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El Cebreiro (V)

jueves, 13 de febrero de 2014
Catastro del Marqués de Ensenada, relación de los vecinos de la feligresía de Santa María de Cebreiro, por orden alfabético de nombre, 18 de noviembre de 1752

El Cebreiro (V)Hidalgos:
Don Antonio Prado, mayor de edad, casado, con cuatro hijos mayores de los dieciocho años, dos hijas; vivían en una casa de planta baja, cubierta de paja, situada en Barxamayor, que medía 7 varas de frente por 13 de fondo; un molino harinero de una rueda, situado en el río de Barxamayor; además de 48 parcelas, que todas ellas eran del directo dominio del Hospital de Nuestra Señora de Cebreiro, al que pagaba anualmente veintiún ferrados de centeno, la sexta parte de otro, ocho reales de réditos de un censo redimible de ciento trece reales de su principal. Diez maravedís de tocino, seis manojos de paja para cubrir la iglesia parroquial y el edificio del Hospital; otros veinticuatro maravedís de un censo redimible; diez maravedís de alcabala, cuyas propiedades disfrutaba por foro.
Don Antonio López, de veintiocho años, casado; vecino de la parroquia de San Estebán de Liñares, era poseedor de ocho parcelas sitas en la demarcación parroquial del Cebreiro.
Don Juan Antonio González de Arce, era dueño de una caballería mular para su uso.
Don Manuel de Fontevedra, de cuarenta años, casado con tres hijos mayores de los dieciocho, una hija y dos hermanas; disfrutaban una casa terrena, cubierta de paja, situada en Fontevedra, que medía de frente 13 varas y 25 de fondo; además de 25 parcelas. Todo ello del directo dominio del Hospital, al que pagaba veintiuno ferrados y medio de centeno, por foro, un ferrado de trigo; a su vez percibía por la vivienda dos reales y cinco maravedís de rédito de un censo redimible de su principal setenta y cinco reales de vellón. Además pagaba cinco maravedís por alcabala.
Dñª María Valcarce, vecina de la feligresía de San Andrés de la Faba, en el reino de León, tenia diez parcelas en la demarcación parroquial del Cebreiro, que sumaban veintidós ferrados y medio de extensión.

Labradores
Antonio Prado, mayor de edad, casado, tenia cuatro hijos mayores de los dieciocho años y dos hijas; todos ellos vivían una casa terrena, cubierta de paja situada en Barxamayor, que medía 7 varas de frente por 13 de fondo; además de 47 parcelas, un molino harinero de una rueda, situado en el río de Barxamayor. Todas las parcelas eran del directo domino del Hospital, al que pagaba por foro veintiuno ferrados de centeno y la sexta parte de otro; ocho reales de réditos de un censo redimible; trece reales doce maravedís de tocino, seis manojos de paja para cubrir la iglesia y el hospital, y veinticuatro maravedís de réditos de un censo redimible, diez maravedís de alcabala; cuyos bienes disfrutaba por foro.
Antonio López Varga, mayor de edad, casado, con un hijo mayor, dos hijas, dos nietas y un criado; vivía en una casa cubierta de paja situada en Fonteferreira, que medía 17 varas de frente por 13 de fondo; además de 29 parcelas, cuyas propiedades eran del directo dominio del Hospital, al que pagaba trece ferrados de centeno, veintiséis reales de vellón por réditos de un censo; ocho maravedis por alcabala; seis manojos de paja para cubrir la iglesia y hospital; por otra partida pagaba a Manuel Díaz de Mata cinco ferrados de centeno por administración antigua, a José López, por otra parcela pagaba dos ferrados de centeno en virtud de adquisición.
Antonio Ferreiro, mayor de edad, casado, con dos hijos, uno mayor de los dieciocho años y otro menor y dos hijas; disfrutaban de una casa cubierta de paja, situada en Penaseara, que medía 16 varas de frente por 12 de fondo; además de un hórreo y tres parcelas que eran del directo útil de José Gómez, vecina de la misma parroquia, al que pagaba por ellas dieciséis maravedís, un ferrado y la sexta parte de otra por virtud de subforo.
Antonio Fernández, de cuarenta años, casado, con un hijo menor de edad, a sus padres y un criado menor; vivían en una casa terrena, situada en Barxamayor, que medía 11 varas de frente por 14 de fondo; además de 42 parcelas; siendo todas las partidas del directo dominio del Hospital de Cebreiro, al que pagaba cada año veinte ferrados de centeno de renta, medio lechón cebado, una gallina todo por foro; a su vez tenía la obligación de contribuir con seis manojos de paja para la cubrición de la iglesia parroquial y del priorato, ello en reconocimiento de señorío y vasallaje; de alcabala paga ocho maravedís, y a su vez por la casa y una parcela pagaba cinco reales y cinco maravedís de réditos de un censo redimible, su principal 180 reales de vellón.
