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El hijo del Presidente

viernes, 28 de marzo de 2014
Se me fue la semana y se me fue el político de mi mayor admiración, que no hubo otra cosa de que hablar, incluso en la aldea, de lo que significó Adolfo Suárez González como presidente de la España democrática… una vez muerto el dictador. En este sentido todo el mundo destaca la capacidad que tuvo para conseguir el consenso en aquellos tiempos en los que ser del PCE era ser clandestino y ser del PSOE, cuando menos, un ilegal.
El hijo del Presidente
Fíjate. Tras el dolor por la muerte del presidente más respetado y más admirado por todos cuantos le conocimos, se esconde, en ese último momento en el que Suárez se apaga, una especie de espíritu conciliador que conseguiría reunir a todos los políticos, de todos los signos, en torno a su féretro, en el Congreso de los Diputados.

Suarez, como el Cid, fue líder después de muerto y ninguna voz discordante se atrevió a romper su último pacto, cuya foto más representativa es la de Aznar flanqueado por Zapatero y González.

Pero para mí, como persona, sin analizar más allá de la muerte de un padre de familia que vivió una ingrata fantasía en estos últimos años, hay otro protagonista importante con vela en este entierro. Me refiero a Adolfo Suárez Illana, el nuevo cabeza visible de una familia azotada por la desgracia y que como hijo de una figura de tamaña dimensión como la de su padre, mantuvo siempre la compostura ante posibles ambiciones políticas ofertadas… para dedicarse al cuidado del hombre que toda España adoró hasta el último segundo.
El hijo del Presidente
Adolfo Suárez Illana, al que no tengo el gusto de conocer personalmente, se merece por fin un descanso antes de retomar esa vida profesional que le devuelva a la normalidad y ojalá sea durante muchos años. Porque desprende como gente el mismo halo de bondad que desprendía su padre.

Finalmente, de esta semana de tanta pena me quedo con el último gesto: el del pueblo español haciendo inmensas colas durante 24 horas para decirle adiós en persona al que fue, decían todos, el mejor presidente de la historia de España.

¡Que Dios lo tenga en su gloria!
Rodríguez, Xerardo
Rodríguez, Xerardo


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