Opinión en Galicia

Buscador


autor opinión

Editorial

Ver todos los editoriales »

Archivo

Por sus señales los conoceréis

sábado, 24 de enero de 2015
Es curiosa la forma de interpretar el derecho que tienen algunos, que no sé cómo lo hacen pero diga lo que diga la norma ellos leen lo que quieren leer.

En este caso les hablo de la tontería de conflicto que se está montando con las señales de tráfico en Lugo, que como estamos en campaña electoral y no hay que pactar con el Bloque el Gobierno asegura que pondrá en los idiomas “cooficiales” (forma extravagante de decir que estarán en castellano y gallego) mientras que su socio intermitente, el BNG, exige que se cumpla la ordenanza sobre normalización lingüística (que también manda carallo – término que empleo en homenaje a este asunto) que refleja que las señales han de estar en gallego.

El PSOE en esto no tiene gran cosa que aportar, dado que en los habituales casos en los que tiene que rendir pleitesía a sus socios de quita y pon (por ejemplo en la Diputación a día de hoy, en el Bipartito de la Xunta o en los gobiernos de “coalición” encabezados por el propio Orozco) entiendo que en lugar de traje usan chándal, dada la facilidad con la que logran bajarse los pantalones. Que venga a decirnos que defienden la pluralidad quienes aprobaron que la Plaza de España, que todo dios sigue llamando Plaza de España, se pase a llamar “praza maior” es de chiste. Han sido cómplices necesarios de unas medidas adoptadas por quienes sienten escozor por una Nación que les ha dado la libertad de escupirle en la cara día sí y día también.

En el tema ridículo de las señales, patina el BNG en un asuntillo: la tal ordenanza del gallego es de 2012, mientras que en 2013 entró en vigor la nueva ordenanza municipal de tráfico, que en su artículo 69, idioma de las señales, dice claramente que las indicaciones de éstas se expresarán “en los idiomas oficiales de la Comunidad Autónoma de Galicia”, es decir, en los dos. Un abogado bueno, e incluso uno mediocre, les podrá explicar que una norma posterior deroga una anterior, así que prevalece la más reciente en caso de conflicto.

Con lo cual en breve veremos que las señales de Vado permanente pondrán eso además de “pasaxe permanente” o, por lo visto “vao permanente”, para que luego digan que el gallego no nos lo cambian cuando les sale de las narices. Habrá que ver qué “palabro” se inventan para cambiar lo de “permanente” porque les escuece notablemente usar palabras que pueda comprender con facilidad un castellanoparlamente que ignore el gallego.

Es decir que legalmente no tiene razón el BNG. Moralmente mucho menos, pero eso ya es su pecado original, porque en mi modesta opinión un grupo que nace para hacer la puñeta a la gente en lugar de defender sus ideas nace muerto por falta de comprender lo que realmente es la democracia. Y cuando digo eso es porque no sólo defienden el gallego, tarea noble y digna, sino que atacan el castellano, que ya no es ni tan noble ni tan digno porque el mismo derecho hay a usar una lengua que la otra.

La imposición del gallego, esa asignatura pendiente según el Bloque allá donde no gobierna, porque donde gobierna ya se encargan ellos de aprobarla con nota, es inaceptable desde cualquier punto de vista de quien se haya leído por encima cualquier definición de democracia. Esa manía por decir que lo suyo es innegociable y lo de los demás es una agresión me parece repugnante, y me causa exactamente el mismo rechazo que una imposición del castellano que terminó hace cuarenta años pero que sigue siendo el argumento de algunos para buscarse los garbanzos. Eso sí es herencia recibida y lo demás músicas celestiales.

Orozco ha sido cómplice de estas mamonadas, como en su día lo fue, quién lo iba a decir, el propio Don Manuel Fraga, que pensó que financiando generosamente al nacionalismo lo iba a comprar y lo único que logró fue alimentar a un monstruo que amenaza con devorarnos.

Los pactos en urbanismo y de presupuestos siempre han tenido la contrapartida envenenada de ceder terreno a un nacionalismo atroz que en Lugo es aún más irreal que en otros sitios porque aquí jamás ha habido problemas de convivencia idiomática hasta que llegó la política y lo pudrió todo.

Las señales se pondrán en las dos lenguas. Inconcebible que a alguien le pueda molestar. Entendería que el Bloque saltara como una hidra si fueran sólo en castellano pero no es el caso, y pretender que sólo estén en gallego es tanto como negar a una parte importante de la población el mismo derecho que exigen, y nadie les discute, a ellos: poder hacer su vida en la lengua que les apetezca.
Latorre Real, Luís
Latorre Real, Luís


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


PUBLICIDAD
ACTUALIDAD GALICIADIGITAL
Blog de GaliciaDigital
PUBLICACIONES