Antonio Núñez da Mata, mayor de edad, viudo, con un hijo mayor de los dieciocho años casado en su compañía, tres hijos menores y dos hijas; vivían en una casa terrena en el lugar de A Mata, que medía ocho varas de frente por seis de fondo; otra vivienda de planta baja y piso alto en el mismo pueblo de cinco varas de frente por seis de fondo; un molino harinero de una rueda en el regueiro da Anduriña, que molía durante cuatro meses del año. Además trabaja cuarenta y cuatro parcelas. Siendo todo ello, del directo dominio del Hospital al que pagaba treinta y tres ferrados de centeno y la mitad de un carnero, ello, en virtud de foro; seis manojos de paja, ocho reales de alcabala, por razón de señorío y vasallaje.
Antonio Díaz, de cuarenta años, casado, un hijo menor de edad, tres hijas, su suegra, un cuñado y una cuñada; vivían en una casa cubierta de paja en Foxos, que medía 10 varas de frente por 16 de fondo, otra casita terrena que medía 6 varas de frente 12 de fondo; cuarenta y cinco parcelas, un molino harinero, de una rueda al sitio de Counavía, que molturaba ocho meses al año. Las partidas antecedentes eran del directo domino del hospital mesón convento de Santa María de Cebreiro, al que pagaba cada año dieciocho ferrados de centeno, un ferrado y un sexto de trigo, cuatro manojos de paja, medio lechón cebado, y la veintiuna parte de otro, cuatro reales de vellón en concepto de réditos de un censo rédemible, su principal ciento treinta y tres reales y nueva maravedís; seis manojos de paga y ocho maravedís de alcabala, uno y otro por virtud de foro.
Antonio Fernández, de cuarenta años, un hijo menor de edad, a su padre y un criado; vivían en una casa terrena, en el puelbo de A Mata, cubierta de paja, que medía 18 varas de frente por 14 de fondo; otra casa terrena, cubierta de paja que servía para guardarla en el sitio de Piornal, que medía 4 veras de frente por 3 de fondo. Además de 47 parcelas, todo del directo dominio del Hospital, al que pagaba por foro nueve ferrados de centeno, además dos partidas estaban grabadas con un censo de doscientos setenta y seis reales y veinticuatro maravedís por los que pagaba ocho reales de réditos; ocho reales de alcabala; seis manojos de paja, a su vez paga a Manuel Díaz, vecino de A Mata dos ferrados de centeno en virtud de adquisición; así mismo percibía por todas las partidas Domingo Ferreiro, vecino del pueblo de Modreiro, un ferrado de centeno en virtud de posesión antigua.
Antonio Núñez, de profesión tabernero y estanquillero; mayor de edad, viudo, tres hijos mayores de los dieciocho y una nieta; vivían en una casa terrera, cubierta de paja, situada en Pedrafita, que medía 22 varas de frente por 13,5 fondo; tenía 36 parcelas; todo ello, del directo dominio del Hospital de Cebreiro, al que pagaba veintitrés ferrados de centeno por virtud de foro, además por una parcela abonaba seis reales por réditos de un censo antiguo de doscientos reales de su principal; ocho maravedís por alcabala, seis manojos de paja para cubrir la iglesia y el priorato, ello, por razón de señorío y vasallaje. A su vez don Pedro Luis de Ulloa, señor y dueño de la jurisdicción de Noceda, por una parcela percibía seis ferrados de centeno y la tercera parte de otro por la adquisición antigua.
Antonio López Zamarra, de cuarenta y seis años, una hijo menor de edad y una hija; vivían en una casa terrena, cubierta de paja, situada en la aldea de Barxamayor, que medía nueve varas de frente y doce de fondo; otra casa de piedra que media cinco varas de frente por cuatro de fondo, era de planta baja y piso alto, cubierta de paja en el mismo lugar. Un molino harinero de una rueda al sitio de Prado de Cima, que molía cuatro meses al año, otro molino de una rueda al sitio de río Counavía, que molturaba la mayor parte del año. Era uno de los pocos feligreses que tenía propiedades y casa propia, no pagando renta alguna, al no ser las provinciales, las generales, el diezmo y la primicia.
Antonio Rodríguez, de cuarenta años, casado, con un hijo menor de edad, tres hijas, y tres sobrinos menores; habitaban una casa terrena cubierta de paja situada en Pedrafita, que medía de frente 21 varas de frente por 14 de fondo; además 36 parcelas; todo del directo dominio del hospital del Cebreiro, al que pagaba treinta y seis ferrados y medio de centeno, seis manojos de paja, seis reales de vellón por redención de un foro de cien reales de su principal; ocho maravedís por alcabala.
Antonio Rodríguez, de cuarenta años, casado, tenía un hijo menor de edad, tres hijas y tres sobrinos menores; todos ellos vivían en los tres octavos de una casa terrena, cubierta de paja, situada en O Cebreiro; 4 parcelas, todo del directo dominio del priorato, al que pagaba veintiséis maravedis por réditos de un censo redimible de ciento veintiséis de su principal.
Antonio Santín, vecino de Vilaverde, parroquia de San Juan de Padornelo, tenia la cuarta parte de un molino harinero, de una rueda, situado en el sitio do Batán, que molía cuatro meses al año con el agua del arroyo de O Temple.
