Opinión en Galicia

Buscador


autor opinión

Editorial

Ver todos los editoriales »

Archivo

La incierta herencia política de Hugo Chávez

miércoles, 13 de marzo de 2013
Excesivo, lenguaraz, provocador, irrepetible, el caudillo venezolano Hugo Chávez se extinguió en Caracas el pasado martes 15 de marzo a la relativamente temprana edad de 58 años víctima de un cáncer, dejando una herencia política incierta.

Todo es desmesurado, exagerado, desorbitado con relación a este político sin par que se destacó no sólo en Venezuela sino en el conjunto de América Latina por su fuerte personalidad, por la extraordinaria riqueza petrolera del país que dirigió y, ahora, por la repercusión y las consecuencias políticas y
económicas que puede acarrear su desaparición.

Una nota al margen: Acordándose de Santa Bárbara cuando truena, Chavez, agnóstico o indiferente, pidió varias veces públicamente la intervención divina contra su enfermedad besando un crucifijo y encomendándose a Jesucristo.

Afectado de incontinencia verbal, es famosa la frase con que lo interpeló el rey Juan Carlos, "¿Por qué no te callas?", en una Cumbre Iberoamericana en Santiago de Chile, en 2007, cuando estaba hablando mal del presidente José María Aznar, elegido democráticamente.

El carismático líder, que se comportaba como un autócrata, había sido elegido empero democráticamente cuatro veces a lo largo de 14 años pese a que en un principio protagonizara para alcanzar el poder una fracasada asonada militar en 1992 contra el presidente Carlos Andrés Pérez por la que pidió y obtuvo el perdón. Era de extracción humilde y favoreció a las
clases pobres invirtiendo abundantemente en sanidad y educación con el maná de los ingresos petrolíferos de la producción venezolana que representa en la actualidad 297.000 millones de barriles diarios. una riqueza ingente que, bien administrada, debería haber generado la prosperidad de sus 29 millones de habitantes. En efecto, Venezuela es el primer país productor de petróleo del mundo y Chávez lo administró
durante veinte años sin conseguir erradicar la pobreza.

El controvertido político populista, que tomaba personalmente y sin compartir con nadie todas sus decisiones, había mostrado - antes de su última intervención quirúrgica- su preferencia para sucederle por el vicepresidente Nicolás Maduro, su hombre de confianza, haciendo caso omiso de la Constitución, que prevé que sea el presidente de la Asamblea, Diosdado Cabello quien asuma el mando hasta la convocatoria de
elecciones en el plazo de treinta días. Maduro, hoy ya presidente interino, adaptó la Constitución a sus deseos y ambiciones.

MAS EMOCIÓN QUE RAZÓN

Primera batalla, Maduro, de 50 años, y Henrique Capriles, de 40, candidato de la Mesa de la Unidad Democrática que aglutina a una veintena de partidos de la oposición, son los dos aspirantes a hacerse con el gobierno en las inminentes elecciones, grosso modo izquierda contra derecha para entendernos. Atención, la sociedad venezolana está polarizada
casi al 50%, los comicios no parecen ganados de antemano por Maduro, que carece del carisma de Chávez aunque uno de los generales chavistas haya declarado ya, intempestivamente, que el Ejército le apoya, contraviniendo la posición de las Fuerzas Armadas, en teoría neutrales.

Pero eso sucederá más tarde, de momento Venezuela entró estos días en estado de trance, presa de histeria y desvarío colectivos, dando un espectáculo inédito y sorprendente al mundo difundido por televisión como si se hubiera muerto no un político sino un guía religioso, las masas se han echado a la calle, enfervorizadas.

Fue toda una parafernalia. El cuerpo de elite Boinas Rojas del Ejército desfiló por el Paseo de los Próceres en Caracas en una marcha lenta hasta llegar a la Academia Militar, donde se instaló la capilla ardiente de Chávez. Ha habido muchos días colas interminables de 12 kilómetros de longitud y de centenares de de miles de venezolanos bajo un sol de justicia para ver y dar el último saludo al endiosado Comandante, que va a ser embalsamado, como Lenin por ejemplo, expuesto al público en el Museo Militar durante siete días y conservado después en el Museo de la Revolución en una urna,
"eternamente", como dijo un Maduro fuera de sí al borde de las lágrimas con voz ronca y entrecortada por la emoción según seguimos, asombrados, instantáneamente por las redes sociales. La situación en Venezuela responde mucho más a la emoción, en efecto, que a la razón, según constataron los enviados especiales y se retransmitió por Facebook, twiter y YouTube. En fin, toda una liturgia post mortem para los funerales del hombre fuerte fallecido.

Sus ardientes seguidores quieren que gane una última batalla después de muerto apoyando en las inminentes elecciones la candidatura de su sucesor, el ya citado Nicolás Maduro, para que todo quede atado y bien atado como dijo en circunstancias similares "mutatis mutandis" un tristemente conocido dictador español.

EEUU, "EL DIABLO"

Altos representantes de más de 30 países asistieron, pues, a las solemnes exequias de Chávez el pasado 8 de marzo, entre ellos el príncipe Felipe y todos los jefes de estado y de gobierno de Iberoamérica. Norteamérica, bestia negra de Chávez y del chavismo mandó una representación menor. La inquina del Comandante quedó patente cuando en su discurso ante la
Asamblea general de la ONUen 2006 dijo refiriéndose al presidente George W. Bush, " ¡ayer estuvo el diablo aquí, en este mismo lugar, ¡huele a azufre todavíaen esta tribuna donde me ha tocado hablar!", frase que no ha olvidado la diplomacia norteamericana.

Ello no obsta para que ahora decenas de mandatarios de todo el mundo le hayan rendido homenaje en Caracas. Allí estaban los presidentes de Cuba, Raúl Castro; de Nicaragua, Daniel Ortega; de Bolivia, Evo Morales; de Ecuador, Rafael Correa, líderes izquierdistas ayudados económicamente por el dirigente venezolano, además del resto de jefes de gobierno latinoamericanos, todo un areópago sudamericano. Y también acudió el presidente iraní, ahmud Amadineyad, agradecido porque Chávez le tendió la mano ante el aislamiento internacional decretado por EEUU y la Unión Europea, el presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiáng, así como los
representantes sirio, coreano del norte y chino, opuestos a Norteamérica.

Ahora bien, la situación económica de Venezuela, a pesar de su bonanza petrolera no es la mejor de todos los tiempos, como indica la reciente devaluación del bolívar en un 32 por ciento, que sonó como un trueno en un cielo azul. Los gastos públicos son enormes debido a las larguezas de Chávez, la economía está muy mal gestionada según los observadores
internacionales, hay carencia de productos básicos, no todo va
a resolverlo el manantial petrolero, la violencia urbana es la peor de América Latina y sólo la corrupción generalizada puede explicar que haya enormes bolsas de pobreza en el potencialmente rico país caribeño. Estos son algunos de los desafíos con que debe enfrentarse sin tardanza Nicolás
Maduro o quien gane las elecciones. Un problemático legado.
Acuña, Ramón Luis
Acuña, Ramón Luis


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


PUBLICIDAD
ACTUALIDAD GALICIADIGITAL
Blog de GaliciaDigital
PUBLICACIONES