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El Belén de Begonte

lunes, 10 de diciembre de 2012
A esta Obra impulsada por Don José Dominguez Guizán y Don José Rodríguez Varela y “o tesón dos armadanzas cuias mans argallan cada ano o Belén” según se escribió,

Yo vengo con la piel cubierta de morriña.

- Se iniciaba en los años de mi primer destino como abogado del Estado en la Provincia de Lugo.
- Seguí sus comienzos por El Progreso, por la Cope, por la Ser radio Lugo, por amigos “da terra Chá”,
- y volví a admirar su ya magnífica realidad consolidada en la etapa posterior en la que fui Diputado por Lugo en el Congreso.
- Para Nieves y para mi es como volver a nuestras raíces, a nuestra primera casa, al lugar de nacimiento de nuestras hijas, ambas lucenses, al encuentro de tantos amigos entrañables...

Pero es algo más que tradición y recuerdo.
- Es la conmemoración de un acontecimiento que los ángeles anunciaron con un Mensaje que reza así: Gloria a Dios en las alturas y en la Tierra Paz a los hombres de buena voluntad.

- Y pretendo invitarles a ustedes a examinar conmigo, casi telegráficamente,
el valor cristiano de la Paz y tolerancia
y la necesidad de mirar a las Alturas para buscar la Razón de nuestras vidas.

VERDAD, FUNDAMENTALISMO, ERROR

La Verdad

El cristianismo, en contra del ambiente relativista hoy dominante,

- Afirma la existencia de la Verdad y la necesidad de buscarla, aunque reconozca las dificultades que los hombres tenemos de llegar a ella por nuestros limitados medios. (Yo soy el Camino, La Verdad...; La Verdad os hará libres,)

- Es radical. (No confunde libertad y tolerancia con indiferencia.) Repudia las medias tintas y las posturas ambiguas (Porque no eres ni frio ni caliente estoy para vomitarte de mi boca. El que no está conmigo está contra Mi…) ;
-
- Es proselitista. Impulsa la difusión de la Verdad una vez alcanzada (Id y predicad).

En consecuencia, rechaza el irenismo y el sincretismo.
Dar la razón para conservar la tranquilidad
Combinar nuestra doctrina con otras desvirtuando la propia.

Alasdair Macintyre critica tanto lo hecho por Rosmini con Kant como a Karl Rahner en cuanto a Heidegger. Ambos salvaron su Fe personal pero dejaron de hacer teología católica.

Lo hemos visto muy claramente con tantos católicos y clérigos que, por querer aproximarse al marxismo, primero dejaron de proclamar lo cristiano y al final dejaron de serlo. )

El fundamentalismo

Estos datos, verdad, radicalidad, deber de difusión proselitista y el no al irenismo y sincretismo, son ingredientes importantes de los Fundamentalismos.

El fundamentalismo cristiano

Y como desafortunadamente los cristianos, al igual que todos los sistemas de pensamiento, hemos tenido etapas o aplicaciones- intolerantes, hay quienes consideran la Religión Cristiana como un Fundamentalismo; entre ellos Giovanni Sartori respecto del Catolicismo.

Ello es un error, fruto de la ignorancia, de la pereza intelectual o quizá del prejuicio o sectarismo.

Peter Sloterdijk en “Celo de Dios”, obra contraria a los monoteísmos pero bastante racionalizada, comienza afirmando que el monoteísmo cristiano no es violento por patología o desviación, sino por razones constitutivas. Pero no da razón alguna sobre tal afirmación. Probablemente lo hace porque vive inmerso en el pensamiento correcto que nos habla de un pasado de violencia cristiana, y si recuerda como un bloque esa antigua violencia cristiana, piensa que se deberá a su doctrina, de la que destaca –acertadamente- su carácter expansivo, universalista, apostólico. Y por ello, más adelante en su obra, cuando tiene que reconocer que el cristianismo contemporáneo no es violento, pese a seguir siendo expansivo, lo atribuye a una especie de decadencia. Si hubiera comenzado por estudiar la doctrina, pacifista, habría tenido que señalar que sus fases impositivas, que por supuesto las hubo y muy tristes, no lo fueron desde su Fundación hasta tiempos modernos o contemporáneos, sino que fueron fases o rachas, la primera de las cuales no fue en el año cero, sino más de trescientos años después (de hecho, el mismo autor reconoce, pág. 83 que San Pablo representa un “celo no violento”), y que surgieron y desaparecieron en función de ciclos y circunstancias históricas y que cuando desaparecieron, como en los últimos siglos, lo fue siempre intentando volver a la pureza de su doctrina .

