¿Podemos olvidarnos de Venezuela?

¿Sabes? Me resulta reiterativo Eduardo Inda, ese gran periodista de investigación, en las tertulias de la tele. A veces insiste tanto en los mismos temas que se pone pesado, muy pesado. Tanto que no te crees ya lo que dice porque habla siempre de lo mismo.

Su tema favorito es PODEMOS EN VENEZUELA. Lo que cobraron los de la cúpula por su trabajo, que interpreta como financiación que aporta el gobierno de Maduro al proceso político del núcleo intelectual del 15-M.

Tiene razón Inda; en parte tiene razón. Porque efectivamente algunos miembros de PODEMOS trabajaron para esa falsa democracia venezolana que se asemeja más al régimen cubano de los últimos cincuenta años que a cualquier otro país latino. También cobraron y no son baratos estos chicos.

Lo mismito que hace Aznar en Estados Unidos… Felipe González en toda América Latina… Y tantos políticos, incluso en activo, que están en la mente de todos. Solo existe una diferencia: ninguno de los que conozco tiene la preparación académica de Iglesias, Monedero, Errejón o Bescansa, las cuatro patas sobre las que se sustenta este fenómeno social que le ha metido el miedo en el cuerpo a esos señores que dominan los Mercados.

Entonces… ¿Podemos olvidarnos de Venezuela en las tertulias? Pues seguramente no, porque insistirán todos los afines al PPSOE en el mismo tema intentando confundir al electorado, como si fuéramos tontos, con un “Caso Podemos” que no existe.

—– Claro que no. En Venezuela siguen trabajando trescientos mil gallegos, algunos incluso para el gobierno. Unos cobran más y otros menos. Los hay que hicieron grandes negocios, incluso gente que se hizo rica…

Y el único delito que cometieron fue el de trabajar para ganar dinero. Así que, mientras nadie acuse de robar a los chicos de PODEMOS esas cantidades que cobraron, por muy desorbitadas que parezcan, no hay caso, solo se vislumbra miedo.

Miedo a que desaparezca del mapa político el hegemónico bipartidismo que nos tuvo a todos bajo su bota y que nos mandó con sus prácticas de gobierno a la más absoluta ruina. Esta es la única realidad constatada a día de hoy.

Ahora bien. ¿Cuáles han sido los resultados obtenidos por Venezuela gracias a los trabajos de, principalmente, los jóvenes Monedero y Errejón? Verás. He bebido en fuentes limpias, de esas que me recuerdan por su limpieza, las cristalinas aguas de la montaña gallega. Y esto es lo que hay.

Apenas un mes después de que Hugo Chávez se declarara socialista, en el 2005, nació el Centro Internacional Miranda, CIM, concebido para la promoción y difusión del sistema político “bolivariano”. Se financia con dinero público y lo integran intelectuales de distintas partes del mundo a los que se les pide asesoramiento para el gobierno venezolano y la defensa de su proceso dentro y fuera de Venezuela. El CIM funciona como una Fundación adscrita al Ministerio de Educación y tiene un presupuesto de 14,82 millones de euros.

Juan Carlos Monedero es miembro fundador de esta organización, de la que fue responsable de formación, además de ser asesor de Chávez, entre los años 2005 y 2010. Además, el secretario de Programa de PODEMOS, ha publicado cinco libros y numerosos artículos sobre el proceso bolivariano. Participó en foros e incluso dictó cursos de formación para cuadros políticos. Asimismo defendió públicamente en los medios de comunicación a los que tuvo acceso, tanto de Venezuela como de otros países, la Revolución Bolivariana.

Por su parte, Iñigo Errejón, a través de la consultora GIS XXI ha realizado estudios sobre el contexto político de Venezuela y encuestas de opinión. Errejón es el director de estudios sobre “identidades políticas” y ha realizado muchas investigaciones sobre asuntos latinoamericanos.

Estas son algunas de las propuestas de Monedero al gobierno venezolano:

— Construir un nuevo sector privado, dejando atrás al capitalismo y replantearse el destino de los excedentes. La inversión privada es bienvenida siempre y cuando pase antes por una transformación y acepte la inserción en el naciente contexto económico. Cuando Chavez ganó las elecciones del 2006, presentó su programa de gobierno al que llamó Proyecto Nacional Simón Bolívar y en él que se recoge esta iniciativa.

— Crear un Estado intervencionista. Según Monedero… “procesos de autogestión en empresas, impulso cooperativo, otorgamiento de microcréditos, empresas de producción y propiedad social, procesos formativos… son todos elementos de ese renovado tercer sector donde la ciudadanía detecta el problema, propone el proyecto y lo ejecuta, y el Estado desarrolla una labor de impulso, financiación, apoyo técnico y evaluación, a la búsqueda de un acomodo de las relaciones basado en la idea de subsidiariedad”.

— Dice Monedero que hay que poner fin al rentismo típico de las economías petroleras y culpa a este comportamiento de los problemas del país posteriores a la reestructuración de esta industria.

Estas son tres de las muchas aportaciones de Juan Carlos Monedero al régimen bolivariano a cambio de casi ese medio millón de euros que cobró por sus trabajos, que no es poco. Nos sirven de ejemplo.

Te preguntarás por los resultados y aunque yo no responsabilizo ni a esta doctrina dictada desde una perspectiva comunista ni al autor de los consejos, te diré que su aplicación no ha tenido éxito en Venezuela. Es más, dicen por allí que ha empeorado la productividad y las imágenes que nos llegan son tercermundistas.

También te preguntarás…

—– ¿Tendrá algo que ver esta “doctrina” con el programa de gobierno que presente PODEMOS para España?

Julio Feo, que fue jefe de Gabinete en Moncloa con Felipe González describió así su primer minuto en el despacho del Presidente del Gobierno. El único que habló fue el líder socialista…

—– Bueno… ¡Y ahora hay que gobernar!

Recuerdo que muchas de las cosas que el PSOE decía en su programa… se quedaron en el papel.