Recuperación ficticia

Siguiendo los ciclos económicos, como era de esperar, y según datos facilitados el pasado verano, la economía se recupera en Francia, dónde el PIB aumentó un 0,5 %, en Alemania, dónde aumentó un 0,7 % y en Finlandia, dónde aumentó un 0,7 %, y seguro que un día de estos también se recuperará en España, independientemente de quién gobierne, de cómo gobierne, o de que se gobierne aplicando una reforma laboral y unos recortes que han traído más paro y menos consumo.

Porque hay algo que no cambia: Los ciudadanos/consumidores siempre tendrán necesidades y la satisfacción de esas necesidades generará trabajo, y si hay trabajo habrá obreros y empresarios. La economía es algo cíclico, que funciona al margen de los gobiernos, pero que puede verse afectada negativamente por la codicia de los mercados financieros y las multinacionales.

Más que una actividad económica basada únicamente en obtener beneficios, lo ideal sería una actividad económica orientada a satisfacer las necesidades de todos los ciudadanos que, lógicamente, también produciría beneficios. Y para ello trabajarían sólo los que tuvieran que trabajar (preferiblemente, más gente trabajando menos horas), eliminando el concepto erróneo e inviable de que tiene que estar todo el mundo trabajando, y cambiándolo por el de que todo el mundo tiene que tener las necesidades básicas cubiertas.

Tal vez las cosas sean así de sencillas y no haga falta ir a Salamanca o a Harvard para aplicar las complejas teorías de unos expertos en economía que dicen justamente lo contrario de otros expertos. Pero siempre habrá alguien interesado en complicarlo todo y romper el equilibrio, para su propio beneficio, llámense mercados financieros, inversores, multinacionales, etc., y alguien que se endeude de por vida con créditos imposibles de devolver.

Así ocurrió con la crisis que iniciaron los vendedores de humo financieros de las subprimes, y que provocó un excesivo endeudamiento de particulares y empresas que hundió a algunos países, a los que luego no les conceden créditos y les suben los intereses, es decir, la prima de riesgo, y que en España se vio agravada por la burbuja inmobiliaria que empezó con la Ley del Suelo de aquel gobernante al que atribuyeron un "milagro económico", que a larga resultó ser un tanto ficticio y que, además, llevaba implícito la privatización de algunas de las mejores empresas públicas.

En cuanto a la recuperación, vayamos por partes. Si bien es cierto que a nuestros "amos": los mercados financieros, la banca y las multinacionales, parece que les va muy bien y que ya se están recuperando (la banca y las empresas del IBEX ya ganan dinero), a los demás no nos va tan bien.

Es sorprendente que los primeros en recuperarse sean los que provocaron la crisis financiera y la "burbuja" inmobiliaria y que luego, en el caso de España, a algunos el Gobierno les levantó "de las patas de delante" rescatándoles con el dinero de los ciudadanos, y también las multinacionales que pagan salarios del tercer mundo, venden sus productos a precios europeos y tributan en paraísos fiscales o pagan menos impuestos que un pensionista.

Y es muy llamativo que, según Bloomberg, los 300 más ricos del planeta aumentaran su fortuna en unos 381.000 millones de euros en 2013. Por lo que se ve los muy ricos son los primeros en recuperarse de una crisis que nos ha empobrecido a todos, pero como la crisis todavía no ha terminado, todo hace pensar que se han enriquecido con la crisis.

Hace unos meses, el presidente de una importante entidad bancaria dijo: "Está llegando dinero a España por todas partes". ¿Y qué? ¿Hay nuevos proyectos empresariales innovadores para producir algo interesante que luego se pueda vender y así generar empleo? ¿Va a haber créditos para las pymes (que generan el 80 % del empleo) para que amplíen o emprendan alguna actividad que genere trabajo? Porque aquí de lo que se trata es de que haya más trabajo, no de que haya más dinero.

¿Para cuándo la recuperación de la gente que trabaja y que encima se han visto afectados por la reforma laboral y los recortes, como la reciente congelación del mísero salario mínimo interprofesional? es decir, obreros, empleados, funcionarios, pequeños empresarios, y también pensionistas y parados. Mientras tanto, sólo se podrá hablar de una recuperación ficticia.