No puede atribuirse a una doctrina lo que deriva de las patologías personales de alguno de sus seguidores.

Ni tampoco lo que en momentos de la Historia afecta a todos los hombres y a todas las doctrinas, porque eso es propio del momento y no de esas filosofías.

A modo de paréntesis:
Bien está que los católicos y singularmente los católicos españoles lamentemos la violencia que muchas veces hemos ejercido. Que pidamos perdón por los horrores de la Inquisición española;10.000 muertos en sus 300 años de existencia, muy concentrados en el siglo XVI, según los estudios más solventes.

Debemos pedir perdón
Pero, como todo en la vida, sin pasarnos.

La intolerancia y la violencia la encontramos al mismo tiempo y aun con intensidad mucho mayor, en la Francia Católica –donde solo en los tres meses de la llamada noche de San Bartolomé se mataron más de cinco mil personas-; en la Inglaterra anglicana; en la Suiza calvinista con ejecuciones promovidas personalmente por el mismo Calvino; en la Alemania Luterana, donde sólo la represión de los anabaptistas, promovida también directamente por Lutero, causó 100.000 víctimas.

Y siendo todo ello terrible, fue un juego de niños comparado con los millones de asesinados, fuera de los campos de batalla, por las cosmovisiones ateas de nuestro civilizadísimo siglo XX;
§ el Holocausto de los judíos por los nazis, que me da igual que hayan sido 6 millones o la mitad;
§ los eliminados por el comunismo que según el libro de Stéphane Courtois de 1997 fueron cien millones; entre ellos diez millones de campesinos hambrientos “purgados” por Stalin.
Es útil leer el libro reeditado del ex dirigente comunista Victor Kravtchenko, Yo escogí la libertad.

Las cifras de Courtois se discuten; para unos se han incluido crímenes de regímenes no verdaderamente comunistas y hay que bajar la cifra; para otros hay que elevarla muy significativamente porque en 1997 no se conocían las enormes cifras de eliminados en China. A mi también me da igual -en el contexto de esta conferencia- que fueran 100, 50 o 150.

Aunque no he visto en ningún libro sobre balances del comunismo mundial, que incluyan las víctimas causadas en España.

Advirtiendo que las barbaridades de las retaguardias en nuestra Guerra Civil se cometieron por ambos bandos, creo yo que más o menos con una extensión equiparable, si vamos al Aeropuerto de Barajas en Madrid, detrás de la Terminal 4, se ve una gran cruz blanca, recostada en la ladera de un cerro; a sus pies están las Fosas de Paracuellos que contienen cadáveres de miles de personas que fueron asesinadas allí mismo, sin juicio ni cargos, porque en función de su condición social o religiosa, los gobernantes suponían que podrían ser simpatizantes de los militares sublevados.

Ricardo de la Cierva ha publicado listas con nombres y datos de varios miles que fueron allí fusilados en sucesivas madrugadas entre el 6 de Noviembre y creo que el 11 de Diciembre de 1936; comenzando como cinco horas después de que tomara posesión como nuevo Jefe del Orden Público de Madrid un joven comunista, cuando el Gobierno había huido a Valencia. Y sabemos que Moscú había dado instrucciones de “limpiar” la retaguardia republicana. Fue un antecedente de lo que poco después volvieron a hacer los soviéticos con los polacos en las fosas de Katyn.

