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La Troika los convirtió en mendigos

sábado, 07 de diciembre de 2013
Dedicado al ilustre “mendigo” amigo, licenciado en Económicas, que me dictó aquella lección magistral…

EL MENDIGO

Cada vez que en el Telediario me cuentan lo bien que va la “Campaña de Recogida de Alimentos” se me revuelven las tripas. Sí, hasta ese punto estoy en desacuerdo con ella. Por dos motivos, porque la “caridad” nunca fue la solución y porque, eso que hace gente tan voluntariosa debería emprenderlo el Estado, la Xunta, la Diputación y hasta el Ayuntamiento.

¿Qué por qué? Pues porque son los “entes” que han sangrado al ciudadano. A algunos, como se ve, hasta el extremo de dejarles sin hogar y sin comida.

Te imponen las leyes… ¡Pues que se estrujen el cerebro para solucionar lo que sí tiene solución, aunque en Bruselas le hayan puesto una venda en los ojos al mismísimo presidente de este gobierno que desgobierna, como bien vemos todos.

La mayor parte de las clases medias/bajas de este país son las más desfavorecidas en esta etapa de crisis. Les han dejado sin trabajo y sin sueldo; hipotecados y con hijos; embargadísimos y exprimidísimos. Es decir, en la puta calle, con perdón.

¿Y nos vienen ahora a nosotros, a los que nos siguen exprimiendo para ver hasta dónde podemos llegar, a pedir un kilo de arroz para un “banco de alimentos”?

Mire usted, señor de la Troika. Me da igual que sea un poderosísimo caballero capaz de cortarme las pelotas o un avaro cretino que se cree que se va llevar a la sepultura todo su oro.

Sepa que si esta sociedad no se arregla y no volvemos a normalizar la vida laboral, educativa, sanitaria, social, cultural, etc. serán ustedes los primeros en dejar de ganar… porque nadie podrá comprar nada. Que digo, ni siquiera podremos alquilarles ese piso ganga que le han robado a una familia honesta para vendérselo a través de un “banco malísimo” a un fondo de inversiones buenísimo americano, que a su vez lo ha vendido a una empresa madrileña, curiosamente de alguien “conocido”, para que lo alquile finalmente a un desahuciado que solo hace trabajar como un cabrón para pagar lo que le piden.

Esto es así, tal como lo cuento, ni más ni menos. Y ustedes, la Troyka, lo saben… claro. Y saben que incumplen la Constitución que impone, además de trabajo, una vivienda digna para todos los españoles…

Y saben que nosotros, los ciudadanos, estamos hartos de que nos pasen por las narices sus corrupciones, sus chanchullos sanitarios, sus privatizaciones, el cierre de empresas públicas, el “regalo” en bandeja de las cajas de ahorros del pueblo a los banqueros de mierda…

Lo sabe el Rey, lo sabe el Papa; y sin conocer todo esto, ningún político se escapa.

Entonces, dime, Mariano… ¿Vas a hacer algo antes de que te echen como a un apestado? ¿O vas a permitir que la avaricia rompa el saco? Yo te aconsejaría que te dieras una vuelta sin escolta, aunque sea aféitate esa barba o ponte un pasamontañas como el que llevaba el Ricart al salir de la cárcel. Sí, mejor tápate, no sea que…

¡Pero entérate de lo que está pasando en la calle!

A ver si de una vez te das cuenta de que Ana Botella podía construir diez albergues para indigentes con la pasta gansa que se ha gastado en luces navideñas… Y tú y los demás, con viajar en un Lear Jeat alquilado en vez de hacerlo en los Boeing de las Fuerzas Armadas, ya ahorrabas lo suficiente para mantener el gran “Banco de Alimentos” de Madrid, además de viajar más seguros.

Aunque no te digo nada de lo que pasaría si todas las entidades bancarias, en vez de patrocinar a deportistas ricos, se dedicasen a salvar a los pobres… Posiblemente el Botín no subiese al podium, pero seguro que solucionaba gran parte de los problemas sociales que están agotando la paciencia de los ciudadanos de las grandes ciudades españolas.

Porque los que vivimos en la aldea, nos vamos apañando. Sobre todo ahora que en Galicia aflora más de un alcalde sensato, como el de O Barco de Valdeorras que, contando con donaciones privadas, ceden casas y tierras de labadrío para que la gente pueda cultivar sus propios alimentos y cuidar de su propio ganado.

Así que, poneos las pilas porque lo que no vamos a tolerar más es que subáis otra vez el catastro un doscientos por cien. Un impuesto este que, manda carallo, nos cobrais todos los años por lo que es nuestro y que ya nos costó un costosísimo IVA en su día.

Que sepáis que a los de la Troika no os deseamos Feliz Navidad. Lo único que pediríamos a ese Dios vuestro que a veces se manifiesta con nosotros… es que os haga algún día rendir cuentas por el daño que hacéis desde vuestro asqueroso poder.

www.galiciaunica.com
Rodríguez, Xerardo
Rodríguez, Xerardo


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