Sobre los manteros

Ante el estudio de una asociación contratada por el Ayuntamiento de Lugo sobre la afluencia y efectos de los “manteros” en la ciudad, principalmente en San Froilán, la Asociación Lugo Monumental quiere insistir en su demanda de que se cumplan las normas sobre venta ambulante que regulan este sector en el municipio de Lugo.

El pasado mes de mayo la Asociación presentó un escrito dirigido al Ayuntamiento, al que no obtuvo respuesta. Se reiteró dicho escrito en pasado mes de junio, dirigiéndolo en esta ocasión a la Comisión de quejas y reclamaciones cuyo funcionamiento exige que se dé contestación a los temas planteados por los ciudadanos o las asociaciones. Lugo Monumental esperará a la réplica municipal para decidir las acciones a emprender si la respuesta no se considera satisfactoria.

La exagerada afluencia de manteros a la ciudad en determinadas fechas, así como la cobertura mediática de los mismos hace que sea imposible que las autoridades no se den por enteradas de su existencia, y más cuando están encargando estudios sobre el tema. Es evidente que la ordenanza reguladora de espacios públicos y venta ambulante, tanto en letra como en espíritu, es vulnerada de forma flagrante y reiterada en nuestra ciudad ante la pasividad y permisividad de las autoridades.

Competencia desleal

Para cualquier actividad desarrollada en la calle hay que solicitar una “ocupación de vía pública”, que requiere el pago de unas tasas y una autorización administrativa. Por supuesto, también hay que estar al día en las obligaciones fiscales y legales de otros organismos (carnet de manipulador de alimentos en su caso, alta en el I.A.E., autónomos…). Sin embargo no todo el mundo es tratado de la misma manera.

Mientas a los denominados “manteros”, que no observan la más mínima norma que sí se exige en cambio a los comerciantes “legales”, se les permite el libre establecimiento en cualquier lugar, a los particulares que cumplen las normas se nos impide desarrollar actividades, como ocurrió con la negativa municipal para hacer una fiesta de San Juan en el casco histórico de la ciudad.

Lugo Monumental ha solicitado nuevamente permiso para organizar una verbena en la Plaza de Santa María para el próximo día 23 de agosto, esperando que en esta ocasión se nos permita desarrollar esta actividad, que será ejercida por hosteleros que tienen los permisos y licencias en regla.

Cifras llamativas

No deja de ser chocante que el estudio encargado por el Gobierno Municipal asegure que los manteros hacen un gasto de más de 50 euros (400 manteros, según ellos, supusieron ingresos de 20.800 €, lo que da un gasto de 52 euros) mientras tras el Arde Lucus se aseguraba que un turista hacía un gasto de 15 euros diarios, lo que da un total de 45 euros en los tres días de duración de la fiesta.

Se echa de menos (al menos no se ha recogido en las noticias difundidas por la prensa) que el estudio refleje el impacto económico de esta actividad, pero desde el punto de vista de los empresarios de la ciudad, de las pérdidas que suponen para los comerciantes a los que, eso sí, se les pide colaboración para la celebración del San Froilán.

Utilizando cifras del propio Ayuntamiento el cálculo es sencillo. Si, según la encuesta publicada, el 55% de los entrevistados había hecho compras a los manteros, y según el Ayuntamiento el pasado año vinieron a San Froilán 400.000 personas, suponiendo un gasto de 10 euros por persona se habrían desviado hacia este mercado ilegal más de 7.270.000 euros, sin contar a los propios lucenses.

A favor de la venta ambulante

Queremos reiterar que Lugo Monumental no está contra la venta ambulante, sino contra la venta ilegal, que no es lo mismo.
En nuestra ciudad se instalan en muchas ocasiones mercados temporales de artesanos o de productos de otro tipo que, siempre que se instalen con las debidas garantías y procedimientos legales, nos parecen positivos y que incluso animan la vida callejera, algo muy importante. No es eso de lo que hablamos.

Una cosa es un mercado callejero y otra permitir que se instale cualquiera y de cualquier manera. El pasado año vimos cómo la Avenida de Ramón Ferreiro fue “tomada” por un mercado totalmente ilegal, en que se ocuparon espacios públicos, se anclaron puestos a los árboles, se utilizó mobiliario urbano… todo ello prohibido para cualquier comerciante pero tolerado por las autoridades en estos casos.

Perjuicios globales para Lugo

Entendemos que para el comercio del casco histórico es algo muy negativo, pero también para la ciudad en su conjunto. El dinero generado por estas actividades se marcha con ellas, mientras que el obtenido por los comercios lucenses redunda en la ciudad, crea empleo y riqueza, paga impuestos y colabora con el sostenimiento de nuestros servicios públicos.