El gran Miguel Delibes, en su novela El Hereje, invocando al comienzo unas frases de Juan Pablo II en las que manifiesta su pesar por la Inquisición, con una profunda ignorancia histórica, nos presenta en el siglo XVI una Europa traspirenaica que es el campo de libertad al que quieren escapar los oprimidos españoles. Estoy en completo desacuerdo con él. La realidad es bien distinta:

Uno de los luteranos juzgados en los Autos de Fe de Sevilla del siglo XVI, el “jerónimo” Antonio del Corro, habiéndose exiliado después Pirineos arriba en busca de respeto para su libertad de conciencia, volvió a sufrir persecución por parte de los protestantes en su país de exilio.

Aunque por razones esencialmente políticas, fue parecido el caso Olavide. Político ilustrado y manifiestamente antieclesiástico, sufre procesamiento por la Inquisición en un momento en que los Borbones reactivan este Tribunal para desviar de España los vientos que en Francia llevaron a la Revolución. Olavide huyó a Francia en busca de libertad para exponer y aplicar sus ideas; pero allá se siente molesto hasta tal punto que acaba por convertirse en un hombre “piadoso” y regresa voluntariamente a España.

Y el famoso filósofo Spinoza, hijo de judíos españoles emigrados a Holanda, fue víctima en 1656de un “herem” proclamado en la Sinagoga española de Amsterdam, por parte de la comunidad judía de dicha ciudad, que le excomulgó, prohibió tener con él relaciones escritas o verbales, prestarle ningún servicio, acercarse a menos de 2 metros, vivir bajo el mismo techo o leerle; y aun hubo de sufrir el ahorcamiento del padre de su amada, Van der Ende, por razones políticas .

El fundamentalismo es anticristiano
Esencia del cristianismo

El cristianismo es rigurosamente antifundamentalista,

No es una doctrina sólo de fines. Si sus únicos postulados morales fueren los de amar a Dios sobre todas las cosas, entonces quizá esos objetivos deberían ser alcanzados por cualquier procedimiento. El fin justificaría los medios, como en política sostuvo Maquiavelo. Pero el cristianismo, junto con sus mandatos positivos de fines, tiene otros situados en el mismo nivel de exigencia moral, acerca de los medios, y que, aun cuando tengan contenidos también positivos, son de formulación negativa: No matar (ni dañar), no robar (ni defraudar), no mentir. De suerte que hay modos de actuar que son en si mismos malos, inmorales, anticristianos, aunque sean utilizados para obtener fines buenos (el culto a Dios o el mejoramiento de otras personas). De ahí que el cristianismo es esencialmente no violento .

El uso de cualquier tipo de coacción para lograr adhesiones al Mensaje cristiano, sería manifiestamente incompatible con el mismo Mensaje, que se basa en las ideas de responsabilidad y mérito, y por tanto de esencial y radical libertad del hombre, libertad de la que se puede usar incluso contra los mandatos divinos . El bien y el mal que la Divinidad premia o castiga, son sólo los producidos en libertad, no los “determinados” por algún tipo de presión.

Nuevo Testamento

Hay específicos preceptos evangélicos
- que proscriben el ejercicio de la violencia individual (“mete la espada en la vaina...”),
- la instrumentalización de los poderes sociales para fines religiosos (“Mi Reino no es de este Mundo”....)
- y que piden la tolerancia (“No juzguéis y no seréis juzgados”

San Pablo, rechaza el espíritu de siervos para los cristianos, describiendo un proceso que llega finalmente al bautismo, cuando se ha generado la creencia, después de haber escuchado la predicación o anuncio de la doctrina, pero que puede truncarse por la voluntad de quien recibe el mensaje

En la historia del cristianismo hubo personajes o autores, católicos y heterodoxos (entre ellos también Protestantes), que han defendido vías coactivas para “salvar” a terceros. Normalmente utilizaron en su apoyo textos bíblicos pre-cristianos, por ejemplo Calvino, que usó el Exodo.

