Mirando para Cuenca

TE VOY A
PONER MIRANDO
PARA CUENCA

Descubre el origen y la connotación sexual de tan conocida expresión y cuál es su postura

Originalmente se decía: “te voy a poner mirando a la Meca”, postura adoptada por los musulmanes orando hacia su templo, acostados sobre sus rodillas, cuerpo, muy encogidos y sumisos. Al nacionalizar la expresión se encontró que el sustituto ideal sería Cuenca ya que posee pasado musulmán además de tener mezquita, existen restos de la cultura islámica, por lo que ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad. Los de Cuenca dicen: “te voy a poner mirando para Teruel”, ¿¡para cambiar de vistas!?. A la postura se le conoce vulgarmente como posición del “perrito”, o “a cuatro patas”, donde una persona (varón o fémina) recibe la penetración apoyándose en sus extremidades con sus piernas separadas o juntas, mientras que el activo se coloca por detrás del receptor y le inserta el pene en su órgano receptor, osea: vagina o el ano.

A cuatro patas

No a todas les gusta dar la espalda, puede desde liberar y dejarte llevar abandonándote al placer, concentrándote tu excitación sin distraerte con la mirada del amante, a eso no saber ni con quien estas. Generalmente a todos los varones les gusta disfrutar de esta perspectiva que muestra el cuerpo femenino en su máximo esplendor; una cintura, caderas y nalgas realzadas siempre atraen. La penetración es menos profunda, las nalgas ayudan a mantener distancia del pene con la vagina, puede ser de utilidad cuando es muy largo. Produce una excelente estimulación de las paredes frontales de la vagina y el movimiento es controlado por la mujer con sus caderas, facilita también el orgasmo dar “cachetes” si a esta le gusta.

Protocolo

Encontrar el momento adecuado y el protocolo para ejecutar tal acción puede ser complicado, nunca un tío debería practicar ni proponer esta postura de primeras, porque con cuatro sacudidas de nada podría correrse en 30 segundos y dejar la femenina “a dos velas”. Si quieres hacérselo bien, ejecuta siempre como postura final después de haberla estimulado lo suficiente y haya tenido muchísimos orgasmos.

Generosidad Considerable

Que te empotren desde atrás, resultando un mete y saca que sólo da placer a uno y esa no es la fémina, donde muchas veces para el varón el sexo es como un deporte extremo y solo él se encuentra con el orgasmo. Existen muchas maneras de conseguir que se “corra” una chica y se deben tener en cuenta, es frustrante dar estritas y claras instrucciones de: "me gusta" o "no pares", “sigues así que vas bien ohhh” y él no hacer caso a esas instrucciones. Estimado “macho cabrío”: ¿cómo te sentirías si en pleno acto dijeras; "estoy a punto de correrme en tu coñito" y la reacción de la hembra fuera “parar de golpe”, cambiar de postura no haciendo caso de tu placer y buscando solo el suyo?. Sólo hay dos formas inequívocas de saber si a una mujer le apetece que la pongas mirando a Cuenca; una es preguntárselo y te diga que sí y otra es que por propia iniciativa se dé la vuelta y se contoneé con su trasero, hablando así su lenguaje corporal.

Riesgos a evitar

Tener el cuerpo lleno de “moratones” no es nada sexi aunque lo ocasione una noche llena de pasión. Si vas agarrar por la cintura con una fuerza animal, darle la vuelta a una chica como si fuera una muñeca para demostrarle lo potente que eres y lo que le vas hacer disfrutar además de a donde debe mirar, ten en cuenta lo que tienes alrededor. Haz inventario mental antes de nada: ¿la cama tiene cabecero? ¿Qué objetos tiene la mesilla de noche? Porque se puede ocasionar un accidente sin necesidad. Hay otras áreas que estimuladas a la vez como son los "pezones" y clítoris" fusionadas con esta postura (a ver cómo te las arreglas) puedes enloquecer a tu chica, además si le juntas las rodillas le proporcionarás una mejor estimulación del punto G.