Andan a vueltas todos los fachas del país con el programa económico de Podemos, la mosca cojonera que sobrevoló la primavera española de este 2014, que está a punto de dejarnos con aún mas miserias de las que teníamos, gracias al mal hacer de un gobierno que ha pasado ya el extremo de la derecha.
- Lo único que les preocupa es seguir en la poltrona.
Los que nacimos con vocación internacionalista nos hemos fijado esta semana en un pequeño país del tamaño de nuestra Galicia, Uruguay, en donde viven tantos hermanos nuestros que allí te sientes como si estuvieras en tu propio territorio.
Fue la CNN la que nos dio un pantallazo, del que me avisó mi amigo Javier, contándonos una anécdota de José Mujica, el presidente uruguayo.
Más o menos, se resume así:
- ¡Deme una moneda suya, Pepe
!
Le gritó un indigente, mientras Mujica atendía una entrevista, provocando la risa de los presentes. Sin embargo el presidente, tras unos segundos en silencio, echó mano de su cartera y le dijo
- Mirá hermano, moneda no tengo pero
¡No llorés carajo, toma!
Y Mujica le dio un billete de 100 dólares. El hombre en vez de gracias, le dijo
- ¡Quiero que sea presidente para toda la vida!
A lo que Pepe replicó de inmediato
- ¡Noooo! ¡Sós loco! ¡Nooo!
Lo que puede parecer una anécdota populista y simple es toda una lección de política popular: Jamás en España verás a un pobre indigente cerca del presidente del gobierno y mucho menos que este se detenga ante un pobre pero buen hombre.
Entre otras cosas porque el presidente español niega la existencia de la pobreza de Estado, a pesar de la campaña que está llevando a cabo el Banco de Alimentos en los grandes supermercados españoles y en la que por fortuna se demuestra que detrás de tanto incompetente hay un pueblo tremendamente solidario.
- ¡Solidaridad! ¡Qué hermosa palabra si la pronunciásemos todos más a menudo!
