Desde los aquelarres

ANILINGUS: DESCUBRE EL BESO NEGRO

Una lengua juguetona puede recorrer la espalda y posar su punta en el canal de las nalgas.

No es una práctica sexual muy usada ni comentada por las esquinas de cualquier bar, no tiene que ver con besar de forma apasionada o tierna a tu amado en sus morros, puede ser sencillamente delicioso y si se hace con cierto sentimiento generará éxtasis total, a lo que en terreno amatorio se conoce como beso negro. Ese hueco que se ubica entre tus nalgas, conocido como “ano”, zona poco apreciada y habitualmente desprestigiada como sucia, o fea y que su función es la de eliminar desechos alimentarios anteriormente degustados muchas horas antes, si lo unes a otra zona de tu pareja habilitada para hablar, besar o comer, como es la boca y la lengua, eso resulta ser un anilingus. Si te crees muy moderno en terreno sexual y abierto de mente deberías dominar también esta modalidad y aunque equidistan bastante estos dos destinos casi opuestos del cuerpo humano de uno y del otro, encontrar el placer en esa combinación puede resultar terriblemente erótico. El ano suele ser poco explotado por los heterosexuales sobre todo para el disfrute del propio varón pocos se atreven a dejarse hacer aunque les guste proporcionar placer a la fémina por tal orificio. Aquí confluyen muchísimas terminaciones nerviosas, así que no solo los gays se deberían beneficiar de este descubrimiento.

Varón “hetereo” ponte a ello con empeño, no temas y lánzate porque esta zona es realmente estimulable para conseguir orgasmos más duraderos y expansivos luego en tu pene y gozar de nuevos placeres, ¡nadie dice de meter nada que no sea solo la lengua, déjate lamer y succionar!.

La primera vez

Realizar un primer acercamiento puede ser complicado, todo es cuestión de tener confianza, mucha higiene y sentido del humor. Si se lo quieres plantear a tu pareja, no lo toques sin antes haberlo hablado porque puede soltarte un guantazo y dejarte sola en la cama o decirte eso de : “¿Qué demonios estás haciendo?”, obviamente si es así, abandona inmediatamente la idea. Si lo hablas previamente y ya hay consentimiento o mientras le tocas te sonríe y te dice: “umm pero que me haces picaruela”, entonces puedes seguir adelante sin temor explorando la zona. Descubrir cómo es y cómo os sentís jugando con aceites o lubricantes a base de agua favorecerá el deslizamiento todo ello es sumamente excitante. Con instrumentos eróticos (vibradores anales) o plumas de ganso, dulces o alguna sustancia como yogurt o helado, se puede aderezar y resultar más apetecible la zona.

Higiene anal

Sería interesante que eliminaras el exceso de vello para que no quedará “atrapado” nada y así tener una cierta estética visual, los hay que ven el trasero como una selva llena de maleza y da miedo adentrarse ahí. La limpieza es muy importante de la boca al ano hay que usar los productos que correspondan para el mantenimiento de cada lugar. Representa un riesgo importante, aproximar la boca a los genitales inmediatamente después de haberla introducido en el ano, o besarse con ambas bocas pues ello puede provocar el ingreso de bacterias.

Posiciones recomendadas

En la edad media cuando se montaban los aquelarres, misas negras o reuniones para iniciar en el culto al diablo, el protocolo era dar un beso en el ano a un “macho cabrío” como contraposición al beso que se da en los labios de la boca con amor, lo contrario sería en el trasero para formar parte de la cuadrilla del diablo, de aquí se le debe el nombre. También se le llama: beso del colibrí, inserción de la lengua lo más profundo en el ano, hace referencia a las aves que utilizan su lengua de una manera similar para recoger el néctar de las flores, o beso Polaco, sea como le quieras poner, el objetivo es excitar lo máximo posible a tu querido o amada. Las posiciones del “69” y el “perrito” son las mejores para disfrutar de esta alternativa tan diferente.