Antonio López, vecino de San Juan de Hospital, tenia medio ferrado de prado de secano en términos de la parroquia de O Cebreiro.
Antonio do Coedo, vecino de San Juan de Padornelo, tenía un molino de una rueda, situado en A Pedriña.
Antonio López, vecino de San Estebán de Liñares, disfrutaba de nueve parcelas en el término de la feligresía de O Cebreiro.
Antonio Pérez, vecino de San Esteban de Liñares, hacía uso de catorce parcelas, situadas dentro de la demarcación de O Cebreiro.
Andrés López, vivía en una casa terrena, cubierta de paja, situada en Barxamayor, que medía 8 varas de frente por 11 de fondo; además de 49 parcelas; todo del directo dominio del hospital, al que pagaba veinticinco ferrados de centeno; medio lechón, dos gallinas, seis manojos de paja para cubrición de la iglesia parroquial y del edificio del priorato, esto último por razón de reconocimiento y vasallaje; a su vez pagaba ocho maravedís de alcabala. Por la palloza también pagaba al hospital siete reales y catorce maravedis en concepto de réditos de un censo rédemible de doscientas cuarenta y siete reales de principal. A su vez pagaba a don Juan Alba, vecino de Veiga de Valcarce cuarenta y cuatro reales, ello, por pensión sobre dichos vienes en concepto de legítima y herencia que le pertenecían de antiguo al estar las propiedades prohíndivisas.
Andrés Lamas, vecino que fue del pueblo de Fontevedra y que se hallaba ausente, tenía catorce parcelas.
Amaro de Espín, de cincuenta años, viudo, con un hijo, tres hijas y un yerno; vivían en una casa terrena, cubierta de paja situada en Barxamayor, que medía 11 varas de frente por 12 de fondo; además de un molino harinero en el río Counavía que molturaba cuatro meses del año; en tierras 47 parcelas. Todas las partidas eran del directo dominio del hospital, pagando al padre prior del mismo dieciocho ferrados de centeno, dieciocho libras de tocino, seis manojos de paja, veintiséis maravedís, de réditos de un censo redimible de veintiséis reales de su principal que se hallaban hipotecados sobre la vivienda, ocho maravedís por razón de alcabala.
Agustina Rodríguez, viuda, un hijo mayor de los dieciocho años, cuatro hijas y dos criados, uno mayor y el otro menor; vivían en una casa cubierta de paja que medía 21 varas de frente por 14 de fondo; era de planta baja y piso alto, estaba situada en la aldea de Fonteferreira. Otra casa terrena, cubierta de paja, que mida 7 varas de frente por 6 fondo, en el mismo pueblo; además llevaba 42 parcelas, que lo mismo que todos los demás vecinos aquí citados eran prados de regadío y secano, cortiñas de labor, barbechos y montes cerrados. Todo del directo dominio del priorato al que pagaba por virtud de foro, reconocimiento de vasallaje y alcabala veintidós ferrados y medio de centeno; veintiséis maravedís de réditos de un censo rédemible de veinticinco reales de su principal que se hallaba grabado sobre las dos casas; seis manojos de paja. Por una parcela abonaba a don Francisco Valcarce, vecino de la entonces villa de Monforte una gallina por foro. Por otra parcela pagaba a José Antonio López, vecino de la misma feligresía medio ferrado de centeno, en concepto de adquisición y posesión antigua.
Bartolomé Fernández, de ochenta y cuatro años, con dos hijos mayores de los dieciocho, uno casado y en su compañía, cuatro nietos menores de edad, un criado menor de dad; habitaba una casa terrena, cubierta de paja, situada en la aldea de A Moeda, que medía de frente 7 varas y 18 de fondo; además de doce parcelas; todo del directo dominio del hospital; pagando por la vivienda y una parcela catorce reales y veinte maravedís, en concepto de réditos de un censo rédemible de cuatrocientos ochenta y seis reales de su principal. Por los otros vienes restantes abonaba once ferrados y medio de centeno, en concepto de foro; ocho maravedis de alcabala; seis manojos de paja para techumbre de iglesia y hospital; por sendas parcelas pagaba a don Francisco Valcarce, vecino de Monforte veintidós ferrados de centeno en virtud de un subforo; por otra partida cotizaba a Pedro Carballo, vecino de la misma parroquia cuatro ferrados de centeno.
Bartolomé de Andrés; de sesenta años, casado, con un hijo menor de edad, dos hijas, y un yerno mayor de edad; habitaba una casa terrena, cubierta de paja, situada en Foxos, que medía de frente 11 varas y 16 de fondo; además explotaba 53 parcelas, siendo todo ello del directo dominio del hospital, al que pagaba quince ferrados de centeno; medio carnero, medio lechón cebado; tres manojos de yerba seca y la quinta parte de una gallina, ello por foro; además por la vivienda pagaba veinticuatro maravedís de réditos de un censo rédemible de veinticinco reales de su principal; así mismo pagaba ocho maravedís de alcabala, seis manojos de paja. A su vez abonaba a Pedro Pérez, vecino de la misma feligresía cuatro ferrados de centeno, ferrado y medio de trigo en cada año por adquisición.
