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Chipre "tu quoque", también tu

jueves, 28 de marzo de 2013
Isla del Mediterráneo oriental. de 9.250 kilómetros y un millón 116 mil habitantes hoy en día, independiente de Gran Bretaña desde 1960, perteneciente a la Unión Europea (UE) a partir de 2004: Chipre, ahora en crisis.

Etimológicamente su nombre significa cobre por la abundanciade tal mineral en su subsuelo, cuya cotización por cierto dio tumbos últimamente por temor al colapso financiero de estepaís del Próximo Oriente, tan problemático desde hace unos años y en los últimos días.

El territorio de la isla chipriota está dividido en dos, el Chipre propiamente dicho, de religión ortodoxa, que ocupa tres cuartas partes del enclave y que nos importa por ser nuestro socio en laUE. Y la cuarta parte norte, musulmana y turca, independiente desde 1974. Dos Chipres en el mismo suelo, pues, pero muy alejados políticamente y en creencias uno de otro.

En la actualidad, tras el "crash" reciente y repentino de su economía, el Gobierno de Nicosia, capital de Chipre, se halló la semana pasada ante una difícil disyuntiva, la bancarrota o el rescate. "Tu quoque" (también tú) como decía la expresión latina desdeñosamente.

En efecto, se trata de una nueva ficha de dominó que se tambalea en el sur de Europa, donde hay muchos otros países económicamente en aprietos de mayor o menor grado: Portugal, Grecia, Irlanda, Italia, España. Si exageramos, tal situación que ya dura ne recuerda siempre al famoso y genial óleo de Pieter Brueghel (siglo XVI) titulado "La parábola de los ciegos", conservado en una pinacoteca de Nápoles que puede usted reproducir fácilmente en su ordenador si dispone del portal "Hoyesarte" u otro similar con un simple clic.

Representa a seis ciegos que van en fila: el primero ya ha caído en una zanja, el segundo, está cayendo, el tercero se tambalea, el cuarto, va con miedo, el quinto percibe vagamente el peligro y el sexto aún no se ha enterado de nada. Esta dramática alegoría de la Europa actual no parece muy halagüeña.

20 MIL MILLONES DE EUROS "RUSOS" EN CHIPRE

Para máyor dificultad en el panorama económico actual, hay que contar con al nuevo capitalismo ruso, convicto de prácticas mafiosas, que no se para en barras y que está involucrado de hoz y coz en la economía de Chipre. La
normativa dela isla, laxa y permisiva para atraer grandes inversiones, ofrece ventajas de un paraíso fiscal que no quiere decir su nombre pero para el que el dinero no tiene olor. En efecto, según el semanario alemán Der Spiegel, los depósitos ilegales rusos en Chipre alcanzan los 20.000 millones de euros, los bancos chipriotas representan un destino privilegiago para los evasores fiscales rusos que se acogen a impuestos sobre sociedades bajos y convierten a Chipre inesperadamente en el primer inversor extranjero en Rusia con sus operaciones de lavado de dinero, según la prensa occidental. De resultas, las finanzas usas de dudosa procedencia han irrumpido en el Mare Nostrum y por ende en la Unión Europea desde hace tiempo, ya no es una novedad.

Todo empezó así: el Parlamento de Nicosia rechazó las condiciones requeridas por Bruselas y respaldadas por Alemania para rescatar la economía chipriota por medio de una quita o cancelación parcial de deuda. Eran leoninas, penalizaban los depósitos de los pequeños ahorradores sin
inquietar a los bancos, en una palabra, clamaban al límpido cielo de Chipre.

Es decir, el chipriota medio tenía que pagar los platos rotos de la mala gestión del Gobierno del presidente Nikos Anastasiadis, del Partido Liberal, erróneamente aconsejado por los técnicos de la troika comunitaria, formada
como es sabido por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional. Pues bien, el ciudadano de Chipre, contra todo pronóstico, no quiso cargar con el mochuelo y se negó en redondo a que lesionaran sus intereses aun a riesgo de crear una crisis sistémica sin
precedentes. Se dio cuenta de que el bienestar de sus conciudadanos estaba en juego, y rechazó someterse a las draconianas condiciones que le imponía la troika para permanecer en la Unión Europea.

A la postre, tras una semana de gran tensión, la administración chipriota y el presidente Anastasiadis tuvieron que aceptar duras condiciones para el rescate. Finalmente, como sucede siempre en las transacciones de la Unión Europea no llegó la sangre al río a causa de los intereses creados de todos los intervinientes.

Los yacimientos de gas en la plataforma continental de la isla, cuyo valor potencial se calcula en 80.000 millones de euros, podrían constituir una solución pero la compañía rusa Gazprom no la aceptó como moneda de cambio en las últimas transaciones en Moscú y todo quedó en agua de borrajas.

UN "CORRALITO" CHIPRIOTA

Les desmenuzo los pormenores de esta crucial negociación por su interés. La secuencia fue más o menos la siguiente. Después del primer encontronazo de Nicosia con la troika, el Parlamento chipriota votó contra las condiciones del rescate el 19 de marzo y los mercados se desplomaron. Nicosia pidió auxilio a Rusia pero ésta, que la había sostenido en ocasiones
anteriores, hizo esta vez oídos sordos por considerar su apoyo económico como un saco sin fondo. De este modo, el Gobierno del enclave se vio obligado a prolongar el cierre bancario hasta el martes 26 de marzo por lo menos en un "corralito"por miedo a que hubiera una retirada masiva de fondos.

En realidad, Chipre representa sólo un 0,2% de la zona euro, el impacto de su salida sería muy limitado, aunque también produciría resultados desestabilizadores indeseables sin contar, podríamos añadir irónicamente, con la incertidumbre del llamado "Efecto mariposa", estudiado por el meteorólogo y matemático Edward Lorenz, efecto que repercute y agranda
las consecuencias por una extraña concatenación de causas.

Fueron unos días de negociaciones enervantesy al límite en todas direcciones para alcanzar un acuerdo casi imposible que dé satisfacción a todas las partes, fueron horas decisivas como se acostumbra a decir en estos casos. El ejecutivo chipriota necesitaba y necesita como "conditio sine qua non" 5.800 millones de euros que la Eurozona le exige a cambio del préstamo de los los 10.000 millones necesarios para garantizar
su supervivencia dentro del euro. Fue el precio del díficil consenso a dos bandas, troika y Chipre, pero su valor resulta superior: la Unión Europea pudo convertirse en una alianza del pasado de no haberse logrado el consenso.

Nunca nadie dijo que sería fácil la vida económica y financiera ni en Chipre ni en ninguna otra parte.
Acuña, Ramón Luis
Acuña, Ramón Luis


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