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Compromiso con Láncara

martes, 03 de septiembre de 2013
Palabras de Luis Fernando Quiroga Piñeiro en Láncara, en el acto de entrega del título de HIJO ADOPTIVO:

Ilustrísimo Señor Alcalde y miembros de esta digna corporación, señoras y señores, me embarga una íntima emoción estar hoy aquí ante ustedes para agradecerles el honor con el que me han distinguido al nombrarme hijo adoptivo de este querido pueblo con el que durante tantos años mi apellido ha estado ligado. No me resulta fácil con pocas palabras dar las gracias a todos los que de una forma u otra han contribuido al honor que me han dispensado, y a la benevolencia que se ha puesto de manifiesto al concederme este nombramiento que me llena de orgullo y hondos sentimientos de gratitud, como también de intima responsabilidad.

Mis vinculaciones personales y familiares, que con gran fuerza me unen con Puebla de San Julián desde hace muchos años, me han hecho sentirme no solo su hijo adoptivo sino también hermano adoptivo de muchos vecinos con quienes he compartido en innumerables ocasiones no solo sus inquietudes, sino momentos de esparcimiento y descanso inolvidables.

Desde muy joven, aparte de poder disfrutar de mis aficiones de caza y pesca en nuestros valles solitarios llenos de belleza, ríos sonoros y montes de carballos y pinares, me responsabilicé de los intereses de mi familia aquí, lo cual me permitió seguir muy de cerca la evolución económica y social de esta zona interior de Galicia. Mis raíces más antiguas están en esta tierra, sustentadas en los cimientos centenarios e historia del Pazo de la Casa Grande y el día de hoy me hace recordar con especial cariño a mi padre y abuela que en realidad fueron los que inculcaron en mí el cariño por este pueblo, y que ahora trato de transmitir a mi siguiente generación, con el respaldo incondicional de mi esposa y mis hijos.

Deseo con toda ilusión y motivación personales que el futuro próximo sea para toda esta comarca prometedor y próspero manteniendo sus costumbres de siglos. Los viejos robles, que adornan la Feria y que son símbolo de esta tierra, aún nos necesitan, como también nosotros a ellos para mantener nuestras tradiciones milenarias. Soy de los que creo que si una cultura, su ancestral lengua y sus viejas costumbres desaparecieran de nuestro entorno más querido, el mundo sería menos interesante e indigno de aquellos que tan merecidamente lo forjaron.

En el reconocimiento de que es bueno, natural y justo conservar y apreciar el pasado, es necesario también crear con fuerza y optimismo un futuro de mejor nivel de vida y comodidades modernas que no entren en conflicto con el mantenimiento de nuestras tradiciones. Una sociedad sana y fuerte es la que busca un equilibrio entre sus raíces y el desarrollo de su bienestar que hoy día se apoya en gran manera en un multiculturalismo que está al alcance de todos a través de nuevas tecnologías y formas de comunicarnos, lo cual abre enormes oportunidades de mejora y éxito.

Esta zona de nuestra querida Galicia, por muy alejada que parezca estar de la gran urbe, no debe permitir que se desenganche de la evolución moderna y avanzada de la sociedad actual, integrada cada día más en un mundo interdependiente y global que debe tener en cuenta las características que a unos y otros nos hacen diferentes. La crisis que entorpece duramente el crecimiento económico de todo el país, sin duda pasara, y nuestra Galicia interior no debe en manera alguna ser excluida del nuevo ciclo que se iniciara, como tampoco de participar en la definición de su nuevo y esperanzador futuro. Todos, con tenacidad, trabajo conjunto y la valentía de asumir retos alcanzables, tenemos que hacer un esfuerzo imaginativo grande si hemos de intentar dar pasos firmes hacia ese futuro mejor que todos deseamos.

Todo el país está pendiente de cómo emerger de esta recesión que afecta a tantas economías domesticas y empresariales, con poca defensa en estas zonas, y cuya salida se torna muy compleja, pues aun son muchos los aspectos de política económica del Gobierno que es necesario corregir, así como vencer las dificultades que se están encontrando en una regeneración ética, que está siendo poco ejemplar.

No obstante, ya se vislumbran signos de esperanza con los crecimientos del comercio internacional, turismo, tráfico de mercancías, comercio electrónico, recorte de déficit público, crecimiento de exportaciones, reestructuración bancaria, reducción de deuda privada y coste de la deuda, etc. Pero la recuperación de estas zonas de nuestro interior requiere con urgencia flujo de comercio e inversión que para lograrlo se necesitara tambien, un gran esfuerzo de trabajo, ilusión y creatividad. Sin embargo sin el apoyo de las instituciones, las empresas, y el acceso al crédito, no es posible el crecimiento económico, como tampoco lo será si nos convertimos en meros espectadores de lo que ocurre en nuestro entorno y no cimentamos las bases de la estructura en las que debe apoyarse ese crecimiento.

