Tiran más...

TIRAN MÁS DOS TETAS QUE DOS CARRETAS

Con la excitación sexual, el flujo de sangre que llega a los pechos hace que aumenten de tamaño

La parte tan sensual conocida por: “pechos”, “senos”, “mamas” o “tetas”, relacionadas con nombres de frutas también, como; “melones”, “peras” o “naranjas”, o ciertos objetos; “globos” o “botones”, además de decir que son “ubres” si son tan grandes como las de una vaca, sea como se les denomine, es una zona sagrada que da vida y debe ser tratada con total respeto y admiración pero sin llegar a pasarse a la obsesión. Debatirse entre sí mirar a los ojos o a un buen escote, cuando se coloca una hembra con todo su potencial enfrente a un varón, es de difícil elección para algunos. Si vas a un pub y te sirve una camarera con grandes “intenciones” en su zona pectoral, tendrá más usuarios para pedir una copa que cualquier otra. Una mujer que tiene poco pecho querrá tener más y quién tiene mucho, se le caerá, es el eterno problema. Estar contenta o no con el tamaño a veces va ligado a si la pareja está satisfecha con esa dotación delantera.

Psicosis

Desde tiempos remotos, la mujer “tetuda” era la más fértil y sexual. Los senos son importantes en el encuentro íntimo heterosexual o lésbico. La publicidad, moda o cine han puesto de moda una talla 100, desear aumentarlas es pensar que dos buenas tetas te van a resolver la vida. Según estadísticas una hembra bien dotada tiene más posibilidades de encontrar trabajo que una que posea una anatomía con pechos más modestos. No parar hasta operarse para sentirse mejor, acoge una personalidad insatisfecha, varios estudios coinciden en que las mujeres que se implantan senos grandes son depresivas y son más propensas a cometer suicidio incluso después de operarse que las que están a gusto con el pecho natural.

Fetichismo

Los pechos de las mujeres están entre los juegos sexuales favoritos de muchos hombres. Si a tu pareja le ponen más tus protuberancias que tu personalidad, alucinando con ese tamaño y más si es difícil de abarcarlo con ambos brazos, estando todo el día pegado a ellas y con ganas de ordeñarlas a todas horas, quizás sea un fetichista. Una chica de grandes tetas tiene una ventaja sexual enorme frente a las de senos más modestos, resulta fascinante para un varón que con tan solo pensar en estas dos razones ¡se le ponga dura!.

¿Es vanidad?

Acostumbrase a que tu estado de ánimo dependa exclusivamente de tu apariencia, ¡es terrible!, el bienestar interno es otra cosa. Hay mujeres impresionantes físicamente que no están cómodas con su forma de ser. Pasar por un aumento de pecho, al parecer, hace ganar confianza en el físico pero la operación no te garantiza la belleza ni el equilibrio interno. Hacerlo por tener un defecto en las mamas y necesitar sentirse mejor, son motivos muy diferentes que quien lo hace creyendo que con solo eso, tiene garantizado el amor de un hombre o la envidia de las demás.

¡No me las toques!, ¿o tal vez si?

Los senos son la clave para el orgasmo, la energía sexual es activada en el polo positivo (pechos) antes de que fluya hacia el polo negativo (vagina y clítoris), según el tantra. Cuando las tetas desbordan energía se produce una resonancia vibratoria en la vagina y es cuando una mujer se encontrará receptiva para tener sexo. Unos pezones sensibles, tienen la capacidad de emitir e irradiar energía, equivalentes a la punta del pene. Es muy importante aceptar y amar los senos como son porque ellos son los “agentes activos” de tu energía sexual. Una mujer que haya sufrido afectivamente, debido a traumas infantiles o sexuales, o haber sido tratados sus senos de forma brusca puede tener poca sensibilidad en esa zona, porque su conexión energética se ha bloqueado y seguramente sean las que no quieren que se los toquen jamás, ni logren disfrutar cuando su pareja se los acaricia. Los pechos están conectados con el chakra del corazón, y se debe ser sumamente delicado con ellos para que una mujer se abra con todo su esplendor al placer.