"Extremaderechización" de Francia

El escritor y analista político Jacqques Attali, antiguo consejero del presidente socialista François Mitterrand, dio la voz de alarma al proclamar que el Frente Nacional" (FN, ultranacionalista) es objetivamente "el partido más grande de Francia". Y a los franceses, tan acostumbrados al eufemismo y a ocultar sus problemas, se les cayó de pronto la venda de los ojos. Attali, prolífico autor de más de 30 ensayos de éxito como "Diccionario del siglo XXI", "Verbatim" o el exhaustivo "Diderot" advierte sin rodeos que la ascensión al poder de este partido sería un desastre para el país porque supondría una involución de la sociedad.

Attali tiene razón, se está dando lo que la prensa describe, con un
neologismo, una "extremaderechización" de Francia.

¿Pues qué ha sucedido en el vecino país para que nos asalten estos temores? Un acontecimiento aparentemente menor pero muy sintomático: en una elección cantonal en la pequeña localidad de Brignoles (16.500 habitantes, provincia de Var, Costa Azul) el candidato del Frente Nacional, Laurent López, se impuso con rotundidad ya en la primera vuelta de unas elecciones parciales con el 40,4 % de los sufragios muy por delante de la Unión por un Movimiento Popular (UMP, centro derecha) y del Partido Socialista (PS), habitualmente mayoritarios. Llueve sobre mojado, tal inclinación por estas ideas políticas extremistas se extiende allende los Pirineos lenta y tercamente como una mancha de aceite.

Las elecciones municipales y europeas tendrán lugar en marzo y mayo de 2014 pero tales señales premonitorias preocupan ya desde ahora a ambas formaciones tradicionales. Y a Francia entera e incluso a Europa.

¿Cómo puede surgir y afianzarse una ideología xenófoba, retrógrada y
discriminatoria como la del Frente Nacional en el país donde se proclamó la
Declaración Universal de los Derechos Humanos y en cuyo frontispicio virtual está inscrito el lema de Libertad, Igualdad y Fraternidad de la Revolución Francesa? Les voy a dar algunos datos, ustedes juzgarán, yo ya lo hago en este artículo.

FRENTE NACIONAL: 70.000 MILITANTES

Hurgando en la herida, casi al mismo tiempo el semanario de izquierda "Le
Nouvel Observateur" incluyó en su último número una encuesta de opinión
sobre las elecciones europeas que sitúa en cabeza en intención de voto al
ultraderechista Frente Nacional que preside Marine Le Pen, de 47 años,
abogada de gran labia, eurodiputada a la que le ha sido retirada su inmunidad parlamentaria para que pueda ser investigada por incitación al odio racial al haber criticado públicamente los rezos de los musulmanes en la vía pública. La formación que lidera, patriotera y retrógrada, hace tiempo que dejó de ser marginal y está últimamente en continuo ascenso. Por desgracia, hay que contar con ella.

Las causas de la inquietud social que la favorecen son variadas. Según el
Instituto Nacional de Estadística, la desiagualdad y la miseria no cesan de
aumentar desde 2008. Un dato, en 2011 un 8,7 millones de franceses vivían bajo el umbral de la pobreza que en Francia se establece en unos ingresos de 911 euros mensuales. Sólo unos años más tarde, el número de pobres ascendía al 13%. Y la brecha social con relación a los más ricos no deja de crecer, caldo de cultivo para el malestar y el enfrentamiento civil.

Hoy en día el segundo país de la Unión Europea alberga una sociedad "morose", es decir, nalhumorada, gruñona, descontenta. Es precisamente en este río revuelto donde pesca, Marine Le Pen que resume su ideario en el eslogan" Francia para los franceses", preconiza el cierre de fronteras, la salida del euro, el restablecimiento de la pena de muerte y el alto a
la inmigración. Lobo con piel de cordero, la líder ultraconservadora ha lanzado su campaña para las elecciones municipales de marzo de 2014, las encuestas le conceden un 16% de intención de voto, vergonzoso porcentaje que demuestra que una buena parte de los votantes franceses comulga con sus ideas ultramontanas. El Frente Nacional tiene casi 70.000 militantes, y encabeza el debate de la política nacional por primera vez desde su fundación en 1972.

CERRAR EL PASO A MARINE

De casta le viene al galgo, Marine es hija del facha Jean-Marie Le Pen,
hoy de 85 años, un ex paracaidista que tomó parte en las guerras coloniales de Indochina y Argelia, tribuno famoso por sus exabruptos y sus ideas simplistas y reacccionarias sobre la política, colmo del chauvinismo (Nicolas Chauvin fue un soldado de Napoleón de patriotismo exagerado). Se cuenta todo un rosario de perlas de salidas de tono de Le Pen, muchas de ellas excesivas y todas políticamente incorrectas. Baste recordar una de estas "boutades" provocadoras que roza el revisionismo histórico, la cito entera, le persiguirá siempre: "Si tomas un libro de mil páginas sobre la Segunda Guerra Mundial en la que murieron 50 millones de personas, los campos de concentración ocupan dos páginas y las cámaras de gas diez o quince líneas y eso es lo que llamamos un detalle". El viejo Le Pen no cree en el Holocausto de cinco millones de judíos, lo considera un detalle de la Historia.

A pesar de sus bravuconadas retadoras. que los franceses rechazan, quedó en segundo lugar en las presidenciales de 2002 y los electores tuvieron que votar masivamente por el presidente neogaullista Jacques Chirac en la segunda vuelta, para evitar lo peor.

Un cordón sanitario de concentración de voto similar podría darse ahora para impedir que su hija y sucesora tenga buenos resultados en las elecciones europeas y municipales de la primavera de 2014. Falta mucho, pero poniéndose la venda antes que la herida, ya han comenzado grandes maniobras de acercamiento de conservadores y socialistas para cerrarle el paso. La "intelligentsia" francesa está atemorizada, "craint comme la peste" el éxito de Marine.