Una 'wendy' al servicio de los demás

A la sombra de un varón que sea “Peter Pan” convivirá una mujer con temor al abandono.

El síndrome de Wendy se caracteriza por una necesidad absoluta de satisfacer a los demás como pueden ser; la familia, amistades, el marido o hijos. Una mujer así al temer el rechazo y abandono, no puede controlar el rumbo de su vida ya que siente que le amarga la soledad, se enfocará así en controlar a sus seres queridos para que la necesiten. De niña seguramente, se han sentido excluida o desprotegida, con lo que de adulta compensará esa falta de protección asumiendo la responsabilidad que sus padres no han tenido con ella, haciéndolo hacia todo aquel que la rodee. Por pareja, de forma inconsciente escogerá a un varón con el síndrome de “Peter Pan”, serán complementos perfectos uno del otro. Su comportamiento se centrará exclusivamente en sentirse aceptada a todas horas sacrificando sus propios intereses.

¿Cómo actúa en familia?
Si puede, les hará los deberes a sus hijos, les despertará por las mañanas para que no lleguen tarde aunque tengan edad de ir a la universidad, les ayudará en cualquier cosa, buscará hacerles siempre la vida hiperfácil. De ama de casa asume todas las responsabilidades para que nadie del hogar tenga que hacerlo. Buscará exageradamente y constantemente agradarlos. Sentirá una gran necesidad de aceptación y aprobación que le llevará a querer ser imprescindible siempre, así que evitará que los demás se molesten, esforzándose en complacer cualquier deseo ajeno. Son madres sobreprotectoras que ven el amor como un sacrificio o resignación, buscando por todos los medios que nadie se enoje, y pediran perdón por cualquier cosa.

Su origen
La educación recibida, es la que crea esa personalidad, sus experiencias de vida y las circunstancias actuales en las que está inmersa pueden ser origen de ser así, esa tendencia super-responsable se manifiesta ya en la adolescencia. Afecta por igual a varones y féminas, aunque es más frecuente entre ellas. Si tu madre o padre es excesivamente sobreprotector podrá crear en ti un gran deseo de independencia y esto también pasa en algunos casos. Esta forma “tan preocupada” de actuar se puede copiar tal cual de tus progenitores o tan solo de uno de ellos, reproduciéndolo al crecer con todos los que te relaciones, convirtiéndote en “Wendy-Generacional” y pasándolo a tus hijos, éstos a tus nietos, y así sucesivamente de generación en generación.

A la sombra de la pareja
Una persona así irá de madre “sustituta”, de niñera de su pareja. Se tomará la responsabilidad de “cambiarlo” y esperará pacientemente a esa trasformación, eternamente. Lo escuchará, perdonará y justificará constantemente aunque eso le cueste un gran vacío emocional.

Supéralo
Quienes sufren este trastorno, se ven que hacen lo necesario por los demás, no creen que lo hagan mal ya que son generosas al cubrir las necesidades afectivas de todo el mundo. Pero lo primero que debe hacer, es reconocerse el “desgaste” energético que sufre y lo poco que se da a sí mismo. Debería relacionarse de forma más equitativa con los demás, para dar y recibir por igual. Aprender a decir no sin sentirse la responsable de todo lo que sucede a su alrededor ni de las responsabilidades ajenas. Existe un gran complejo de inferioridad que con las adecuadas habilidades sociales se puede llegar a tener más satisfacción personal. Muchas de estas mujeres se suelen sentir "quemadas" o agobiadas con frecuencia, para superarlo deben reconocer su miedo a la soledad y a partir de ahí aprender a hacerse un lugar en la vida para luego saber dar libertad en sus relaciones. Transigir y ser flexible, tolerar los espacios del prójimo y cuestionar aquello que no guste, defendiendo los propios derechos, eso no significa agredir a los demás sino que expresar lo que uno quiere, dignifica, ¡no te dejes mas avasallar!.