Noches de ronda
Dopico Vale y Piñeiro, Julia Mª - miércoles, 12 de marzo de 2014
Por los que dejan que su corazón
se quede prendado a la música de la rondalla.
Bandurrias, laúdes, guitarras
.canciones y cintas de colores sobre recias y negras capas que cubren a los rondadores que llenan, como cada año, las calles de Ferrol de canciones, acordes y melodías de una música que fluye del corazón, con el sentimiento a flor de piel, en una tradición única, exclusiva y distintiva: nuestra Noche de Pepitas.
Cada rondalla apura los preparativos para la gran fiesta, despidiendo a las anteriores madrinas, presentando a las nuevas y también sus renovados repertorios, con versos que ensalzan la belleza de la mujer ferrolana, convirtiéndose los rondallistas en verdaderos poetas cantores, como un día lo fue Orfeo con su laúd de sombra, con el que gritando un nombre, de entre las profundidades magníficas, buscó y encontró el amor. Una fiesta entrañable, en la que hay mucho de entusiasmo e ilusión y que este año adquiere un relevante significado, por haber sido reconocida por el Consello de la Xunta como Fiesta de Interés Turístico de Galicia, también por su larga tradición, que se remonta a finales del siglo XIX y pervive hasta la actualidad y porque con todas nuestras rondallas, se procederá a inaugurar el próximo sábado día 15, el flamante Auditorio Municipal, en el acto oficial de las Pepitas, marcado por un claro ejercicio de ferrolanía con esta música popular y sencilla pero también emocionante y hermosa.
Vuelen así las rondas a sus rondadores, las tunas a los tunantes, los versos a las canciones, los poetas a los trovadores y todos a las calles de Ferrol, engalanado de banderas y escarapelas entonando el son de pasacalles, valses y habaneras
que harán la delicia de un tiempo renovado de alegría y fiesta.

Dopico Vale y Piñeiro, Julia Mª
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