adolescente un 14 de febrero, sorprendías con una carta y te vestías de rojo, ¡que todo el mundo supiera que estabas enamorado!. De universitario preparabas una cena con música romántica, había “'striptease” y masaje para terminar con banquete en el catre. Luego te independizas de tus padres, empiezas a trabajar y como buen galán con mayor presupuesto le regalas a tu amada un anillo, a los 365 días una pulsera de brillantes, al año una noche increíble en un hotel 5 estrellas, pasan 12 meses y otro anillo… un collar… un bolso… unos pendientes, etc. Ella te sorprende con: “¿Has visto amor lo que me he comprado para ti?", vestida con sexis ligueros y medias, así pasan años pasionales hasta que os casáis. Viajáis a Paris, otro año a tomar el sol a Canarias, tú sigues invirtiendo en joyas mientras ella luce lencería. Nace el primer bebe y vais a un SPA, pasan más años, otro crio y otro anillo. Lo siguiente será ir a una casa Rural en familia y con más parejas.

Haces balance y te das cuenta que has gastado una fortuna toda tu vida contentando a la parienta para terminar sin tener casi sexo ni ver más lencería, ¿te ha compensado?.

Ideas maravillosas

Siempre podrás dar forma de corazón teñido de rosa a tu vello púbico o pintar sobre el vientre dos orejitas, depilar el pelo del “chichi” y dibujar un conejito de Play-Boy, ¡tu chico puede quedar perplejo!. Si observas que su erección mengua, pregúntale; “Cielito, ¿No te gusta?". Si te responde: "Nena... ¿Qué hace aquí el conejito de Duracell”, ¡es que te has confundido de diseño de conejo!.

Gymkana erótica

Organiza una “gymkana erótica”, es ideal preparar una búsqueda del tesoro por toda la casa, con pistas y pequeños premios (preservativos de sabores, antifaz, fusta de goma). Dar vueltas abriendo regalos y superando pruebas del tipo: "Tienes que hacerme sexo oral hasta que me saques un orgasmo" o "Tienes que masturbarme sin quitarme la ropa", etc puede ser interesante y económico, ¿no?

Excitación asequible

¿Echas de menos la excitación?, quita las telarañas a tu relación, regala “confidencias”, contaros lo que de verdad os excita, ya es hora de hablar con sinceridad de lo que quieres te haga. Ir a salir a un sitio que nadie os conozca y hacer lo que os dé la gana, divertiros porque eso conduce al deseo.

Regala sexo

Saca la fiera que llevas dentro, ¡déjalo sin aliento!. Haz un encuentro fogoso regalándole placer con posturas para la ocasión. La flecha del amor: ella esta acostada boca arriba, coloca sus piernas abiertas, el varón colocado sobre ella boca abajo y mirando hacia sus pies, aquí se ayuda a que la vagina aparente más estrecha y el pene pueda estimular mejor al clítoris. La mariposa en el estomago: ambos acostados de lado, ella de espaldas (como la cuchara), pasará una de sus piernas sobre su cadera, el podrá estimular directamente el punto G. El arco de Cupido: mujer boca arriba, piernas abiertas y flexionadas, manos sosteniendo la cabecera de la cama para levantar la cadera en formar de arco con el cuerpo, él estará arrodillado frente a ella, favorece una penetración profunda.