Por eso Agustín y Lutero, grandes conocedores de la Biblia, buscaron en los Evangelios textos que permitieran justificar vías coactivas de salvación, y sólo encontraron la frase de Lucas, 14, 23, “oblígalos a venir”. Aunque Hans Küng pretende que Agustín usó una incorrecta traducción latina de la frase, que en su original es más “invítalos” que “oblígalos” es intrascendente esta cuestión semántica, porque la frase no nos la dirige Cristo a nosotros; está en la parábola del hombre que organiza una cena, invita a sus amigos que se excusan, invita a sus vecinos que también se excusan y, entonces, ese hombre del ejemplo, manda a sus criados que salgan al cruce de los caminos y obliguen a venir a su cena a cualquiera que pase.

El mensaje de Cristo en las parábolas no está en las frases del ejemplo que utiliza, sino al cerrar su exposición. Entonces nos lo dirije casi siempre tras expresiones como “Así pues”, “Yo os digo”, “En verdad os digo”.

Posición de la Iglesia

Y no voy a perder la oportunidad de hacer constar que, la concepción que estoy exponiendo aquí del cristianismo, se ve respaldada por el máximo criterio individual de autoridad existente en la Iglesia Católica, que es el del Papa.
Santo Tomás, cuando enseña que “todo hombre debe guiarse por su razón”,

El Concilio Vaticano II, dice que “la verdad no se impone más que por la fuerza de la verdad misma”

Juan Pablo II , en Centessimus agnus, al mismo tiempo que nos recuerda el deber de propagar su Verdad, matiza:
“El cristiano vive la libertad y la sirve proponiendo continuamente, en conformidad con la naturaleza misionera de su vocación, la verdad que ha conocido. En el diálogo con los demás hombres y estando atento a la parte de verdad que encuentra en la experiencia de la vida y en la cultura de las personas y de las naciones, el cristiano no renuncia a afirmar todo lo que le han dado a conocer su fe y el correcto ejercicio de su razón”

Y simultáneamente niega toda legitimidad a cualquier intento de utilizar la presión para extender la Verdad:
“La Iglesia tampoco cierra los ojos ante el peligro del fanatismo o fundamentalismo de quienes, en nombre de una ideología con pretensiones de científica o religiosa, creen que pueden imponer a los demás hombres su concepción de la verdad y del bien. No es de esta índole la verdad cristiana.”

Benedicto XVI, basándose en el Evangelio de Juan, insiste en estas ideas cuando nos recuerda que la verdad existe, ha de buscarse, necesita de criterios para ser verificada y falsada, pero no puede imponerse por la violencia sino ser acompañada por la tolerancia .

En las Bibliotecas hay muchos libros anticristianos que son panfletarios.
Entre los críticos respecto del cristianismo pero no panfletarios, el más duro que yo he leído es la “Historia del Cristianismo” de Paul Johnson . En ella, al llegar a su Epílogo, el autor destaca que su narración de la vida de las Iglesias refleja una serie inacabable de grandes fracasos y terribles defectos, crisis, horror, fanatismo, sinrazón, corrupción; viene a decir al lector que si es cristiano y se desmoraliza con la lectura de este libro, es que realmente no es cristiano; y junto con ello llama la atención de haber quedado acreditado, que fue siempre la propia doctrina cristiana, la que promovió la lucha contra esas taras y el renacimiento de sus esencias; y que ésa, en definitiva, fue la clave de la espiritualidad y el dinamismo de Europa y del Occidente.

CODA

A pesar de los grandes avances de la ciencia y de la técnica, los humanos sabemos
- que nuestra pura razón, en la que tantas ilusiones depositamos desde la Ilustración,
- nos ha llevado en el civilizadisimo siglo XX a las mayores opresiones de la historia de la humanidad; opresiones y matanzas, como antes hemos visto.

Para ser modernos hemos cortado con la Trascendencia
- y nos encontramos, en todas las cuestiones básicas, en un pozo oscuro,
- luchando por vislumbrar un resplandor en el horizonte.

