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La fuente de las Españas

jueves, 07 de marzo de 2013
Memoria de Lugo.

Conocida como la fuente de los leones, fue modelada en Barcelona y fundida en Sargadelos

La instalación de esta fuente en la Plaza de la Constitución, supuso la segunda modificación del acueducto que hizo el obispo fray Francisco Izquierdo y Távira (1748-1772), para traer el agua a la ciudad desde la fuente do Castiñeiro. Aquella gran obra, que mereció calificativos como “grandioso monumento”, “suntuoso edificio”, “magnífica y piadosa obra”, “obra pía tan recomendable como precisa”, se inició el 12 de marzo de 1753 y se terminó en el mes de diciembre de 1754.

También construyó dos casas en el lugar que había ocupado el castillo destinando los 660 reales anuales de renta foral para la conservación. Pero en muchas ocasiones los gastos de las reparaciones superaban los ingresos y como el Ayuntamiento no tenía ningún arbitrio al que recurrir, el 8 de julio de 1826, acordaron dar cuenta de la situación al intendente general del reino de Galicia que encargó al arquitecto académico, Alejo Andrade Yáñez, la inspección y elaboración del presupuesto de la reparación, que ascendió a 65.695 reales.

Proponía revestir interiormente la cañería de piedra con otra de plomo soldado. También contemplaba abrir algunos arcos del acueducto coincidentes con caminos o entre dos fincas cerradas, para comunicación entre uno y otro lado, evitando que la gente saltase sobre la cañería, que remataría a corte para dificultar el paso y evitar los desperfectos.

En 1830 se concedió un arbitrio para la obra y llamaron a fray Juan Conde, un benedictino maestro de obras de la ciudad de Santiago, residente en el convento de San Martín. Su método de reparación consistía en introducir dentro de la cañería de piedra una de barro, bien cocido, embetunado en los enchufes, rellenando los vacíos con argamasa. El método y el presupuesto, que ascendía a 129.188 reales, mereció la aprobación de la Corporación.

Pero la reparación no dio resultado, hubo un desfalco y el intendente general abrió un expediente exigiendo responsabilidades a los miembros del Ayuntamiento por haberlo nombrado. Con la creación de la Diputación Provincial el ingeniero propuso sustituir la cañería de piedra por una de hierro, construyéndose la nueva fuente.

El acueducto del obispo Izquierdo

Se dividía en tres tramos. En el primero estaban los seis manantiales que se recogían en el Castiñeiro, en la parte norte de la ciudad. El segundo era el canal general o caño principal, descubierto, desde el nacimiento del agua hasta la muralla, con una longitud de 2.158 varas. A partir de aquí, tercer tramo, entraba subterráneo por el Boquete, actual puerta de San Fernando. Era una cañería de cantería con paredillas paralelas que pasaba por debajo de la calle y de algunas casas.

En todo el recorrido tenía treinta y siete registros o arcas. La distribución del agua se hacía a la altura de la iglesia de san Bartolomé, para darla al hospital de San Juan de Dios y a los conventos de San Francisco, Santo Domingo, y el de Santa María A Nova, de donde pasaba a la fuente de la Fe que estaba en la Plaza Mayor, con una longitud de 1.223 varas. Desde allí pasaba al convento de las Agustinas Recoletas, continuaba al palacio episcopal y a la Plaza del Campo, en donde está la fuente de San Vicente, con una longitud de 394 varas.

La fundición de las esculturas duró seis meses

En la sesión del Ayuntamiento de 4 de agosto de 1852, vieron los planos y presupuestos de la cañería y de las fuentes de la Plaza Mayor y de Santo Domingo, formados por el ingeniero de la Diputación, Marcelo Sánchez Movellán. El 1 de septiembre la Comisión de Fuentes presentó los pliegos de condiciones para la subasta de los tubos de hierro colado, alcantarilla y arquetas, que fueron aprobados.

Los adjudicatarios fueron La Riba y Compañía de la Fábrica de Sargadelos. La prueba de resistencia de los tubos, se hizo en el mes de diciembre en presencia del ingeniero proyectista, que contó con su aprobación.

El 19 de noviembre de 1854 acuerdan con Sargadelos la fundición en hierro de las esculturas, encargadas en Barcelona el 16 de diciembre al escultor Paciano Guitart. El mismo día contratan al maestro lapidario Francisco Martínez Tort, las placas de mármol del pedestal. Fueron pintadas por Simplicio Rodríguez y Joaquín Cortiñas El pilón se hizo con granito de los montes de Penarrubia, canteras de Leburiz y Seoane.

La fuente de las Españas

El grupo escultórico estaba formado por cuatro leones, por cuya boca salía el agua, y la matrona, que como madre protectora, representa a las Españas. Cubre el pecho con una coraza y los hombros con un manto, portando en el brazo derecho el cuerno de la abundancia y una lanza, y con la mano izquierda sostiene el escudo con las armas reales. Cubre la cabeza con el gorro frigio, y a su derecha un león crupido apoya la zarpa izquierda sobre la bola del mundo, es el emblema de la soberanía. Están presentes las ideas del estado protector, libertad y monarquía constitucional. El león es el animal que representa la fuerza, el poder, el dominio, la monarquía y la majestad cuando se refiere a reyes y emperadores.
De Abel Vilela, Adolfo
De Abel Vilela, Adolfo


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