Bartolomé de Villasol, vecino de San Juan de Padornelo, tenia en dicho termino parroquial la cuarta parte de un molino.
Benito de Villabol, de sesenta años, casado con un hijo menor de los dieciocho, y tres hijas; vivían en una casa terrena, cubierta de paja, situada en el pueblo de Fontevedra, que medía de frente 20 varas y 14 de fondo; a su vez trabaja 30 parcelas. Todo era del directo dominio del hospital, al que pagaba anualmente siete ferrados y medio de centeno y la cuarta parte de una gallina, todo en virtud de foro; por la vivienda y dos parcelas abonaba nueve reales en concepto de réditos de un foro rédemible de trescientos reales de su principal; por alcabala pagaba ocho maravedís; seis manojos de paja en concepto de reconocimiento de señorío y vasallaje; así mismo por otra parcela cotizaba a José López, vecino del cercano pueblo de Fonteferreira cuatro ferrados de centeno, ello en virtud de adquisición; por otra parcela pagaba a don Pedro Luis de Ulloa, dueño y señor de la jurisdicción de Noceda, cinco ferrados de centeno, en virtud de adquisición antigua.
Benito Lóuzara, mayor de edad, casado, con un hijo mayor de lis dieciocho años, una hija y un criado menor; habitaban una casa terrena, cubierta de paja, situada en la aldea de Busnullán, que medía de frente 20 varas y 12 de fondo; trabaja 24 parcelas, siendo todo del directo dominio del hospital, al que pagaba doce ferrados de centeno en concepto de foro; a su vez por la vivienda abonaba veinticuatro maravedís por razón de réditos de un censo rédemible de veinticuatro reales y medio de su principal; seis manojos de paja. Por el derecho útil de una parcela cotizaba a don Francisco Valcarce cinco ferrados de centeno, una libra y media de manteca de vaca cocida.
Benito González, de cuarenta y seis años, casado con tres hijos, una hermana y un criado menor de edad; habitaba una casa terrena, cubierta de paja situada en A Moeda, que medía de frente 12 varas y 11 de fondo, llevaba en el mismo lugar otra pequeña construcción de 5 varas de frente 4 de fondo; además de 14 parcelas. Todo del directo dominio del hospital, al que pagaba anualmente diecisiete ferrados y medio de centeno, siete libras y media de queso, ello, en concepto de foro; además cotizaba cuatro reales y medio de vellón en concepto de réditos de un censo redimible de ciento cincuenta reales de su principal; ocho maravedís de alcabala; seis manojos de paja.
Benito López, de veintiocho años, casado, con una hija y dos hermanos mayores de los dieciocho años; moraban en una casa terrena, cubierta de paja, con su hórreo situada en As Teixoeiras, que medía de frente 15 varas y 12 de fondo; además de siete parcelas. Todo del directo dominio del hospital al que pagaba tres ferrados de centeno en concepto de foro; once reales de vellón réditos de un censo rédemible de sesenta y seis reales y doce maravedís de su principal.
Benito Andrés, de cuarenta y ocho años, casado, con tres hijos menores de edad y su padre mayor, que habitaban una casa terrena, cubierta de paja, situada en Foxos, que medía de frente 9 varas y 18 de fondo, tenía un hórreo; además llevaba 51 parcelas, siendo todo del directo dominio del hospital, al que pagaba anualmente diecisiete ferrados de centeno, tres cuatros de un lechón cebado; otros tres cuartos de un carnero, tres cuartos de una gallina y sesenta y nueve manojos de yerba seca, todo por foro; cinco reales y un maravedí de vellón por réditos de un censo rédemible de ocho reales de su principal; ocho maravedís de alcabala, seis manojos de paja para cubrir la iglesia y el hospital.
Benito Fernández, de treinta y seis años, casado, con un hijo menor de edad, tres cuñados, uno de ellos mayor de edad y los otros dos menores, una cuñada y a su suegra; disfrutaban de una casa terrena, cubierta de paja, situada en el lugar de Foxos, que medía 9 varas de frente por 14 de fondo; además de 56 parcelas, siendo todas las partidas del directo dominio del hospital al que pagaba diez ferrados de centeno, medio ferrado de trigo, tres manojos de yerba seca, una gallina un cuarto de otras dos octavas partes de un carnero, dos lechones cebados a escoger entre los que hubiera en la casa; dos reales y veinte maravedís de réditos de un censo rédemible de ochenta reales de su principal; ocho maravedis de alcabala, seis manojos de paja, y además por tres parcelas abonaba a don Pedro Luis de Ulloa, seis ferrados de centeno.
Bernardo Santín, de treinta y dos años, casado, con un hijo menor de edad, tres cuñados mayores de los dieciocho años y a su suegro casado mayor; habitaban una casa terrena, cubierta de paja, situada en Foxos, que medía 10 varas de frente 20 de fondo; un hórreo, y 33 parcelas, todo ello del directo dominio del hospital, al que pagaba anualmente catorce ferrados de centeno, un ferrado de trigo, medio lechón cebado, medio carnero, tres manojos de yerba seca, seis manojos de paja, seis cuartos de réditos de un censo rédemible, y dos reales de alcabala.
