Música y palabra en San Xiao

Con la música de la banda de Ferrol y sus jóvenes intérpretes recorriendo los compases de Gluck (Ifigenia en Áulide, obertura) y Shostakovich (Folk Festival) en inusual y atractivo programa dirigido por el maestro Pillo, se clausuraba el acto institucional celebrado en el Teatro Jofre con motivo de la festividad de San Xiao. Un acto marcado por la puesta en valor de un sector primordial en la vida de los pueblos, la educación y también el de la libertad, concretamente, la libertad de expresión: “esencial para el descubrimiento de la verdad” como apuntaba John Stuart Mill y representada aquí por la entidad que en nuestro Ferrol ilustrado más apuesta por ella, el Club de Prensa.

Mientras esto ocurría en la ciudad que mejor sabe construir barcos, esos que abren fronteras y apuntalan hacia la inmensidad del mar, la libertad de expresión, derecho recogido en el artículo 19º de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, proclamados como la “aspiración más elevada del hombre”, volvía a ser brutalmente atacada en París, en la figura de los periodistas de la revista Charlie Hebdo, ocasionando muertos y heridos y la repulsa mundial hacia el radicalismo y “ la barbarie ultrajante para la conciencia de la humanidad”.

No vamos a dirimir ahora y aquí sobre la perspectiva filosófica del humor, la comicidad o la risa, manifestación humana que se encuentra en todas las culturas hace milenios. El Conde de Chesterfield la consideraba “impropia de caballeros”, Sthendal “el último poder que le queda a un hombre sobre otro”, Berger apunta que “lo cómico es la visión del mundo más seria que existe” mientras que otros señalan su espíritu liberador…

Lejos de estas cuestiones, surge algo incuestionable: “el advenimiento de un mundo en que los seres humanos, liberados del temor y de la miseria, disfruten de la libertad de la palabra”.