Otra de brotes verdes

Primero fue Rajoy, la semana pasada, “ya se ve la luz al final del túnel”, decía; después el ministro Montoro y ahora es Fátima Báñez, “saldremos de la crisis antes de que acabe el año”. Parece ser que todos, en el Gobierno, se han puesto de acuerdo en que vuelven a aparecer los famosos “brotes verdes” que, hace ya casi un lustro, comenzó a ver la por entonces Ministra de Economía, Elena Salgado y con los resultados ya sobradamente conocidos.

Pero, ¿qué significa salir de la crisis? En un país con seis millones de parados y dos millones de familias que carecen de cualquier ingreso económico para su subsistencia, alguien puede ser tan temerario, tan inconsciente o, lo que es peor, tan ignorante, como para interpretar que la simple mejora, casi imperceptible, de algunos parámetros económicos, va a ser suficiente para que, de la noche a la mañana, desaparezcan las miserias de la vida de tantos millones de españoles.

Sorprende tanto optimismo gubernamental pero, por encima de todos los miembros del Gobierno, sorprende la elocuencia optimista de la ministra Báñez que, a este ritmo, va a acabar por hacer bueno a don Celestino Corbacho, aquel incauto que ocupó en su día el Ministerio de Trabajo, que negaba la posibilidad de que algún día se pudieran alcanzar los cuatro millones de parados.

No, señor Presidente, no señores ministros, las buenas intenciones y la malintencionada propaganda no serán suficientes para que la miseria que, tanto ustedes como sus predecesores en el Gobierno han llevado a millones de hogares españoles, desaparezca por arte de magia. Puede que con sus enredos y con sus mentiras consigan engañar a unos cuantos, los más simples e indefensos, de los ciudadanos españoles, pero la contundente realidad y la historia les pedirán cuentas. Espero que los españoles también lo hagan en las urnas a la hora de votar.