Berlusconi en la estacada

Puertas afuera
El personaje cinematográfico que más se parece a Silvio Berlusconi es sin duda alguna 'Ciudadano Kane', de Orson Welles, una obra maestra legendaria que retrataba al potentado William Randolph Hearst, un famoso capitán de empresa de principios del siglo pasado que llegó a controlar 28 diarios norteamericanos y a dominar la opinión del país. Igual codicia desmedida, igual ansia de poder, igual bulimia incontrolada de los medios de comunicación para conseguir sus fines. Aunque las épocas sean distintas, Berlusconi es un trasunto del protagonista encarnado genialmente por Welles que hizo realidad sus ambiciones, que consiguió sus fines sin fijarse mucho en los medios.

Tres veces primer ministro, su fuerza se la debe a su vasto imperio mediático y a sus conciudadanos que le votaron erre que erre durante veinte años a causa de una red de intereses creados que supo urdir.
Seguramente hay una causa mayor: la tendencia a la inestabilidad de la política italiana reflejada en estas efemérides: desde 1968 a 1992 se sucedieron 24 gobiernos y después aun fue peor, en dos décadas, desde el 92 hasta nuestros días hubo 14 gabinetes. Fue un verdadero récord Guinness que preocupaba a los italianos y que se rompió de la peor de las maneras dándole el poder a un político amoral "sui generis" en las elecciones de 1994 que marcan el principio de la era Berlusconi.

VOLTA FACCIA
Desde esa época Italia es una nación corrupta y venal bajo la férula de este
magnate multimillonario y sin escrúpulos que acaba de cumplir 77 años. Para tratar de escapar a los tribunales y mantenerse en el poder, ha protagonizado el pasado fin de semana una pirueta política digna de la mejor 'commedia dell'Arte'. Acorralado, se revolvió en un último movimiento de defensa desesperada y, contra todo pronóstico, sin decir nada a nadie, apoyó una moción de confianza al ejecutivo de coalición del socialdemócrata Enrico Letta (Partido Democrático, PD) en el Senado después de haber preparado todo para rechazarla, una "voltafaccia" como se diría en la lengua de Dante.

'Hemos decidido otorgar la confianza al Gobierno', dijo con toda tranquilidad y desfachatez según las crónicas dejando a los seguidores de la política italiana con un palmo de narices. En efecto, días antes había anunciado lo contrario, es decir, que iba a hacer caer al gabinete al retirar del Senado a los parlamentarios de su partido "El Pueblo de la Libertad" (PDL) y obligar a dimitir a sus cinco ministros, anuncio que, por cierto, provocó un seísmo en las bolsas, en el euro y en el proceso de recuperación del país, que pugna por salir de la recesión.

A Berlusconi, dueño de un emporio de periódicos y televisiones que influyen en la opinión en Italia, Francia y España, sólo le importan sus propios intereses espurios y los confunde fácilmente con la realidad, pretende estar por encima del bien y del mal. Teatral, los periódicos están repletos de fotografías suyas con gestos histriónicos en los que se cubre los ojos como para pensar mejor o se sostiene la cabeza entre las manos para tomar decisiones.

Causa primera y principal del callejón sin salida al que se ha llegado en la
República Italiana y del proceder de Berlusconi: este político y hombre de
negocios, el más rico de Italia, está a punto de ser expulsado del Senado al
haber sido condenado por el Tribunal Supremo por fraude fiscal a cinco años
de prisión y cuatro de inhabilitación por el caso Mediaset de evasión fiscal.

El todopoderoso nabab ve por primera vez peligrar su impunidad, está en la
estacada, se halla en horas decisivas. No parece que vaya a caer de pie una vez más como los muñecos tentetiesos que nunca se pueden tumbar.

LOS ESTABLOS DE AUGIAS
Va a ser difícil que salga de ésta. Una comisión del Senado acaba de votar a favor de su expulsión del Parlamento en virtud de una ley que condena a los políticos corruptos, aprobada en 2012 en tiempos del presidente Mario Monti con los votos del propio partido de Berlusconi para más inri. La decisión será definitiva cuando la confirme el pleno del Senado en el plazo de veinte días.

Para echarle, basta el respaldo del Partido Democrático del primer ministro
Enrico Letta y del Movimiento 5 Estrellas del cómico antisistema Peppe Grillo, enemigo jurado de Berlusconi pero antieuropeo y ácrata, de reacción
imprevisible. Como es habitual en él, Il Cavaliere dice ser víctima de una
conspiración para eliminarle de la escena políticapor vía judicial. "Será un golpe en el corazón de la democracia", afirma de forma tan grandilocuente como risible en un comunicado porque no quiso asistir a la sesión del Senado que iba a tratar su caso.

Finalmente, ha decidido acogerse a la posibilidad que le ofrecía la Justicia de hacer durante un año trabajos sociales útiles para la comunidad y ya tiene diversas ofertas, empezando por la de Don Mazzi, un cura dedicado a la rehabilitación de jóvenes descarriados... Italia, Italia.

No pisará la cárcel por ser mayor de 70 años pero va de mal en peor aunque
con los meandros de la política italiana y el rico y potente entramado económico creado por el creso personaje, también presidente del club de fútbol de Milán, pronosticar es muy dificil sobre todo hacia el futuro, como dice un divertido proverbio italiano.

Se la tiene jurada el antes citado primer ministro Enrico Letta, de 47 años, del Partido Demócrático que acaba de recibir, ufano, la ratificación de las cámaras precisamente en contra de Berlusconi en una votación crucial bajo la mirada aprobatoria del anciano presidente de la República, Giorgio Napolitano, que ve, aliviado, un atisbo de que se empiezan a encauzar las cosas. Los desafíos siguen siendo ingentes, bastan dos para probarlo: Italia arrastra la mayor deuda de la eurozona, que ya es decir, y se enfrenta a la peor depresión desde la II Guerra Mundial.

En fin, uno de los Trabajos de Hércules según la mitología fue limpiar los sucios establos de Augias en una hora. La política de Silvio Berlusconi, por lo que estamos viendo, le llevaría seguramente bastante más tiempo.