Blas Núñez, mayor de edad, casado, con dos hijos mayores de edad, tres hijas y un nieto; vivían en una casa terrena, cubierta de paja, situada en Pedrafita; un hórreo y 40 parcelas, todo del directo dominio del hospital, a cuyo padre prior, administrador del mismo pagaba veintidós ferrados de centeno y dos tercios de otro, ello en concepto de foro; por la vivienda abonaba cinco reales de vellón en concepto de réditos de un censo rédemible de ciento sesenta y seis de su principal; ocho maravedís por alcabala y ocho manojos de paja.
Clemente Carballo, de cuarenta años, casado, con cuatro hijos mayores de los dieciocho años; habitaban una casa terrena, cubierta de paja, situado en Barxamayor que medía de frente 11 varas por 15 de fondo; además de 46 parcelas, todo ello del directo dominio del Hospital de Nuestra Señora del Cebreiro, a cuyo padre prior, administrador del mismo pagaba anualmente en concepto de foro veintiún ferrados de centeno, medio lechón cebado, una gallina en pluma; además abonaba por la vivienda seis reales de vellón de un censo rédemible de doscientos reales de su principal; ocho maravedís de alcabala, ocho manojos de paja para cubrir la iglesia y el hospital, las dos últimas partidas en reconocimiento de señorío y vasallaje.
Carlos Aira, de profesión arriero y tabernero, de cuarenta y tres años, casado, tenía tres hijas; moraban en una casa terrena, cubierta de paja, situada en O Cebreiro, que medía de frente 9 varas por 3 de fondo; además trabaja 10 parcelas, todo del directo dominio del hospital, al que pagaba anualmente en concepto de foro nueve ferrados de centeno; por la palloza abona seis reales de vellón por réditos de un censo de ciento treinta y nueve reales de su principal.
Cayetano Fernández, de profesión estanquillero, de veintisiete años, casado, una hija y una hermana; vivían en una casa terrena, cubierta de paja, situada en el pueblo de Foxos, que medía de frente 11 por 16 de fondo, además trabaja 36 parcelas; siendo todo ello del directo dominio del hospital, al que anualmente pagaba en virtud de foro trece ferrados de centeno, medio carnero, medio lechón cebado, tres manojos de yerba seca; también abonaba veintiséis maravedís de vellón en concepto de réditos de un censo redimible de veinticinco reales de su principal; ocho maravedis de alcabala, dieciocho maravedís por razón de secretarial y vasallaje.
Ciprián Santín, vecino de la feligresía de San Estebán de Liñares, tenia diez parcelas dentro de la demarcación de la parroquia de O Cebreiro.
Domingo García, de cincuenta y tres años, casado, tenía en su compañía a un hermano casado mayor de los dieciocho años, un hijo de menor edad y una hija; habitaban una casa terrena, cubierta de paja situada en Foxos, que medía de frente 12 varas y 16 de fondo; además de 50 parcelas, todo ello, del directo dominio del hospital, al que pagaba por foro veintiún ferrados de centeno, un ferrado y cuarto de trigo, tres cuartos de un carnero, tres cuartos de un lechón cebado, dos reales y nueve maravedís en concepto de réditos de un censo rédemible de setenta y seis reales de su principal grabado sobre la vivienda; por alcabala ocho maravedís y seis manojos de paja por reconocimiento y vasallaje.
Domingo García, de cuarenta y cuatro años, casado, dos hijos menores de los dieciocho años y dos hijas; vivían en una casa de planta baja y piso alto, situada en Fonteferreira, que medía de frente 13 varas y 12 de fondo; además de 21 parcelas; siendo todo del directo dominio del hospital, al que pagaba anualmente por foro dieciséis ferrados de centeno, medio carnero. A su vez por la vivienda y una parcela abonaba tres reales de vellón y veinte maravedís en concepto de réditos de un censo rédemible de ciento veinticinco reales y treinta y dos maravedís de su principal; por alcabala paga ocho maravedís y seis manojos de paja. Por dos parcelas cotizaba a José Antonio López, vecino de la misma parroquia cuatro ferrados de centeno por posesión antigua; a don José Pérez de Arrojo por otra parcela pagaba un real y diez maravedís, esto por réditos de un censo rédemible de cincuenta reales de su principal; por otra parcela cotizaba a Francisco Santín, vecina de la misma parroquia dos ferrados de centeno anual, ello, por el concepto de demasía de dotación de vienes y legítima antigua.
Domingo Ferreiro, de cincuenta años, casado, con un hijo casado en su compañía y dos hijas; vivían en una casa terrena, cubierta de paja, situada en Modreiro que medía 16 varas de frente y 12 de fondo, un hórreo puesto sobre cuatro píes y 66 parcelas, todo del directo dominio del hospital al que pagaba anualmente 63 ferrados de centeno, un lechón cebado, una gallina en pluma y un tercio de otra, tres ferrados y medio de cebada seca, todo por foro. Por la vivienda cotizaba seis reales de vellón y diecisiete maravedís, en concepto de réditos de un censo rédemible, siendo su principal doscientos diecisiete reales; ocho maravedís de alcabala, seis manojos de paja; por dos parcelas pagaba a don Antonio López vecino de la parroquia de San Estebán de Liñares seis ferrados de centeno, en virtud de adquisiciones, también por otras seis parcelas rendía cuenta de tres ferrados de centeno en concepto de adquisición.