Desde las tinieblas, pero ansiando y esperando encontrar un camino hacia la Luz, nuestro eximio lírico de Celanova, Celso Emilio Ferreiro,
nos dejó escrito en su Longa Noite de Pedra:

Na serán remota
tódolos camiños morren
na noite pecha.

Pero alá lonxe,
no confin dos touzales ,
un espello de luz palpebrexante
anuncia a gran estrela
que ha de traguer o fin da servidume y a liberdá dos soños coma un vento.

Eu agardo sereo pola estrela
e pídolle a os meus fillos me disculpen
esta longa esperanza
ardéndome nos ollos coma un lume

Vintila Horia, obtuvo el Premio Goncourt por su novela Dios ha nacido en el exilio, en la que narra con mano maestra
- la honda depresión de Ovidio, injustamente desterrado y olvidado en la tierra de los getas, a orillas del Mar Negro,
- quien no obstante renace a la ilusión desde que conoce la noticia de que, en Belén, otro lugar remoto del Imperio, se ha revelado un Dios definitivo.
Ovidio no la ve, pero ya sabe dónde está la estrella y la luz que imaginó Celso Emilio

Miguel de Unamuno,
- gloria del pensamiento español contemporáneo,
- gran inteligencia siempre en búsqueda de la Verdad, a veces atormentada y agónica
- dando un paso más hacia adelante,
- entrando en el amanecer tras la longa noite de nuestro paisano
al hacer su Poema sobre el Cristo de Velázquez,
dejó fluir de su espíritu una oración final.

De la que entresaco los siguientes versos:

Tu que callas, ¡Oh Cristo, para oirnos…
¡Tráenos el Reino de tu Padre, Cristo,
que es el Reino de Dios reino del hombre!..
Danos vida, Jesús, que es llamarada que calienta y alumbra…
Haznos cruzar la vida pedregosa
–repecho del Calvario- sostenidos
del deber por los clavos,…
Dame Señor que cuando al fin vaya perdido
a salir de esta noche tenebrosa
en que soñando el corazón se acorcha,
me entre en el claro día que no acaba,
fijos mis ojos en tu blanco cuerpo,…
mis ojos fijos en tus ojos, Cristo,
mi mirada anegada en Ti, Señor.

Viktor Frankl, el psiquiatra judío vienés que internado durante la guerra en el Campo de Concentración de Auschwitz, contribuyó a salvar a muchos compañeros de cautiverio, evitando su suicidio directo o indirecto al descubrirles razones para vivir y para esperar.

Aunque discípulo de Freud, defiende la existencia de un inconsciente espiritual,
- común a todos los seres humanos,
- que recoge el mensaje de la Trascendencia,
- generador de ansias de infinito.
Razón por la cual considera que muchas enfermedades mentales, muchas neurosis, necesitan como remedio, no el incrementar la introspección de si mismos como enseñó Freud, sino encontrar un objetivo fuera de si que le de sentido a la existencia.

La búsqueda de Celso Emilio Ferreiro queriendo salir de las tinieblas del nihilismo.
La renacida ilusión de Ovidio desde que sabe ya dónde está la nueva claridad.
El paso adelante de Unamuno que abandona la oscuridad y se aproxima a la Luz de Cristo.
El hallazgo por Viktor Frankl de la huelkla de Dios en el hombre

Se completa en la Navidad, que todos los años nos recuerda el Belén de Begonte.

La Estrella que se aparece a los Magos y les conduce a la Cuadra en la que se encuentra el Niño-Dios,
- si somos capaces de limpiar la polución que nos envuelve,
- de despojarnos de las capas de egoismo y suficiencia que nos aplastan, como a Kant,
- contemplando el cielo en la noche y la conciencia en nuestro interior
- al menos con la razón práctica, con humildad y realismo,
nos permitirá volver a la Trascendencia.


(Pregón de la Navidad 2012 en Begonte, abriendo la XLI edición de O NADAL EN BEGONTE).
Otero Novas, José Manuel
Otero Novas, José Manuel


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