Falange Española de Podemos

Dice el CIS que Podemos es ya la tercera fuerza política española, lo que señala que los falangistas han vuelto, aunque ahora ateos.

Los españoles que estudiamos Formación del Espíritu Nacional (FEN) sabemos detectar a quienes siguen los principios joseantonianos, aunque se presenten como marxistas.

Un famoso y veterano periodista que estudió FEN, José García Abad, director de medios económicos izquierdistas, afirmó estos días que “Podemos es una formación populista nutrida por gente de extrema izquierda y ultraderecha”.

Acierta porque eso es, exactamente, la Falange, y también Podemos. Ambas se basan en igual lucha de clases: la de los explotados, los ciudadanos, contra los explotadores, que son sobre todo “La Casta” de los partidos políticos democráticos y burgueses.

El punto 6 de los 27 enunciados por José Antonio Primo de Rivera, concluye advirtiendo que los partidos burgueses son “un sistema inorgánico de bandos en lucha” que debe desaparecer, idea central de Podemos transmitida a Hugo Chávez y a Nicolás Maduro, entre otros.

El discurso de Pablo Iglesias Turión (PIT), José Antonio reencarnado, repite el punto 12 del falangismo: “La riqueza tiene como primer destino mejorar las condiciones de vida de cuantos integran el pueblo. No es tolerable que masas enormes vivan miserablemente mientras unos cuantos disfrutan de todos los lujos”.

Los primeros puntos de Falange se refieren al Imperio, a transmitir los valores de la Hispanidad, como Podemos los suyos por la Hispano-América bolivariana, extensible a la peronista.

Menos su dedicación al catolicismo, Podemos calca a la Falange exigiendo el control público de la economía y los sectores estratégicos, como la banca, la medicina, los medios informativos, la energía o la alimentación.

Sí, el pseucomunismo de Podemos es la Falange modernizada, readaptada, y PIT, el carismático José Antonio contemporáneo.