Domingo Lindoso, de cincuenta años, casado, con tres hijos, y un hermano también casado que vivía en su compañía; habitaban una casa terrena, cubierta de paja situada en Barxamayor que medía de frente 13 varas y 10 de fondo, un hórreo y 56 parcelas; todo del directo dominio del hospital, al que pagaba diecinueve ferrados de centeno, dos tercios de un carnero; veinte libras de tocino todo ello en virtud de foro. A su vez por la vivienda abonaba tres reales de vellón en concepto de réditos de un censo redimible, su principal cien reales de vellón; por alcabala cotizaba ocho maravedís, seis manojos de paja.
Domingo García, de treinta y dos años, casado, con dos hijos menores de edad y una hija; habitaban una casa terrena, cubierta de paja, situada en Fontevedra, que medía de frente 18 varas y 12 de fondo; además llevaba 23 parcelas, todo del directo dominio de don Pedro Luis de Ulloa, dueño y señor de la jurisdicción de Noceda, al que pagaba por
foro doce ferrados y medio de centeno y por la vivienda pagaba al Priorato del Cebreiro seis reales y veinte maravedis, que eran réditos de un censo de doscientos veinticinco reales de vellón de principal; por una parcela cotizaba a Manuel García de Modreiro, vecino de ésta misma parroquia seis ferrados de centeno, renta anual por adquisición.
Domingo Andrés Cela, de profesión arriero y tabernero; de cuarenta años, viudo, con un hijo menor de edad, una hija y una criada; moraban en una casa terrena, cubierta de paja, situada en O Cebreiro, que medía de frente 20 varas y 14 de fondo, además, llevaba 6 parcelas; siendo todo del directo dominio del hospital, al que pagaba cuatro ferrados de centeno, uno de trigo y por la palloza cuatro reales y diecisiete maravedís, por réditos de un censo redimible, siendo su principal ciento cincuenta reales, además de otros ocho reales por razón de alcabala.
Dominga del Río, viuda, tenía un hijo menor de edad; vivían en una casa terrena arruinada en el lugar de Busnullán, que medía de frente 8 varas y 5 de fondo; además de 13 parcelas. Todo del directo dominio del hospital al que pagaba anualmente trece ferrados de centeno, un cuarto de una gallina, ello, por foro.
Estebán Núñez, de treinta años, casado, con tres hijos, menores de edad y un hermano; habitaban una casa terrena, cubierta de paja, situada en Pedrafita, que medía de frente 19 varas y 13 de fondo; además de treinta y seis parcelas, siendo todo del directo dominio del hospital, al que pagaba quince ferrados de centeno; por la palloza abonaba ocho reales de vellón por un censo rédemible de doscientos setenta y seis reales de su principal; la alcabala eran ocho maravedís, seis colmos o manojos de centeno para cubrir la iglesia parroquial y el hospital, monasterio.
Francisco López, de cincuenta años, casado, con dos hijos mayores de edad, cinco hijas y dos nietos menores de edad; vivían en una casa terrena, cubierta de paja, situada en Fontevedra, que medía de frente 18 varas y 12 de fondo; además de 24 parcelas, todo del directo dominio del hospital, al que pagaba anualmente ocho ferrados y medio de centeno, además por la casa pajaza contribuía con veintiséis maravedís de réditos de un censo de veintiséis reales de vellón; ocho maravedís por alcabala, seis manojos de paja; por otra parcela del mismo cupo pagaba a Rosendo López Raposo, vecino de Cebreiro, cuatro ferrados de centeno en concepto de adquisición; por otra finca cotizaba a José Fernández Rei, vecino de la parroquia de Santiago de Doncos, seis ferrados de centeno, también por adquisición pagaba a Placido Espín, vecino de Barxamayor dos ferrados de centeno.
Francisco Fernández, de sesenta años, viudo, con un hijo menor de edad, dos hijas, una hermana, un yerno viudo de cuarenta años y dos nietas; moraba en una casa terrena, cubierta de paja, situada en Pedrafita, que medía de frente 20 varas y 12 de fondo; además de 19 parcelas, siendo todo del directo dominio del hospital, al que pagaba anualmente veintiún ferrados de centeno; por un censo rédemible pagaba seis reales de vellón siendo la base del mismo doscientos treinta reales; ocho maravedis de alcabala y seis manojos de paja.
