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Anímate a analizar

martes, 23 de diciembre de 2014
Se descubre desde la más tierna infancia. Un bebe ya se toca el pene porque es un apéndice que sobresale del cuerpo, y a partir de ahí se reprimirá o no las ganas de sentir eroticidad, como bien estudió Freud en sus teorías psicoanalíticas.

La masturbación masculina consiste en estimular el pene manualmente para darse placer.

Tocarse es una experiencia íntima: ya sea en soledad, o compartida, excita y da placer hacerse el amor a uno mismo. Cuando se llega a la adolescencia entre las hormonas revolucionadas, es cuando más pajas se hace un varón en su vida. A partir de ahí se debatirá entre tener; sentimientos de culpa, vergüenza, temores o inhibiciones, y que según tenga una buena orientación sexual así podrá disfrutar de su vida erótica privada e individual adulta.

Las motivaciones para ejecutar pueden ser, desde tener curiosidad sobre algo que estimule y atraiga sexualmente, hasta descargar esa ansiedad o tensión de forma automática.

Educación represora

Desde que uno descubre como tocarse, ese simple hecho comienza a formar parte de la vida sexual propia. Muchos adultos continúan masturbándose tal como empezaron de jóvenes, de forma infantil o ansiosa, siguiendo los mismos pasos, el que madura y evoluciona en como tocarse también lo hará en su inteligencia y capacidad emocional. Afortunadamente muchos han comprobado que no era cierto de que su alma estará condenada por la eternidad al purgatorio si ponían sus manos sobre sus “aparatos reproductivos” de forma jocosa y por “desfogue” sobre todo si han sido educados en ambientes estrictos religiosos.

TE ANIMAS A ANALIZARLAS

Tipos de pajas

La viciosa: es la que uno se hace cuando está salido sin necesitar muchas más justificaciones y repite con frecuencia, casi de forma adictiva. La dedicada: cuando te “la machacas” pensando en una tía buena que te pone como una moto, antes de que el recuerdo de tal hembra se evapore de tu mente. La “ociosa”: como te aburres, empiezas a tocarte y una cosa lleva a la otra, y … es decir, ¡no tienes nada mejor que hacer!, o también es una forma de “matar” el tiempo mientras esperas a alguien. La “experimental”: es cuando te da por hacer chorradas como probar con la mano contraria a la usual, echar cosas encima o jugar con utensilios diferentes. La “momento-zen”: en momentos de estrés, necesitas “relax total”, si estas a punto de enfrentarte a algo importante, ¡esta es la adecuada!. La “efecto-valium”: si te dan las tantas y no das dormido, al hacértela en cinco minutos estarás “en off total”. La “couldina”: te la haces porque te duele la cabeza, con la intención de que te pase. La higiénica: por motivos ajenos a tu voluntad llevas una larga temporada que no te comes una rosca, y por necesidad fisiológica necesitas “vaciar la fábrica de espermatozoides”, es imprescindible “mover a la fiera interna” y pasar a la acción individual para evitar que te salgan poluciones nocturnas. La “champions”: Has conocido a rapaza maja con la que has tenido una noche impresionante de pasión, cuando lo recuerdas en soledad, te “la pelas” para celebrarlo de nuevo. La sorpresiva: notas algo raro, miras hacia tus partes ... !Ahi va! ?Y esto? Te das cuenta que estás empalmado y no sabes por qué, pues ya que estas, habrá que aprovecharlo, ¿no?. La “ahora o nunca”: Te la haces simplemente porque estás "Solo en casa". La “preparativa”: quedas con alguien y no quieres quedar mal porque prevés triunfar en bastos, ¿qué mejor que una “buena manuela” para evitar desagradables caídas del sistema hidráulico. La “preventiva”, cuando tienes una cita, no quieres que las ganas de “embestir” te nublen la mente, necesitas todas tus fuerzas puestas en una conversación sensata, no quieres quedar mal por culpa de una inoportuna e imprevista erección que posiblemente vayas a tener. La “rutinaria”: esa que siempre va el mismo día a la misma hora para no perder las buenas costumbres. La “sms”: la ejecutas en plena charla de sms o wasp, y como nadie te ve, mientras te escriben, o te mandan fotos, tú te tocas tímidamente y zasss, ¡disfrutas!.
Castro Liz, Ana
Castro Liz, Ana


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


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