El mayor peligro está en que no es fácil aceptar los cambios y por el contrario se tienda a acomodarnos en la complacencia sin asumir el riesgo de no seguir haciendo las cosas como antes y adaptarnos a nuevas épocas de incertidumbre.

Por todo ello, soy consciente de mi parte de responsabilidad en la zona y más aún en el momento en que este Ayuntamiento en cierto modo así lo reconoce con tan magnánima benevolencia con la distinción que me otorga.

Mi vinculación directa con la red de distribución eléctrica en toda esta área me incluye en la tarea que tenemos por delante y me compromete, por tanto, a hacer referencia a esa actividad y la relevante importancia que tiene en el planteamiento de cualquier plan de desarrollo económico futuro de esta zona.

Efectivamente el sector eléctrico es un elemento fundamental dinamizador de la economía y por tanto del empleo. Es un servicio esencial que afecta a la totalidad de los ciudadanos y empresas así como que se erige como garante del nivel de vida de las personas y del progreso de la sociedad. Una mínima implantación industrial, tan necesaria en la zona para promover su crecimiento económico, debe ser respaldada en su inicio por la red de distribución de energía eléctrica.

Con estos objetivos como guía, han motivado a Eléctrica de Valdriz a disponer de una capacidad de distribución eléctrica equivalente a cualquier otro nivel nacional, siendo muy significativo el volumen de inversión realizado en su modernización en los últimos años. Asimismo, y cumpliendo las directrices de la Unión Europea y del Ministerio de Industria, Eléctrica de Valdriz al igual que las grandes empresas del país está implantando la “Red Inteligente” como una solución tecnológica moderna orientada a la optimización de la explotación y prestación de servicio al cliente.

Me permito poder informarles que a pesar de las dificultades económicas que ha provocado la crisis en todo el país desde el año 2007, la demanda de energía en esta zona estaba creciendo a lo largo de los últimos años, excepción del año 2011 y 2012, lo cual, era un signo no sólo de empuje, cambio y mejora de sus gentes sino de esperanza que se vio truncado por la crisis económica general. Esto significa que se habían hecho muchas cosas por parte de este Ayuntamiento y de la iniciativa privada, lo que permitió elevar el nivel de vida de la zona. No cabe duda que ha habido inquietud por mejorar y superar obstáculos complejos, todo lo cual identifica el carácter de la gente de este querido pueblo que seguro adaptara sus esfuerzos en un nuevo escenario de oportunidades.

Pero no olvidemos que el desarrollo trae beneficios pero también trae consigo nuevas exigencias, necesidades, retos y nuevas responsabilidades por lo que no se puede descansar. Las consecuencias de la inacción y complacencia solo traen retraso irrecuperable y es por ello que animo a que, a pesar de la crisis, sigamos todos trabajando para avanzar y ser mejores abriendo el camino a una nueva generación joven que encuentre aquí su futuro y no busque otras alternativas lejos de su tierra. No concibo La Puebla sin un importante progreso y desarrollo futuro, simplemente no lo acepta mi imaginación.

Por mi parte seguiré comprometido con mi responsabilidad de hacer posible el crecimiento según los requerimientos energéticos de cada momento, en la creencia de que si algo se logra en beneficio de esta comunidad, entonces nuestros esfuerzos habrán valido la pena.

Muchas gracias a esta amable Corporación presidida por un hombre con quien me une una buena amistad fruto de la relación personal a lo largo del tiempo y mi más sincera gratitud a todos por hacerme acreedor de tan gratificante y prestigiosa distinción y por haberme situado al lado de otras dignas y reconocidas personalidades también nombradas hijos predilectos o adoptivos de Láncara.

Sea cual sea el próximo futuro de este querido pueblo, mis recuerdos del pasado y buenos deseos de un mejor futuro estarán siempre en mi corazón activando mi trabajo.

Gracias por este acto que ampara una inesperada distinción que me llena de un orgullo muy especial que siempre defenderé. Gracias por este magnífico respaldo de asistencia y sobre todo gracias por el afecto de todos.
Quiroga Piñeiro, Luis Fernando
Quiroga Piñeiro, Luis Fernando


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