Verbo

¡Cuantas lágrimas por ti, por mi, por la humanidad!
Desde los acantilados de mi amargo desespero,
golpeé con puños de acero muros de la Eternidad,
buscando a un Dios verdadero que hable de amor y equidad.
Ante el silencio procaz, increpé al mar y al cielo,
y con afiebrado anhelo grité. Dónde…? Dónde estás…?,
que no ves tanta orfandad y este agraz despeñadero,
locura y opacidad.
¡No…! No hallé mi Dios ni en el cielo,
viendo al sátrapa mendaz succionando al mundo entero, con su ejército rapaz.
Hay prohombres y banqueros, políticos, tonsurados,
con togas y otros logreros, que en sus embudos mentales
y en sus logias pedernales, viven de espaldas al pueblo.
Con sus sangrientos caudales y petróleos genocidas, sin límites de maldad,
Del mar hacen cementerios, de acantilados y playas,
y dársenas de cristal, negro infierno de alquitrán,
lágrimas, desolación y un homicidio de sueños.
Por su apetito voraz,
Masacran de hambre la infancia, nacida para volar,
y se pudren sus graneros.
¡Dios mio…! Por donde estás…?
En esta Aldea-Global, el énfasis son misiles
e ingenios para matar.
Necrófilos argonautas en palacios de cristal,
gestan guerras, a la carta, con su estrategia abisal.
Planifican hambre y muerte,
para sustentar las fauces de hidrópicas cajas fuertes.
Para rechinar las almas. No fue el sida suficiente…?
Álamo tiene las claves de la global conmoción,
que a los parias precipita a ese mar de consunción.
¡Son grandes sepultureros!.
Saben diezmar poblaciones, sin sonrojo en sus gracejos.
¡Señor…! Dónde están tus ojos?. Dime dónde, dónde están…?
¡Moderna piratería!.
Tienen mil formas sutíles que emplean hace milenios.
Crean perversas alianzas de un orden universal
y de infundios crean los cuernos y el fantasmal enemigo,
para poderlo robar.
La plebe en su miopía no descubre la perfidia
que la puede aniquilar.
Hay un estado pigmeo con sus imperiales fueros,
se ríe del orbe, en su empeño, prepotente y pertinaz,
de dejar tierra arrasada,
porque lo apoya el Sultán de un imperio irracional,
cavernario y torticero.
Y para el pueblo “Elegido”, no es ese el mejor camino.
¿Que tú amas la libertad? No robes la del vecino.
El odio no es consejero del cual poderse fiar.
Amarás a tu enemigo si pretendes progresar.
¡Señor…! Tanta infamia… Es tu verdad…?.
El monarca con su gula y su galáctica fiebre acuña dolor ajeno,
desamparo, iniquidad, en su cosmos de veneno.
Si un chaleco no remedia esta ordalia letal
de orgías y desenfreno, estallará el planisferio
en aras de un Dios brutal.
Mi enloquecido furor gozoso daría la sangre
por salvar la humanidadde esta ignominia falaz.
¡No…! No me quiero callar…
Por mil gargantas aullando ante el silencio estelar,
grité… ¿Dónde el Verbo Amar…?
Y en un graznido nefando me respondió el desconsuelo,
en este mundo en “descielo”, jamás hallareis la paz.
¡Que nos asistan los dioses…!,
negros, blancos o malayos, si es que algún poder les queda,
para romper las cadenas y la cruel rapacidad,
locura, asfixia, gangrena, de esta obscena realidad
que flagela nuestros sueños, en su médula ancestral.

Desde mi gripal y febril cama
En Ourense, 5-12-2002

(Nota)
Toda mi desnudez
en esta exposición.
¡Cruda…! ¿Verdad…?
Yo así veo el panorama.
¿Que tú lo ves rosa…?
Tendré que visitar un
oftalmólogo emocional y que
me revise los ojos del alma.

(No apta para académicos y puristas)

Si rompí reglas, métricas, rítmicas, etc…
Ríanse. Yo lo hago de mi todos los días,
para no reventar.

GRACIAS

(De salutación a los amigos)