Francisco Santín, mayor de edad, casado, tres hijos, y dos hijas; habitaban en una casa terrena, cubierta de paja, situada en Barxamayor, que medía de frente 10 varas y 14 de fondo; un hórreo contigo a ella; un molino harinero situado en Prado do Muín que molía cuatro meses al año; además 43 fincas. Siendo todo del directo dominio del hospital, al que pagaba anualmente veintidós ferrados de centeno, medio lechón cebado, tres gallinas en pluma, todo esto por foro. A su vez por la palloza cotizaba veintiséis maravedís de vellón, ello, por réditos de un censo de veinticinco reales de vellón de su principal; ocho maravedís por alcabala, seis manojos de paja; también tenía que pagar a don Pedro Luis de Ulloa, siete ferrados de centeno por los mismos vienes.
Francisco Carballo, de setenta años, casado, con un hijo mayor de edad, una hija y tres nietos; vivía en A Lagua de Tablas en una casa terrena, cubierta de paja, que medía 12 varas de frente por 12 de fondo, un hórreo contigo a la misma y 29 parcelas; siendo la palloza y 23 fincas del directo dominio del hospital, al que pagaba anualmente por foro catorce ferrados de centeno; por la palloza y una finca abonaba veintiséis maravedís de un censo rédemible de su principal veintiséis reales y doce maravedis; ocho maravedís por alcabala; otras cuatro parcelas eran del directo útil de don Francisco Valcarce, vecino de la villa de Monforte, al que abonaba anualmente doce ferrados de centeno; siendo el dominio de éstas tierras del hospital; otras dos parcelas y media eran del directo dominio de don Alonso de Armesto, vecino de la villa de Villafranca del Bierzo, al que cotizaba anualmente ocho ferrados de centeno por subforo cuyo dominio directo era del hospital; por otras dos parcelas pagaba a don José Antonio López, vecino de Fonteferreira, seis ferrados de centeno, ello, en concepto de adquisición, a su vez por otra finca pagaba al mayordomo de la cofradía de Nuestra Señora cinco reales de vellón, por réditos de un censo redimible, siendo su principal ciento sesenta y seis reales y veinte maravedís de vellón.
Francisco Galán, vecino de la parroquia de San Juan de Padornelo, tenía en los términos de ésta feligresía la cuarta parte de un molino, que estaba en A Pedriña y molía cuatro meses al año, con agua del arroyo de Anduriña.
Francisco López, de cincuenta años, casado, tenia dos hijos menores de los dieciocho años, cinco hijas y dos nietas menores de edad; moraban en una casa cubierta de paja, situada en el pueblo de Fonteferreira, que medía de frente 18 varas y 12 de fondo, tenía un hórreo y 28 parcelas; siendo todo del directo dominio del hospital del Cebreiro, al que pagaba anualmente dieciocho ferrados de centeno; a su vez por la palloza y una parcela abonaba tres reales de vellón por réditos de un censo redimible, siendo su principal cien reales de vellón; ocho maravedis por alcabala, seis manojos de paja. También pagaba a José Antonio López, una parcela cuatro ferrados de centeno, en virtud de adquisición; cotizaba a Tomás Gancedo, vecino de Rubias, parroquia de San Martín de Zanfoga cuatro ferrados de centeno, sin que supiera dar razón de que parcelas se trataba.
Fernando López Villapún, casado con un hijo ya casado y mayor de edad, una hermana y un criado menor edad; habitaba una casa terrena, cubierta de paja situada en Foxos que medía 10 varas de frente por 15 de fondo; además de 49 parcelas, todo ello del directo dominio del hospital al que pagaba anualmente quince ferrados y medio de centeno y la octava parte de un ferrado de trigo; cuarto y medio de un lechón cebado; dos manojos de yerba seca, a su vez por la palloza cotizaba seis reales de vellón, ello, en concepto de un rédito redimible de 200 reales de su principal; también percibía ocho maravedís por alcabala; seis manojos de paja, para cubrir la iglesia parroquial y el edificio destinado a priorato. Pagaba a Felipe Arias, vecino de la misma feligresía, dos ferrados de centeno, por una parcela; a don Luis de Ulloa, otros dos ferrados de centeno en virtud de adquisición.
Froilán Pérez, de cuarenta y cuatro años, casado, tres hijos menores de dad y dos hermanos mayores de edad; moraba en una casa terrena, cubierta de paja, situada en Modreiro, que medía 17 veras de frente y 12 de fondo, con un hórreo, además de 22 parcelas; todo ello del directo dominio del Hospital, Priorato, Mesón de Nuestra Señora do Cebreiro al que pagaba anualmente once ferrados de centeno, la tercera parte de un lechón cebado, media gallina; manojo y medio de yerba seca, ello, en virtud de foro. Lo mismo que los demás vecinos de la parroquia tenían que pagar la alcabala, la misma ascendía a ocho maravedis de vellón; aportaba seis manojos de paja para la cubrir la iglesia parroquial y el hospital. Por otra parcela incluida en el cupo de las veintidós, abonaba a Antonio López vecino de San Estebán de Liñares cinco ferrados de centeno de renta por adquisición y subforo que de ella tenía.
