Lo que el mundo da de sí
Darriba, Luz - miércoles, 17 de diciembre de 2014
Hands up. Don´t shoot! (o lo que el mundo da de sí)
México cava una fosa y aparecen decapitados. Iguala es sólo la punta del iceberg, pero la costumbre de matar y el acostumbramiento a la muerte se ha hecho carne en las y los habitantes de aquel país. Ni hablar de Ciudad Juárez, donde han sido asesinadas miles de mujeres, por las que nadie ha respondido. Un país dominado por los narcos y los políticos cómplices. Un país, cómo diría la poeta Poniatowska, que mata a sus maestros. A sus maestros, a sus mujeres, a su cordura.
Pero el poderoso vecino nos continúa avisando de que nada en el fondo ha cambiado. Las formas que llevaron a un negro a la Casa Blanca, no evitaron que el racismo siga siendo uno de los ejes del pensamiento de buena parte de los estadounidenses. Las cárceles están llenas de negros (lo de afroamericanos no mejora su condición de siempre parias) y latinos; las calles están llenas de negros pobres, de latinos pobres durmiendo al ras y viviendo de la beneficencia. ¡Triste mundo éste en la que la vida humana vale según el color de la piel y la piel de la billetera!
Michel Brown, un joven afroamericano, como les gusta decir, murió gritando que tenía las manos alzadas, que no le dispararan; otro, Eric Garner agonizó durante cuatro horas y media en las que nadie le prestó auxilio. Imploraba: I can´t breathe. No puedo respirar, no podemos respirar, cuesta tanto creer que podamos respirar en un mundo donde el país más poderoso de la tierra insiste en ser racista, donde en nombre de la seguridad nacional se cometen violaciones contra los derechos humanos de personas a las que no les asiste el más mínimo derecho. Torturas que ruborizarían a Pinochet o a Videla, desapariciones forzadas, desprecio absoluto por sus semejantes. Ningún responsable, impunidad total. ¿A qué os hace acordar?
Tampoco recordaré que andan por ahí sueltos los responsables de la masacre sin sentido de más de un millón de iraquíes (yo estuve allí y la única arma de destrucción masiva que encontré fue el uranio empobrecido que largaban los yanquis y que acaba con la vida de miles de niños y niñas produciéndoles cánceres de todo tipo, y contra el que tuvieron que luchar un año entero mis intestinos y los de una diputada de IU por Málaga). Ya lo denunció Garzón (manía de algunos jueces de ir contra el poder establecido) y así le fue, así que yo nanai
A todo esto, el presidente negro, afroamericano de las narices, fue distinguido por la incongruente academia sueca con el mismísimo Nobel de la Paz, como adelanto a lo que nunca haría.
Lo que sí hacen, buena parte de los servicios de seguridad de todos los estados de la unión, es machacar, por las dudas, a negros y latinos. Una especie de Minority Report vocacional de andar por casa, que llevan en el alma.
Por casa, poco se puede decir, la mordaza aprieta que te c
O sea que no voy a recordar cómo son tratadas las personas que arriesgan la vida para pisar este sacrosanto suelo. No seré yo quien diga que los apalean, los torturan, los convierten en guiñapos, transgrediendo toda la legislación internacional asumida por España, para devolverlos (en caliente, dicen, calientes, diría yo, si dijera algo, cosa que no puedo por lo de la mordaza) a la muerte, con toda probabilidad.
Tampoco voy a decir -por las dudas- que el zopenco del ministro conminó a quienes se quejan (yo no, porque vivo en un país donde la democracia es de traca) a llevarse a estos seres humanos, tan humanos mucho más, seguro- como el ministro de marras, a sus casas. Una típica ocurrencia del famoso cuñaooooo, o sea, una absoluta estupidez que no denuncio ya que la mordaza me produce urticaria, me impide pensar con claridad y me provoca unas náuseas insoportables.
Y me parece un poco raro (pero tampoco lo digo) que ahora que nos enteramos por el presidente Rajoy (el único que está al tanto del milagro) que se acabó la crisis y que vamos a volver a ser los primeros en el ranking de los menos menesterosos (empezando por la cola), se necesite implementar una ley, sin consenso ninguno, para acallarnos. ¿Por qué habríamos de protestar?
Hands up, don´t shoot, I can´t breath o, para acabar Discepolianamente: que el mundo fue y será una porquería, ya lo sé, en el 510 y en el 2000 también. M voy a scar la mrdaza para lvrla, que encima lgo huele fatl y hasta ls moscs se espantn.

Darriba, Luz