El tío de Alcalá

‎La victoria de Tsipras en Grecia me recuerda al tío de Alcalá o el tío de América. Esta claro que los socios de Podemos tienen la impresión que sus tíos de Alcalá o de América les sacaran las castañas del fuego.

He viajado muchas veces a Grecia y he tenido amigos griegos, los innumerables Georgios, que corresponden a los jordis catalanes y no he visto nunca gente tan vital, tan simpatica, tan picara, tan desenfadada y tan campechana.

Una noche en Plaka, ese prodigioso barrio en las faldas del Partenón, con su música de Busuki y el famoso vino Retsina de gusto aspero, ilustra la joie de vivre, la alegría de vivir de los helenos. Sus fantasias,sus historietas, su camaraderia entre los hombres y esos aires de mujeres de harén de ellas con su complicidad picara.

Estoy convencido que gran parte de los votantes de Syriza no quieren simplemente pagar la deuda contraída por su país en los alegres tiempos de los Juegos Olímpicos del 2004 con dinero a espuertas de la Unión Europea. La austera Grecia de las sempiterna mujeres de negro, de popes barbudos y de hombres pasando las horas muertas en los cafés atenienses con su café turco, que ellos pudorosamente llaman "griego" y un pringoso vaso de agua y un enjambre de moscas dio paso a un país renovado en technicolor. Se viajaba. Se prosperaba. Los funcionarios, un diez por ciento de la población se repanchingaban felices en sus sillones y sillas burocráticas y podían chismorrear y hablar de fútbol con toda felicidad. Eran happy days. Nadie pensaba seriamente en que vivían de prestado y de arrimados cómo dicen en las telenovelas mexicanas de la Unión Europea, de sus socios ricos, especialmente Alemania y la poderosa Frau Merkel.

En Grecia habían existido después de la segunda guerra mundial dos partidos comunistas, del exterior y del interior, y en tiempos recientes surgieron los ecologistas para combinar un cóctel antisistema, que tenía sus adeptos, los clásicos partidos del diez por ciento. Retorica anticapitalista, estatismo que todo lo controla con nacionalizaciones del crédito y las fuentes de energia.

Un criptocomunismo de manual, de canciones épicas y de barricadas entre copazo y copazo, entre frustración y descalabro de sueños y ambiciones con los brazos caidos, como un maná que bajará del cielo por ser el pueblo elegido que inventó la democracia y cuna de la civilización occidental pasando por alto que antes de 1832, fecha de su liberación, tuvieron un larguísimo periodo de dominación y mezcla de sangre otomana.

Llegado el momento de la austeridad, de encarar como se devuelven 300.000 millones de euros, entre ellos la bagatela de 30.000 millones procedentes de España, muchísimos griegos han pensado en cómo encontrar un subterfugio para no pagar lo que deben, olvidarse de las fastidiosas hipotecas, de los desahucios por impagos voluntarios y de las deudas contraídas en tiempos en que había que cambiar de casa, comprarse un coche más grande y embarcarse en el consumismo saliendo de la caverna platónica de la austeridad.

Ademas juegan con una baza importante: su tío de Alcala, su tío multimillonario de América, que no les dejará caer en el precipicio y continuará ayudándoles para que no rompan la Unión Europea y causen un caos financiero al euro. El problema para ellos es si el tío de Alcalá o de América los deshereda y se quedan con sus pintorescos y furibundos indignados.

Que tipo de Musaka, la berenjena rellena, estrella de la cocina griega,les espera?!

(Joaquín Antuña es Presidente de Paz y Cooperación)