Froilán Fernández, de cincuenta años, casado, un hermano mayor de edad, una hermana y su madre; habitaba una casa terrena, cubierta de paja, situada en Fonteferreira, que media de frente 12 varas y 10 de fondo; además de 29 parcelas, lo mismo que casi todas las propiedades que en la fecha había en dicha parroquia eran del directo dominio del monasterio hospital del Cebreiro, al que pagaba por foro anualmente la cantidad de dieciocho ferrados de centeno, medio carnero. A su vez por la palloza y una parcela, que por norma general solía ser la colindante a la misma, es decir el huerto o la cortiña, cotizaba la cantidad de cuatro reales de vellón, éstos en concepto de un rédito redimible de ciento treinta reales y nueve maravedis; también aportaba seis manojos de paja de centeno; por otra parcela del mismo cupo pagaba a Antonio López, de la parroquia de Liñares tres ferrados de centeno; por otra finca abonaba a la cofradía de Nuestra Señora tres reales de vellón y doce maravedis, en calidad de réditos de un censo rédemible, siendo su principal ciento doce reales y diez maravedís; por otra partida o finca abonaba a don Andrés Pérez de Arrojo, vecino de San Andrés de Veiga, parroquia de la provincia de León, tres reales de vellón por réditos de un censo rédemible, siendo su principal cien reales de vellón. A su vez percibía dicho priorato por las partidas señaladas, en concepto de dominio un ferrado de centeno y la sexta parte de otro por foro.
Gregorio Santín, de treinta y dos años, casado, con un hijo menor de edad y una hija; vivía en una casa terrena, cubierta de paja, situada en Busnullán, que medía de frente 18 varas y 12 de fondo; además de 18 parcelas, siendo todo del directo dominio del hospital y del directo útil don Francisco Valcarce, vecino de la entonces villa de Monforte, quien percibía anualmente trece ferrados de centeno, la tercera parte de un carnero y dos reales de vellón en virtud de subforo y por la casa pagaba a dicho hospital veinticuatro maravedis de vellón por réditos de un censo rédemible, siendo su principal veintitrés reales de vellón y diecisiete maravedis. La alcabala ascendía a ocho maravedis; seis manojos de paja de centeno, éstos dos últimos en concepto de señorío y vasallaje.
Gregorio Moeda, de cuarenta y cuatro años, casado, con cuatro hijos; moraba en una casa terrena, cubierta de paja, situada en Foxos, que medía trece varas de frente y dieciocho de fondo; además de cuarenta y seis parcelas, todo del directo dominio del hospital del Cebreiro, al que pagaba en cada año veinte ferrados de centeno y medio ferrado de trigo, medio lechón cebado, medio carnero, tres manojos de yerba seca, ello en virtud de foro. A su vez pagaba seis reales de réditos de un censo rédemible de doscientos reales de su principal, cantidad con la que estaba hipotecada la palloza; ocho maravedís de alcabala; seis manojos de paja de centeno.
Gregorio Linares, de cuarenta y seis años, casado, dos hijos menores de edad, tres hijas, una tía, otra tía ciega, un primo mayor de los dieciocho; habitaba una casa terrena, cubierta de paja, situada en Pedrafita, que medía 19 varas de frente y 12 de fondo; además de 20 parcelas, todo ello del directo dominio del hospital, al que pagaba anualmente seis ferrados de centeno por foro. A su vez por la palloza y una parcela pagaba cada año siete reales de vellón y catorce maravedis por réditos de un censo rédemible de doscientos cuarenta y cinco de su principal; seis manojos de paja, ocho maravedís de alcabala; a Gregorio Gancedo, vecino de San Martín de Zanfoga, por una parcela que era un prado de regadío cotizaba dos ferrados de centeno.
José da Magdalena, de veintisiete años, casado, con un hijo menor de edad, una hija, un cuñado y un criado, vivían en una casa terrena, cubierta de paja, situada en As Teixoeiras, que medía de frente dieciocho varas y once de fondo; además de dieciocho parcelas, siendo todas las partidas del directo dominio del hospital, al que pagaba anualmente dieciocho ferrados de centeno por foro; a su vez por la palloza pagaba tres reales de vellón en concepto de réditos de un censo redimible, su principal cien reales; otros dos reales de réditos de otro censo rédemible de sesenta y seis reales y veinte maravedís de su principal; de alcabala ocho reales, también pagaba a Melchor Fonfría, vecino de Hospital da Condesa, por una parcela nueve reales de vellón por réditos de otro censo antiguo.
José García, de cincuenta años, casado, con tres hijos, uno mayor de los dieciocho años, dos menores y una hija; moraban en una casa terrena, cubierta de paja, situada en Foxos, que medía 12 varas de frente por 20 de fondo; otra pequeña palloza en el mismo lugar de (6x12) varas; además de sesenta y siete parcela, todo del directo dominio del hospital al que pagaba anualmente veintiún ferrados de centeno, un ferrado de trigo y la mitad de un lechón cebado, la cuarta parte de un carnero, dos gallinas en pluma, cuatro manojos de yerba seca, seis manojos de paja, y por la palloza abonaba seis reales de vellón de réditos de un censo redimible de doscientos de su principal; ocho maravedis de alcabala.
López Pombo, Luis
López Pombo, Luis


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