¿Por qué cerrásteis las cajas de ahorros?
Rodríguez, Xerardo - viernes, 20 de diciembre de 2013
Se me va este año gafe y aún parece que fue ayer cuando en Galicia quedaban sin fusionarse dos cajas de ahorros de las de siempre, la del norte y la del sur. En ellas tenías tus cuartiños dicen que los gallegos ahorramos más que nadie- y a ellas acudías cuando andabas apurado. Es más, a final de mes, si hacía falta, te dejaban un descubierto conforme a tus posibilidades y lo que era muy importante, conocías a los chicos y a las chicas de la sucursal; incluso tratabas de tú al director.
A mí me iba bien y nunca tuve problemas con mi caja de ahorros. Quizá porque era uno de esos a los que los banqueros llaman minorista, es decir, de los que, aún currando mucho ahorran poco, porque no les queda casi nada a final de mes.
Entonces, digo, aparentemente la cosa iba bien o lo parecía y todos estábamos contentos. Pero en eso llegó no sé quien porque no tengo claro si fue el Banco de España, el gobierno Zapatero o la Troyka o incluso todos a la vez- y decidió que había que fusionar las cajas, que iban muy mal y que la crisis financiera les había afectado muchísimo. Incluso a sus altos directivos, a los que yo siempre admiré por su sabiduría financiera, los tildaron de delincuentes porque se llevaron cruda una indemnización por despido de no te menees, que legalmente figuraba en sus contratos.
Bueno, pues será así, decíamos los minoristas; y algunos de los que hacían cola en la puerta de esos directivos se atrevían a insultarles sin haber sido siquiera imputados.
En esto se funden las cajas en un único Banco. Llegan a la dirección estrellas de la economía y este sí, iba a ser el auténtico banco de los gallegos y las cosas iban a seguir como en los mejores tiempos. Claro que los minoristas comenzamos a desconfiar porque escuchamos una palabra que sonaba a cañonazo: RESCATE.
Y todo el mundo se asustó, porque a desconfiados no hay quien nos gane; algunos fueron sacando los cuartiños de este nuestro banco tan gallego y llevándolos al Pastor
aunque luego, ya sabes lo que pasó: el banco de los sobrinos de doña Carmiña, el que fundara su marido, aquel conde de Fenosa que llenara de embalses Galicia, fue vendido al Banco Popular de Luis Valls, que es un señor del Opus Dei. Total, que yo fui uno de los que seguimos fieles a un proyecto financiero para Galicia, a ese banco nuevo tan gallego como nosotros, o así nos lo parecía por el discurso bien hilvanado de su magnífico presidente.
Luego vino el follón de las preferentes, un producto irrecuperable pero rentable; lo que quiere decir que estaba pensado solo para los mayoristas y no para los ahorros de toda una vida de los pobres jubilados. Y las calles se incendiaron de protestas ante la apatía política porque obviamente la CNMV, los vigilantes del dinero, habían advertido de la falta de claridad con la que se vendía el producto y si acaso, ahí estaba el Banco de España como máximo responsable de operaciones económicas.
¿Y ahora qué? Pues
Ahora mi banco, el único banco que al menos conserva la pinta de ser gallego, se vendió porque necesitaba capital, lo que no me extraña después de tanto lío y de que los mayoristas descubrieran por si mismos que no por Bárcenas, las ventajas financieras de los bancos suizos, que tienen también sucursales en paraísos fiscales y de asuntos de evasión saben mucho más que nosotros.
¿Que a quien se vendió?
Pues yo desconfiaba que iban a desembarcar aquí los árabes o los americanos o los ingleses o incluso los rusos, pero no. Ese fue un farol. Algo así como el Eurovegas de Alcorcón, que pedía el oro español en garantía por si perdían dinero sus casinos
Ya sabes, nadie da euros a cincuenta céntimos.
¿Y entonces quien lo compró?
Pues un banco de mi Venezuela querida, BANESCO, que controla ya en Galicia el Banco Etxeverría y en el que, según me cuentan, hay ya mucho capital gallego, que ni te imaginas la cantidad de gallegos que aún viven allí. Además, no sé porque me da que BANESCO fue siempre el favorito del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo; esta venta parece la única manera de que el banco mantenga su arraigo en Galicia.
Yo, que sigo siendo minorista de NG Banco, además de por ser venezolano prefiero a BANESCO porque así tendré el gusto de conocerlo
¡A los otros ya los conozco de sobra!
Aunque, la pregunta que me hago y me seguiré haciendo es
¿Por qué cerrasteis nuestras cajas de ahorros? ¿Realmente porque eran tan desastre como dijeron algunos grandes prebostes de la economía? ¿O porque había interés en deshacerse de ellas poniendo mil disculpas para ceder eso que se llama cuota de mercado?
A mí me parece que en todo este asunto de las cajas, la gran banca, los rescates con dinero público y demás asuntos económicos del Estado
en todo este galimatías que nos confunde
subyace algo tan oscuro que resulta ser el secreto mejor guardado en esas grandes cajas de seguridad; incluso se ha puesto a mejor recaudo que el dinero.
¡Algún día lo sabremos
porque cualquier directivo se irá de la lengua! Entre los grandes prebostes de las finanzas, sabes, hay mucho Barcenas.
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Rodríguez, Xerardo